...de ti.

824 108 30
                                    

El padre de Wonwoo estuvo ausente casi toda su infancia. Era un ingeniero que viajaba mucho y casi siempre estaba en un avión hacia otro país o solo en su habitación de hotel deseando ver a su familia después de meses de silenciosa distancia. Cuando Wonwoo perdió su audición, su padre estaba en Francia reparando una peligrosa máquina en una fábrica. Nunca llamaba cuando trabajaba, no tenía tiempo, así que no supo de Wonwoo hasta que llegó a casa. Regresó a Corea del Sur por la noche, cuando él ya estaba dormido. Wonwoo había esperado por muchas horas, pero nunca escuchó la puerta principal abrirse, ni cuando subió las escaleras a su habitación y cuando abrió su puerta, Wonwoo saltó. Su papá le preguntó cómo estaba, pero Wonwoo solo veía el movimiento de sus labios. Sintió frío y un vacío, como si alguien hubiera tomado un pedazo de su corazón. Trató de escuchar los sollozos de su papá cuando no contestó, pero sus oídos no cooperaban, quedó atrapado con la imagen de culpa en las mejillas de su padre. Se sentó en el suelo y Wonwoo le acarició la cabeza "Esta bien, papi" dijo. Su mano era diminuta en comparación a su cabeza y desaparecía en una sábana negra de cabello cuando trató de consolarlo. Su padre trató de sonreír, pero unas pequeñas caricias no harían nada con la culpa que sentía. No estuvo ahí cuando su hijo más lo necesitaba. "Tienes que hablar con tus manos ahora. Ya no puedo escucharte". Él dijo mientras su estómago se anudaba y retorcía.

Wonwoo no pudo escuchar a su padre una última vez antes de ser sordo. Daría lo que fuera para retroceder en el tiempo y cambiarlo.

Recordó ese momento muchas veces desde que él y Mingyu rompieron. Le daba miedo que un día se encontrara de nuevo con Mingyu y él abriera su boca para preguntarle cómo estaba y que ningún sonido saliera de sus labios. No podría resistir perder la voz de Mingyu y sentir el vacío de nuevo.

Y ahora, que Wonwoo estaba paralizado debajo de un cielo de fría lluvia, dejando que las personas salpicaran gotas de agua en sus talones cuando pasaban, se dio cuenta de algo increíble. Dios, el destino, el universo o lo que controlara su vida, le estaba dando una segunda oportunidad. Deseó escuchar a su padre una vez más, pero nunca pudo. En ese momento se le estaba concediendo una segunda oportunidad de recuperar su milagro y salvarse de una pérdida que no podría soportar.

"¿Wonwoo, eres tú?" El suave gruñido atravesó la lluvia y calentó a Wonwoo desde adentro. Sintió que su corazón se iluminaba y una pequeña llama encendía y crepitaba entre sus pulmones.

Se volteó soltando sus compras y miró los ojos de la voz.

"Mingyu" exhaló, exasperado y corrió directo a su pecho. "Nunca vuelvas a hacerme eso".

"No lo haré", la voz que sonaba dulce era apagada por el cabello de Wonwoo, "lo prometo".

Mingyu lo sostuvo fuerte susurrando miles de disculpas. Con su mejilla en el cabello de Wonwoo y sus manos en su espalda Mingyu suspiró, dejando salir la culpa, el dolor, el corazón roto, y toda la nostalgia que obstruyó sus pulmones por meses. Miró la nube de su suspiro desvanecerse con el aire y esperó que se lo llevara lejos y que nunca volviera.

"No ha habido ningún día en el que no haya pensado en ti".

Wonwoo asintió, "Yo también. Lo siento". Rompió el abrazo, pero los sentimientos persistían.

Miró a los ojos como gato de Mingyu y sonrió. Los había extrañado, la forma en la que parecían lunas crecientes cuando sonreía y el brillo que nunca se iba. Miró sus labios, aquellos que le dijeron "duerme bien" cuando el pensaba que no podía. Después miró la nariz que se arrugaba al sonreír. Wonwoo no quería pasar otro día sin ellos.

Dos palabras pueden significar millones de cosas, arreglar miles de corazones rotos y resolver un centenar de problemas. Tomó un "Te perdono" de Wonwoo que pegó un curita en ambos corazones y un "Te amo" de Mingyu que los vendó.

Wonwoo supo, mientras las palabras danzaban lejos de sus labios, que nunca quería dejar a Mingyu.

El amor viene en diferentes formas; el amor es ciego, el amor es mudo, el amor es sordo. Solo toma un milagro para hacerlo posible.

Wonwoo aprendió que no todos los milagros son perfectos. Algunos cometen errores terribles, algunos no duran mucho, algunos son sutiles y otros son difíciles de encontrar. Su milagro era un idiota, pero la mejor parte de su vida y amaría por siempre a su milagro, tanto como viviera.

-Fin-

-------------------------------------------------------------------

¿Qué les pareció?

Gracias por leer esta preciosa historia y mil disculpas por la enorme demora.

Love is Deaf [Meanie•Español]Where stories live. Discover now