1 || A common day ||

9.9K 700 223
                                    

1:  Un día común

Jeon Jungkook

Apenas tengo tiempo de almorzar antes de ir a cuidar de los niños. Debo aparecer en la casa de la señora Pipper a eso de las dos de la tarde, de lunes a jueves. Los niños no dan muchos problemas, pero son demasiado ruidosos, más de una vez me ha tocado estudiar mientras cuidaba de los pequeños, resultado: un "reprobado" en mis exámenes, así que ahora solo puedo optar por escuchar una especie de "podcast" de todas mis clases. 

La universidad no es para nada fácil, ganar dinero, mucho menos. 

La señora Pipper me abre la puerta y sale casi a tropezones por la puerta cuando apenas toco el timbre. La mujer debe salir a vender sus productos, pues no gana mucho y su marido apenas tienen trabajo, así que yo cuido de los niños por unos pocos dolares, no es mucho pero me aporta un poco más a lo que tengo todos los meses, mas la mesada que me entrega mi madre de vez en cuando, cuando puede. 

Sí, lo sé, tengo veintiún años y sigo viviendo con mis padres ¿cual es el problema? no todos tenemos el dinero necesario para largarnos de nuestras casa apenas terminamos el secundario, no todos somos millonarios... y además, no me es molestia vivir con mi familia, cuido de mi abuelo, quien sufre, lamentablemente, demencia desde hace tres años, no es muy grave, pero a veces se le habla y solo se te queda viendo, como si fueses una especie de zombie o alien... No podemos darnos el gran lujo de pagarle un centro médico, y la única vez que lo intentamos salió mal, muy mal. 

— ¿Hasta que hora señora Pipper? — alcanzo a preguntar antes de verla bajar apresuradamente por las escaleras. 

— ¡Hasta las cinco, nos vemos Jungkook! 

Le sonrío amablemente antes de que el pequeño Jimin se estrelle contra mis piernas. 

— ¡¡Kookie, vamos a jugar!! — es lo primero que me dice antes de siquiera mirarme a los ojos. 

Cierro la puerta detrás de mí y lo alzo a upa, suele quejarse cuando lo hago, pero ahora no ha dicho nada. 

— ¿Ya hiciste tu tarea? — tengo que poner mis brazos de tal forma en la que no se me caiga el bolso ni el pequeño de seis años. Siendo tranquilo, paseando por la casa que tan bien conozco desde hace tiempo, siento al pequeño en el sofá y dejo mis cosas apoyadas a un lado de la mesa ratona: hay juguetes esparcidos por toda la casa, debería limpiar este lugar para que la señora Pipper no tenga que hacerlo, pues ella suele llegar agotada de afuera, a veces los clientes la tratan mal, o mejor dicho, con desconsideración. 

Jimin me observa, siendo cómplice, se nota, por un instante, que definitivamente se ha olvidado de realizar las tareas que le dejan en el colegio. 

— Eres un travieso olvidadizo. — le digo sentándome a su lado, y él se sube a mis piernas para mirarme de frente, básicamente está pisando el muslo con sus piesitos, suerte que está descalzo. — Venga, te ayudaré con tu tarea y luego jugamos a lo que quieras, o... podemos ver una película. — hago una pausa mientras Jimin, muy a mi pesar, baila sobre mis muslos, lo tengo que agarrar de todo el tronco del cuerpo para que no se caiga. — por cierto... ¿Dónde se metió tu hermano?

— Está en la tina. 

— Ay, mierda. — y me maldigo internamente por haber soltado tal palabrota frente al niño — le dije miles de veces a tu madre que no lo deje solo mientras se baña ¿acaso no ha escuchado? la última vez, Yoongi casi se abre la cabeza, Jimin.... tú también debes de cuidar más de tu hermano. 

— Lo siento, Kookie. Lo cuidare ¡lo prometo!

Dejo al pequeño rubio sentado en el sillón y le explico claramente que no se mueva de ahí. 

Yoongi es apenas un año mayor que Jimin... pero aun así es peligroso dejarlo solo. 

Uno: Se puede ahogar. 

Dos: puede resbalar. 

Tres: pase lo que pase soy yo quien asume la culpa, y no me haría gracia que sucediera algo

La vez pasada literalmente, si yo no hubiera estado bañando al pequeño, se hubiera matado. 

— Yoongi... ¡Hey! — chillo cuando me lanza un pato de goma a la cara, mojando toda mi ropa. Es la tercera vez que pasa algo así — ¿Cuantas veces te he dicho que no lo hagas, eh? Están muy rebeldes hoy, me parece — digo en un tono duro. 

Pero el pequeño pone un cara asombrado en cuanto me ve. 

— Creía que eras mi hermano. — es lo único que dice, empleando un tono estúpidamente infantil y tonto que me hace reir mientras me acerco a él y me arrodillo frente a la tina para lavarle el pelo.

— Dijiste eso mismo las otras veces, tontín. — le pongo espuma en la nariz y él se ríe, cosa que no pasa casi nunca, para ser un pequeño de tan solo siete años, raras son la veces que tiene una risa. Es mucho más serio que jimin, pero lo supera en conducta: siempre lanza cosas por todos lados. 

— Estoy enojado — dice cerrando los ojos antes de que le caiga shampoo en los ojitos negros. 

— No lo pareces — digo tranquilamente masajeando su cabeza y enjuagando con abundante agua. Yoongi no vuelve a hablar hasta que lo hago salir de la bañera. Lo llevo a upa hasta el cuarto que comparte con Jimin, por cierto, el mencionado me sigue por toda la casa. 

— Me pegaron hoy. — dice Yoongi y Jimin lo mira sobre mi hombro, mientras lo ayudo a colocarse la ropa. — pero me fui corriendo, no quiero que me dejen como a mis amigos. 

Se a lo que se refiere. 

— La próxima haz lo mismo, no les devuelvas el golpe. ¿Le has dicho a tu madre? 

Él niega con la cabeza. 

— Cuando vuelva, deberías contárselo ¿no lo crees? ella te va a ayudar, quizás puede ir a tu escuela y hablar con los profesores ¿entiendes, Yoongi? dile a un adulto. 

Pero él sigue negando con la cabeza. 

— Entonces la próxima iré yo a hablar? — me levanto de su lugar y salgo de la habitación, con Yoongi colgándose de una de mis piernas, mientras tanto Jimin sigue mirando y se ríe por la extraña situación. 

— ¿Por qué te pegan, Hyung? — le pregunta el rubio cuando los tres volvemos al sillón, tengo que cargar a Yoongi para que no me agarre de las piernas, lo dejo sobre mis muslos de costado. 

— No... no sé. — Yoongi levanta los hombros haciendo un puchero hacia abajo. Miente, por su puesto que yo también sé el motivo. 

— No te preocupes, pequeño, tu hermano estará bien si se defiende, sí. — le acaricio la cabeza, despeinando su cabello en el proceso. — Ahora, ¿hacemos sus tareas?

— ¡Queremos jugar!

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

¿Qué tal el primer capítulo? 

No olviden votar, comentar y difundir!!!!!

Nos vemos :)

For Ever & A Day |Tk| ✔Where stories live. Discover now