El Amor No Es Para Mí

3K 226 97
                                    

Narra Vegetta

-...Vegetta...-escuché la voz de Willy, después sentí como colocaba una mano sobre mi hombro.

-no me toques!, no quiero que te me acerques!. -grite quitando su mano y mirándolo con mi ceño fruncido. – te lo pido!, ya olvídame!, se feliz y olvídame!.

-no te enojes!, se supone que no son nada, además no te voy a olvidar, yo aun te amo!. -al escuchar esas palabras no me pude enojar más.

-pero entiende que yo no te quiero!, NO TE QUIERO!, NO ME INTERESAS!, NO TE AMO!. Solo te deje ser mi amigo porque lo nuestro era especial!, pero no me interesa ser nada contigo, lo único que quiero era que hagas tu vida con otra persona, solo déjame en paz!, si aun me querías no te hubieras acostado con Fargan, no me interesa si estabas ebrio no lo hubieras hecho!. -grite enojado, no podía controlar más mi ira. -...solo te lo diré una sola vez, no te quiero, no te amo y no me interesas!, ahora déjame en paz, déjame ser feliz con alguien más!.

-...-no dijo nada, solo pude ver como pocas lagrimas salían de su cara, al instante me tranquilice y con mi dedo quite sus lágrimas.

-yo ya me voy, solo no te me vuelvas a acercar, déjame ser feliz y espero que tú también lo seas. -hable alejándome de él, me despedí de Auron y Luzu y camine a mi mansión.

Mientras caminaba en mitad de la noche, comencé a sentir punzadas, le prometí que no estaría con nadie más, le había prometido que solo estaría con él, hice tantas promesas donde decía que era solo de él. Me confió tantas cosas y se entregó a mí. Ahora me debe estar odiando, tal vez nunca me vuelva a hablar...

Narra Rubius

Al llegar a mi casa cerré la puerta y me deje caer en esta llorando, me arrepiento de haberlo buscado, me arrepiento de haberlo visto, ahora mi corazón estaba doliendo más que antes, me arrepiento de haberlo conocido!...

Me pare de la puerta y cerré las cortinas, tape la puerta del balcón para que no pudiera entrar y me acosté en mi cama, me quite mi gorro y comencé a llorar, había confiado tanto en él, me había entregado a él, había dado tanto de mi por él, y ahora solo siento dolor, duele saber que todo fue una broma.

Desde el principio me demostró interés, había estado ahí en mis momentos difíciles, me había aconsejado y se había comportado tan bien. Es increíble como espero tanto para hacer que mi corazón latiera, él logro que en ese tiempo mi corazón volviera a latir, latía por él.

Sentí como Juan Carlos se monto en mi cama lamiéndome la mejilla, al instante pude reír en mitad de llanto, pero aun dolía, al parecer el único que me ama en esta vida es Juan Carlos, el único que si es sincero conmigo. Trate de no llorar, me acomode mejor en mi cama e ignorando el horrible dolor de mi pecho me fui quedando dormido...

Podía escuchar incesantes chillidos, al instante abrí mis ojos viendo como Juan Carlos chillaba y chillaba, mire su hocico y vi que traía algo de papel, al instante lo tome viendo que era una carta, mire está dándome cuenta que me la había dado Vegetta, un poco indeciso la abrí y leí lo que escribía.

-"No sabía que pasaríamos tanto tiempo juntos, sabes?, me hiciste sonreír y reír mucho, aunque siempre encontrabas la forma de hacerme enfadar, te comportabas tal y como un niño pequeño, eso me gustaba. Empecé a sentir algo por ti... Amor?...no lo sé, aunque somos tan distintos, igual creo que es lo que más me gusta de ti, tu forma de ser es única y me encanta, tus ojos siempre brillan de alegría y eso te hace ser tú mismo, perdón...no tienes que estar triste porque cometí un jodido error por culpa del pasado, tú tienes que seguir sonriendo, porque eso hizo que yo me enamorara de ti. Y lo digo sin pena, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo más que a nadie..." -la hoja se comenzó a mojar por pequeñas gotas que caía.

Al instante la alejé, pues mis lagrimas comenzaban a mojar todo, quería creerle, quería pensar que de verdad me amaba, pero simplemente no podía, todo de mi dolía como nunca, confié, di una sola oportunidad al amor, y otra vez sufrí, volví a sentir ese jodido dolor, simplemente me dijeron que el amor no es para mi de la forma más cruel posible.

No quería sufrir más, no quería que el dolor de mi pecho continuara, no me quería arriesgar a aceptarlo y hacerme daño, confié en él y ahora siento como mi interior arde, arde en un horrible dolor que no puedo parar, aunque lo intente desesperadamente no podía pararlo.

Tratando de distraerme me pare de mi cama, fui a la cocina y agarre un cuchillo para alimentar a Juan Carlos, tal vez esto me haga sentir mejor. Al acabar de cortar las zanahorias se las di, me senté en el suelo viendo como a mi lado había una navaja.

Me le quedé un rato mirándola, siempre pensé que las personas que lo hacían simplemente eran por llamar la atención, pero siempre paraban cuando por fin eran felices, siempre lo hacían cuando estaban solo, rotos sin compañía, ellos lo hacían por algo. Justo ahora me sentía un idiota por pensar en cortarme, nunca lo había pensado, nunca tuve la necesidad...

Vi como Juan Carlos acabo de comer, al instante tome su zanahoria de juguete y lo tire lejos, él corrió desapareciendo de mi vista, yo me acerque a la cuchilla y la tome, veía mi mano como temblaba, la apreté con fuerza sacando su filo, solo lo intentaría, solo es sabes porque.

Puse la punta sobre la piel de mi brazo, al hacer un poco de presión mi piel se hundió podía sentir la afilada punta haciendo fuerza, suspire y jale mi brazo sintiendo el ardor de mi piel para después sentir como mi cálida sangre se derramaba por mi brazo.

Al instante solté la cuchilla y puse una mano sobre mi herida, al darme cuenta todo mi dolor había desaparecido, solo sentía dolor en mi brazo, pero este paraba cuando lo dejaba quieto, por fin podía descansar del desesperante dolor que tenia en mi pecho, dejando soltar lagrimas me pare de mi lugar yendo a echarme agua en mi brazo, después limpiaría el suelo manchado con mi sangre...

(Dos semanas después...)

Estire mis brazos mirando al techo, mi cabeza se nublaba por el dolor evitándome pensar en todo, después de unos minutos volví a abrir mis ojos, volviendo a la horrible realidad, tome papel y comencé a secar la sangre que brotaba de mis cuatro cortadas más.

-Juan Carlos, me puedes pasar las vendas?. -pregunte, al instante mi cerdo me chillo enojado y se fue, ha estado así desde que empecé. -...igual no te necesito!, gracias por el apoyo!.

Me pare de mi lugar y tome las vendas, me puse la crema y comencé a vendar mis brazos, en todo este tiempo no deje de cortarme, me desesperaba el dolor de mi pecho, quería sanarlo, pero no podía, en cambio cuando me corto, podía aliviar el dolor, podía descansar.

Después de limpiar la sangre que deje en el suelo, me levante yendo al refrigerador, abrí este viendo como solo quedaba una banana, suspire enojado, me tocaría salir. Rápidamente me coloque mi gorro y me tape con un buzo negro, asegurándome que no se vean las vendas, tome un tapabocas y me lo coloque.

Tome algo de dinero y tome una carta que tenia preparada, retire las cartas de la puerta y salí, caminaba con la cabeza gacha hasta el pueblo, no quería que nadie me viera, no en este estado, mis ojos eran rojos con grandes ojeras, mi pelo no lo había peinado en días y mi voz estaba horrible de tanto llorar...

RubegettaWhere stories live. Discover now