El chico de la calle de Atrás 2

Capitulo 20

- ¡no puedo hacerlo! es increíble, ni siquiera con esto! - dijo cansado de intentarlo de repente y levantándose de la cama donde estaba acostado con Tiffany sentada a su lado.

Se sentía frustrado, debía conseguirlo a como diera lugar, pero algo en el escenario le parecía raro y cuando mira hacia atrás, logra ver su cuerpo dormido sobre la cama, se asusta, no puede evitarlo, Tiffany había desaparecido, ya no estaba, no podía ver a nadie, mas que escuchar el absoluto silencio de la soledad, caminó por la casa vacía llena de recuerdos de Max, necesitaba encontrar una forma de poder localizarlo, cierra los ojos y los aprieta con fuerza, como si quisiera que al abrirlos ellos mismo lo llevaran aquel lugar, pero cuando los abre esta en una calle, una calle donde había una tienda, una tienda de comida pequeña que hacía esquina en un lugar que no conocía, una camioneta estaba aparcada frente a la tienda, una Chevrolet Colorado de color negra del 2020, siente pasos, pero no ve a nadie, tampoco puede escuchar voces, de repente la puerta del negocio se abre y un hombre sale por la puerta del establecimiento cargado de bolsas. ¿Quién era y por que lo estaba viendo? Era imposible que aquel hombre fuera Max, pero era probable que tuviera que ver con el, la camioneta arranca, de repente desaparece, le hubiera gustado saber a donde va, pero no encuentra la manera de conseguir seguirlo, vuelve a cerrar los ojos fuerte buscando la forma de que vuelva a ocurrir como antes, aparecer de repente en algún otro lugar que le dijera algo, pero cuando abre los ojos no consigue ver mas que el rostro de Tiffany frente a el.

- ¡por fin! - exclama aliviada de que todo parecía haber salido bien.

Pero no, las cosas estaban lejos de ir a mejor y es que la sustancia que había inalado por la nariz el joven Luke no hizo mas que despertar en el aquella sensación de querer mas, necesitaba mas, así que se pone de pie con los ojos abiertos a tal punto que parecían salirse de la cara, sale corriendo por el pasillo mientras Tiffany corre detrás de el por toda la casa, el chico busca eufórico la puerta por la que sale disparado corriendo, se siente mal, no quiere hacerlo, quiere ser fuerte pero no puede controlarlo, aquello era mas fuerte que el, no sabe a donde ir, ahora maldice estar ahí, no conocer a nadie que pueda ayudarlo con aquello de la manera que a el le hubiera gustado, corre por las calles vacías de una ciudad desconocida, le pica la piel, le estorba la ropa, solo necesita un poco mas, la actitud del joven hace que Tiffany necesite avisar a su amigo de lo que estaba ocurriendo.

- ¡Ryan! - grita nerviosa por el teléfono a pesar de que ya era bastante tarde.

- ¿Tiffany? ¿Qué ocurre? - pregunta exaltado sobre la cama.

- se trata de Luke, el - hace silencio, se siente culpable, no encuentra la forma de poder explicarlo y tampoco es que hiciera mucha falta, aquella llamada en ese tono no podía ser nada bueno.

Ryan se pone lo primero que encuentra en el armario y sale a toda velocidad en el auto, la imagen de alguien corriendo en medio de una calle oscura y vacía hacen detenerlo.

- ¡Luke! - grita desesperado, Luke se detiene y mira hacia atrás, lo ve frente a el mas no dice nada, sigue caminando - ¡Luke espera!

- ¡aléjate de mi! - le dice temblando de miedo - ¡no te acerques!

- Luke soy yo - Ryan no puede evitar sentir ganas de llorar, aquello le estaba doliendo como el que mas - cariño tranquilo - y piensa que es la primera vez que lo llama así, y que no era así como tenia pensado que fuera, de una forma que ni siquiera el propio Luke iba a recordar - estoy aquí para ayudarte.

- ¡no puedes ayudarme! - grita desesperado - ¡nadie puede ayudarme!

- ¡si, si que puedo! por favor - sigue dando pequeños pasos acercándose al joven muchacho, ya esta cerca de el, Luke lo reconoce, siempre supo que era el, era una mezcla de desespero y vergüenza que lo hacía rechazarlo - va a estar todo bien - le dice tomándolo entre sus brazos y apretándolo fuere contra el, notando así su tembloroso cuerpo - sssshhh - le susurra en el oído - vas a estar bien, te lo prometo.