Rubegetta

Evil Love

Narra Auron

Al despertar sentía demasiado calor, parecía ser medio día, con un poco de sueño fui al baño para echarme agua fría, pero al verme al espejo quede totalmente paralizado. Sin creérmelo mire mis manos, seguían amarillas, dudoso metí mi dedo a mi boca, sabia a miel. ERA DE MIEL!

Sin importarme una mierda corrí a la casa de Luzu, iba a tocar la puerta de su muralla, pero esta se abrió, entre y lo mismo paso con la puerta de su casa, lo único raro era que estas se cerraban al entrar. Mire al frente y lo vi sentado al frente mío leyendo un libro.

-que quieres y por qué no tienes lo que te pedí. -hablo sin quitar la vista de su libro en ese momento lo vi molesto.

-COMO MIERDA NO QUIERES QUE ESTE AQUÍ SI ESTOY HECHO DE MIEL! -le grite, él ni se inmuto.

-no me grites. -dijo serio.

-que no me oyes imbécil, estoy hecho de miel. -le hable enojado.

-no es miel, es lava, como tu duda ha sido respuesta puedes irte. -volvió a decir sin quitar su mirada del libro.

-estoy, hecho, de, miel! -grite al frente suyo, quite su libro y le metí un dedo en la boca.

-no vuelvas a hacerme eso, si tanto quieres que te chupen ándate con Lolito...-dijo parándose mientras retiraba mi mano bruscamente. -...además que importa si eres de miel o no? Es tu problema no mío.

-es tu problema por hacerme esto! -grite, él solo se sentó con su ceño fruncido comenzando a leer ese libro.

-todo lo empezaste tú, como veo que estas esperando ordenes, desde ahora me dirás todo lo que haga Lolito en la alcaldía, nuevos planes, lugares donde este, todo, al ser la perrita de ese bastardo conseguirás la información fácil, ahora lárgate. -sin decir nada más me gire con mi ceño fruncido.

La puerta se me abrió, iba a cruzarla, pero pude ver como sobre la mesa había una poción azul, arriesgándome para saber si era la verdadera cura, comencé a estirar mi mano cuidadosamente, así hasta que la tome, iba a correr cuando me tomaron por esa mano.

-veo que no aprendes. -hablo Luzu apretando mi mano con demasiada fuerza, por el intenso dolor deje caer la poción, él la tomo, la puso sobre la mesa y me tiro en la cama. -...dime Auron, que mierda tengo que hacer para que me obedezcas, que mierda tengo que hacer para que sigas mis órdenes y no te pases de listo.

-...-sujetaba mis muñecas con fuerza sobre la cama, ambos estábamos muy juntos, con nerviosismo gire mi cabeza cerrando mis ojos, ya que sus penetrantes ojos me estaban asustando. -...yo lo lamento! No sé qué me paso! Perdóneme señor!

-no es así de fácil, te tengo que dominar, es eso lo que quieres? Tengo que dejarte cojeando para que aprendas a respetarme? -al instante negué con miedo. -...tengo una navaja y una verga Auron, decide cual te entierro para que aprendas a respetarme y a seguir mis órdenes sin fallo.

-lo siento, ya te dije que no volverá a pasar! -hable desesperado.

-cállate. -al instante lo hice. -me has estado molestando todo este jodido día e intentaste robarme, me debes muchos favores...a decir verdad si tienes algo para darme.

No pude decir nada, ya que de un solo movimiento me había dejado sin camisa, se acercó a mí y comenzó a dejar besos por mi cuello, hasta que de un momento a otro me mordió haciendo que soltara un quejido de dolor, continuo bajando, dando dolorosas mordidas sin previo aviso, así hasta que su lengua rozo con mi pezón, mi corazón se aceleró, tenía miedo de que los mordiera tan bruscamente, comencé a soltar leves gemidos antes del grito, sentía placer, pero no podía disfrutar del todo al saber que después sentiría dolor.