Demuestrale

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Narra Lolito

Ya ha pasado una semana y aún no se nada de Mangel, desde que se entero que me acostaba con Auron se fue, lo busque una vez pero me echo.

Esta semana fue suficiente para darme cuenta que fui un pésimo esposo, me di cuenta muy tarde, no se si aún me ama o me dará otra oportunidad.

Aún recuerdo la primera vez que lo vi, el fue el único que me ayudo, gracias a eso me enamore.

Me levante de la cama, comí unas patatas, y me volví a acostar en la cama, desde que Mangel me dejo es lo único que hago, llorar, dormir, y comer, no se si regresar a buscarlo, no se si llamarlo, no se si darle un regalo, ya no se que hacer para recuperar a mi niña, me duele bastante estar lejos de el, ya no poder abrazarlo o escuchar su risa, quería poder verlo tocarlo admirarlo...

Pero por mi jodida culpa ya no puedo hacerlo, por mi jodida culpa lo lastime, y solo por dejarme llevar, si tuviera una oportunidad la aprovecharía, y esta vez haría que Mangel no sufriera, si tuviera una sola oportunidad...

Tuve que levantarme, porque alguien tocaba el timbre, mientras bajaba me secaba las lágrimas, abrí la puerta, y me sorprendí al ver quien era mi visita

-solo, vine a hablar -nunca pensé que Auron volvería a hablarme después de lo que paso
-si, pasa, ponte cómodo -me abrí paso para que el entrara, paso y se sentó en el sofá, yo cerré la puerta y me senté a su lado, nos quedamos un rato callados, hasta que él decidido empezar...

-Lolito, solo quiero que sepas, que lo que paso quedo en el olvido, solo imaginemos que nunca paso, vale? -el estaba mirando en un punto fijo, no se atrevía a mirarme a la cara, o eso era lo que parecía

-vale, Auron nesecito que me ayudes -el era el psicólogo del pueblo, así que estaba seguro que me ayudaría a recuperar a Mangel
-que pasa? -por fin me miro a la cara, pero fue ahí cuando empezaron a brotar lágrimas

-es con Mangel...-se había formado un nudo en mi garganta, con tan solo pensar o hablar, de esto me ponía muy mal, respire muy hondo y trate de calmarme, cuando por fin el nudo de mi garganta se aflojo continúe

-se separo de mi...cuando fui a visitarlo a su nueva casa me echo, yo creo que me odia, pero yo a el lo amo, y no se como recuperarlo -las lágrimas salían como cascadas, Auron solo me miraba con preocupación

-has vuelto a ir? -apoyo su mano en mi hombro como para darme fuerzas

-no, desde que me echo no he regresado, paso asé una semana -baje mi mirada, me sentía fatal, enserio porque tuve que ser tan estúpido

-a ver Lolito, como quieres recuperarlo, si ni siquiera le insistes, si tu de verdad amas a Mangel, debes ir todos los días a su casa, para demostrarle que le interesas, que estas arrepentido, no importa si siempre te echa, si él ve que tu sigues llendo, va a entender, trata de empezar de nuevo, vuelve lo a enamorar, y si el acepta, no seas como el Lolito de antes, no cometas los mismos errores, aun tienes tiempo de recuperarlo -yo solo asentía a todo lo que me decía Auron, aún tenia tiempo, y tratare de demostrarle que lo amo.

-y Lolito la boda de Ruben ahora sera en una semana, por favor asistan, yo ya me tengo que ir, adiós -me despedí y el se fue.

Fui al baño y tome una ducha, me puse mi mejor ropa y me eche del mejor perfume que tenia, arregle mi cabello y cogí unas flores.

Corrí a casa de Mangel y toque su timbre, vi como se asomo por la ventana, yo le Sonreí pero el solo se enojo y no me abrió.

Yo me senté debajo de un árbol para tapar la luz del sol, me quede ahí todo el día, en repetidas veces pude ver como Mangel se asomaba por la ventana.

Ya era de noche, y los zombies y esqueletos, empezaban a salir por montones, yo coloque las flores en la puerta de Mangel, con una nota que decía, "te amo, por favor perdoname", al dejar todo salí corriendo y me fui ami casa...

Paso dos días más en que repetí lo mismo, siempre le dejaba un regalo y una nota de disculpas, hoy no era la excepción, cogí mi regalo y fui a casa de Mangel.

Toque el timbre, estaba dispuesto a sentarme en el árbol donde siempre estaba, pero esta vez Mangel si me abrió

-pasa... -una gran sonrisa se dibujo en mi rostro y pase con mucho gusto, examine toda la casa con mi mirada, estaba impecable, pero lo mas impecable de la casa, era aquel hombre que la habitaba.

Me senté en el sofá junto a él, las vistas eran estupendas...

-ha que has estado viniendo? -me dolía un poco el pecho, por la manera tan fría en la que me hablaba, pero no me podía quejar, me lo merecía, por haber tratado tan mal a este príncipe

-he estado viniendo, porque me he dado cuenta que sin ti, la vida ya no tiene sentido, y reconozco que soy el peor esposo que el mundo allá tenido, y enserio me arrepiento, me darías otra oportunidad?, te prometo que esta vez no te fallare -estaba de rodillas frente a el, sujetan con fuerza su mano, mientras las lágrimas salían de mis ojos, solo quería que me perdonara...

-esta bien, te daré otra oportunidad, porque yo también te amo -su mano paso por mis mejillas limpiando todas las lágrimas, se arrodillo junto conmigo y nos dimos un abrazo, no podía estar mas feliz en mi vida, y esta vez no le fallaría.

Nos separáramos, y nos miramos a los ojos, no me pude resistir y le di un beso, el correspondió y en medio de el beso sonrió, las lágrimas volvieron a salir, pero esta vez eran de alegría calma y amor, nos abrazamos y la única palabra que salia de nuestra boca era "Te Amo"...

RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora