El fin de la paz

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Antes del amanecer los tres caballeros que permanecieron en la mansión de Saori se despertaron para recibirla en una zona cercana que tenían para ocasiones así.

Aquel cosmo oscuro del rey del inframundo en algún momento de la noche había desaparecido sin dejar ningún rastro cuando despertaron, se les hizo bastante extraño pero preguntándose a si mismos no lograrían nada.

Fue al amanecer cuando vieron por fin el jet privado de Saori aterrizar. Él primero en salir fue Seiya que abalanzó a los brazos de los tres en cuanto los vio, llevaba su armadura nuevamente en su caja de pandora al igual que otra en sus manos perteneciente al menor de ellos, luego bajaron Shaina y Marin con sus armaduras puestas y las otras dos que pertenecían al dragon y al cisne que no tardaron en entregar a sus respectivos dueños.

Shun- ¿se van a quedar?- pregunto a ambas amazonas que voltearon a verlo asintiendo.

Marin- es mejor así, debemos de ser precavidos en todo momento y más con... la situación.

Al escuchar las últimas dos palabras Seiya se tenso bastante y se dirigió a ver a Shun que había dejado su caja de armadura en el suelo como sus amigos y que al sentir su mirada también volteó a verlo con duda.

Seiya- amm, Shun, creo que hay algo que tengo que decirles a todos viendo que nadie más quiere hacerlo- notó a todos acercarse a él con excepción de las chicas que se quedaron al margen de la situación algo tensas- verán, antes de que todos pierdan la cabeza tengo que decirles que Saori y los demás dioses quedaron de acuerdo en que...

Unos cuantos pasos más se escucharon pero no eran los de Saori solamente, la diosa fue la primera en salir, desprovista de sus ropajes de diosa con un atuendo más casual y detrás de ella apareció el ser que menos esperaban. Un joven hombre de cabello negro recogido, ojos azul claro y piel blanca que vestía ropa por demás común pero elegante y a simple vista cara, a pesar de ese estilo más humano era casi pecado no reconocer quien era.

Hyoga- ¡Hades!

Con un efecto algo atrasado los tres que no tenían ni idea de lo que pasaba se pusieron en alerta de forma instintiva. Seiya se puso enfrente de ellos de inmediato.

Seiya- esperen chicos, es lo que quería decirles...

Saori tocó suelo y fue hasta sus caballeros para calmarlos mientras el otro dios veía con algo parecido a la duda y curiosidad al medio por el cual habían viajado desde Grecia a Japón sin prestar la más mínima atención a los caballeros que permanecían en posición de ataque por su presencia, no le preocupaba, su muerte quedaría sobre los hombros de su sobrina en todo caso y librarse de ese conflicto no le sería desagradable por completo.

Saori- Hades se quedará con nosotros mientras no arreglemos el conflicto, fue desicion unánime de los dioses.

Los demás que no estaban enterados se vieron sorprendidos por las palabras de Saori, pensaron en un inicio que de haber revivido a Hades este se quedaría en el inframundo nuevamente buscando a quien sea que ahora amenaza la paz en la tierra pero quedarse con ellos, era extraño que ella lo aceptara, más teniendo a Shun con ellos y con Ikki fuera.

Saori- les explicaré cuando estemos en la mansión, Shun ¿tú tienes algún problema con esto? Si es así podemos...

Rápidamente negó, no quería interferir en los planes de su diosa al poner primero sus intereses personales aunque así lo quisiera, después de todo ¿no había sido él quien le dio la autorización para que lo incluyera en los asuntos referentes a Hades? Si, así había sido, y no iba a hacerse para atrás.

Shun- estoy bien, ya le había dicho que no me importaba que me incluyera en los asuntos referentes a... a él.

No hablaron más por el momento y una vez Hades dejo de contemplar el pequeño pero lujoso avión que los transportó, todos ellos se fueron a la mansión para hablar del tema con mayor tranquilidad.

un viaje al pasadoOnde histórias criam vida. Descubra agora