For Ever & A Day |Tk| ✔

5 || Infernum ||

5 || Infierno ||

Jeon Jungkook

Creo que llegué antes de lo pedido, pero mejor prevenir que lamentar ¿cierto? llegué exactamente cinco minutos con anticipación, por lo que el señor Kim me felicitó por mi ¿Increible? puntualidad. 

— Llevalo a caminar unas cuadras, por favor. Yo tengo una reunión que atender así que creo que tus horas de trabajo se alargarán un poco más ¿supone una molestia para tí? 

— No, todo está bien, hoy no trabajo de noche, así que puedo quedarme todas las horas necesarias. 

El señor Kim me observa cerrando su bolso/portafolio desde el sillón. 

— ¿Cuántos trabajos tienes, pequeño? — en un tono amable, sorprendido, no de burla, sino de sorpresa repentina. 

— De lunes a viernes asisto a mis clases, y trabajo tres días a la semana en un bar por aquí cerca, señor. Desde las diez a las doce, nada de qué preocuparme. ¡tengo energías para todo! — admito con una sonrisa en la cara, por lo que él también me sonríe. 

— Entiendo. Ten. — me entrega unas llaves — puedes quedartelas, oh y recuerda revisar las cámaras de seguridad cada media hora, tienen que estar encendidas todo el tiempo. 

— ¿Tiene vigilancia en la casa, señor? — miro hacia arriba pero ni siquiera veo las cámaras 

— Están por toda la casa desde que Taehyung perdió la vista — explica en un tono triste, perdiendo el semblante animado y bueno. — deberías haber estado allí cuando pidió que pusiéramos cámaras por toda la casa. Él te dirá donde están. — toma su abrigo y se acomoda la corbata — nos vemos en unas horas, joven Jeon. Gracias por venir aquí. 

Y cierra la puerta con una sonrisa a medias. Suspiro en su partida y me giro, pero me asusto a ver a Taehyung parado desde su habitación, observando en la dirección del pasillo. 

Menudo susto me va a dar. 

Apoyo mi mochila en sillón (supongo que la puedo dejar ahí) y camino hasta el chico. 

— Hola, Taehyung. 

Alza la cabeza hacia mi dirección, pero cabe recalcar que está "mirando" hacia mi nariz, me hace sentir un poquito incomodo.  

— Te dije que no quería un niñero. — espeta en tono irritado, sus cabellos se mueven de adelante hacia atrás cuando sacude la cabeza, negando mi presencia. 

— Tu padre insistió, no puedo hacer nada más que obedecer. — le explico amablemente. 

— Entonces toma el dinero que está en el comedor y vete de aquí, porque no te necesito. 

— Tu papá dijo que salgamos a dar un paseo. Opina que no puedes pasarte la vida aquí encerrado. 

Taehyung se queda en silencio, frunciendo las cejas en mi dirección, detrás de mi oído. 

— No soy un perro que debas sacar a pasear — se ríe con sorna. — ¿para qué voy a salir? si no puedo ver nada. 

Suspiro pesadamente antes de contestar algo coherente. 

— Para que te refresques un poco, para que no estés encerrado todo el día, no lo sé... para estirar las piernas al menos. 

Silencio otra vez. 

De un momento a otro el perro que vi ayer sale corriendo de la habitación de Taehyung a recibirme, yo me agacho para acariciarlo y el can se deja tranquilamente. 

— Deberíamos dar un paseo para... conocernos un poco más, ¿no lo crees? 

Taehyung vuelve a reír con ganas. 

— ¿Para que quieres conocerme? tu único trabajo es sentarte en ese maldito sillón y esperar a que mi padre vuelva, decirle que me has "cuidado" cuando en realidad yo estaré encerrado en mi habitación todo el día, ¿fácil, eh? — está notablemente irritado, molesto, enojado...

Encolerizado es la palabra. 

— Mierda. Solo vamos hasta el maldito parque y ya. — Taehyung se retira y camina con tranquilidad hasta su cama y de ahí saca su bastón: es de color rojo y parece ser de metal. — ¿Donde está Yeontan?

— ¿Hablas del perro?

— Claro, ¿de quién más sino? 

— Está conmigo aquí. 

— Quítalo de en medio porque ya van dos veces en el día que me hace caer. — dice de mala gana y yo solo alzo al perro viendo a Taehyung como se mueve por la casa hasta que llega a la puerta. — déjalo aquí, no lo vamos a llevar, solo supondrá un problema. 

— Está bien. — suelto al perro y este sale corriendo nuevamente hacia la habitacion de Tae. 

Cuando me acerco al sillón saco de allí mi celular y lo guardo en el bolsillo, mientras miro de reojo a Taehyung, quien parece estar observando en dirección hacia el ventilador de techo. Está atento. 

— ¿Qué es lo que... buscas? 

— Fijate si la cámara que está detrás del ventilador está encendida. — explica moviendo a medias el bastón cuando abre la puerta — no escucho el ruido. 

Tardo bastantes segundos en dar con la cámara, está muy bien escondida, pues es pequeña y apenas visible. Pero puedo ver desde aquí que tiene un botón rojo titilando. 

— Está encendida. — él asiente con la cabeza y salimos fuera de la casa, cuando soy yo quien cierra la puerta con las llaves que su padre me dio, él parece poner una mueca peor. 

— A veces las cámaras desactivan el sonido solo, no las escucho y me hago la cabeza todo el día. No tengo ojos que vean —hace una pausa y lo ayudo a caminar hasta el ascensor, pero el se suelta de mi. — por lo que necesito cámaras que le digan a la gente si algo pasa. 

— Comprendo... — subimos al ascensor y todo está en silencio. 

El aire entre ambos es demasiado incómodo, es como si él no estuviera aquíi, pero en realidad sí lo está. 

— Mi padre cree que necesito un amigo — dice después de varios minutos en los que salimos del edificio y empezamos a caminar hasta el parque. — el viejo está loco, ¿no lo crees?

— No. — solo digo, aun dejando mi mano cerca de su brazo, si se cae me matan. 

— ¿Por qué todo el mundo me lleva la contraria?

— Porque todas las personas necesitamos un amigo, Taehyung. Te caeré bien... o haré mi mejor esfuerzo — le sonrío aunque se que no puede verme. Lo hago parar en un semáforo antes de que cruce la calle por su cuenta. Me veo obligado a poner su brazo izquierdo entre mi derecho. Gira la cabeza en mi dirección con mala cara pero al final termina cediendo a que me deje estar pegado a él. 

— Odio decirlo, pero es verdad que necesito depender de alguien. Y eso, es un infierno, Jung... 

— Kook. — completo por él. 

— Jungkook.