Historias cortas y Oneshots (Sasuhina) [✔]

No pienso firmar

Sasuke intentaba librase de sus "amigos" como podía, pero lo tenían fuertemente agarrado. Y aunque era un chico fuerte eran cuatro contra uno, se encontraba en una gran desventaja, además uno de ellos era el capitán de judo de Konoha High School.

—¡Suéltenme malditos! —gritó enfadado el morocho. —Solo esperen a que esté desatado—amenazó.

—Mejor ríndete—dijeron a la vez Naruto y Kiba que reían nerviosos, ya que se recordaban a ellos mismos en esa misma situación, puede que peor. Al menos al Uchiha lo retenían ellos y no el equipo de judo del instituto, aquello sí que había sido horrible, aun tenían escalofríos de recordar el sudoroso tacto de aquellos tipos.

Shino soltó un largo suspiro, él no se quería ver involucrado en todo eso, aquello solo les concernía a Sasuke y Hinata, pero su mejor amigo le había dicho que si no les ayudaba no iba a dejar que siguiera saliendo con su hermana y con lo vengativo que podía ser Kiba mejor hacerle caso.

—Ya te lo dije, te soltaremos cuando firmes esto—declaró Neji mientras le enseñaba un contrato.

—¡No pienso firmar eso! —declaró indignado el chico. —¡Esas cláusulas son estúpidas! —dijo enfadado.

—Pues Kiba y Naruto lo firmaron—dijo el castaño señalando a esos dos obteniendo una cara de asombro por parte del chico.

En el contrato estaba claramente estipulado que no se podían tener relaciones hasta que se casaran, y por infortunio él había pillado a su mejor amigo y a la blonda prima de Hinata en plena acción. Le dio arcadas de solo recordarlo, pero gracias a eso había estado con la ojiperla ya que la chica se había desmayado por la impresión y él se había quedado a su lado hasta que se despertase, tal vez sin ese incidente ellos no se hubieran acercado.

Y Kiba tampoco se salvaba, muchas veces había visto como le metía mano a Hanabi, se negaba a creer que la castaña siguiera siendo virgen.

—¿En serio? —dijo el Uchiha con una sonrisa burlesca que puso nerviosos al Uzumaki y al Inuzuka, cuando Sasuke sonriera nada bueno se podían esperar. —Pues creo que estos dos no han cumplido con—pero rápidamente se vio callado por un empujón por parte de los dos chicos haciendo que callera con la silla a la que se hallaba atado.

—¡Malditos! —vociferó el azabache mientras los fulminaba con la mirada y Shino lo ayudaba a levantarse.

—¿Qué es lo que trataba de decir el Uchiha? —dijo Neji mientras los miraba a ambos logrando que ellos temblaran.

—No pienso firmar, así que desátame ya Hyuga—escupió con enfado Sasuke.

—Escúchame bien Uchiha, me da igual que quieras o no, lo vas a hacer. No puedo dejar que Hinata-sama este sin un seguro al estar contigo—dijo.

El morocho solo rodó los ojos, bien podía ser que habían comenzado a salir hace solo dos días, pero el día en que se había declarado a la chica ya había incumplido más de tres tercios de lo que ponía en aquel estúpido trozo de papel. Y, después de haber probado la deliciosa piel de ojiazul, era imposible que la dejase, era demasiado adictiva.

—No lo voy a hacer—dijo sin dudar haciendo que Neji entrecerrara los ojos.

Él le había dado la oportunidad de acabarlo de buena manera, pero no había querido, ahora no le quedaba de otra, para satisfacción suya, emplear la mala manera. Aquello iba a ser realmente divertido.

—Muy bien—dijo Neji con una fría voz. —Si eso es lo que quieres—dijo mirándolo con altivez. —Chicos déjenlos que entren—susurró poniendo nerviosos a sus amigos.

Tanto Kiba como Naruto sabían de primera mano como de cruel podía ser Neji, a Naruto lo había torturado durante horas mientras le ponía varios platos de ramen delante, con una pinta realmente deliciosa y no podía probarlos a causa de estar atrapado en la silla. Y a Kiba lo había dejado durante horas encerrado con un montón de gatos, cosa que él más odiaba en el mundo.

Claro que, no sin antes haberles regalado unas cuantas llaves por todo el club de judo, era todo un demonio.

Ambos habían esperado que el Uchiha atendiera a razones e hiciera lo que Neji le ordenaba, pero como el orgulloso que era, había tomado el camino más difícil, igual que ellos, pobre de él, al final acabaría firmando quisiera o no. Los dos sabían que las llaves del club de judo solo eran una pequeña parte del castigo, el Hyuga conocía sus temores, incluso mejor que ellos mismos.

Sasuke intentaba aguantar cada una de las dolorosas llaves, pero si Neji creía que con solo eso iba a renunciar a Hinata, estaba más que equivocado. Haría suya a la ojiperla cuantas veces quisiera.

Cuando todo el equipo terminó con su "tarea" el morocho lanzó una ladina sonrisa llena de autosuficiencia, que claramente decía que había ganado. Pero las miras de penas de sus amigos y la sonrisa tétrica del Hyuga lo alertó. ¿Acaso había algo más?

—Muy bien Uchiha, tienes aguante—le felicitó cínicamente. —Pero esto solo es el comienzo, ¿no chicos? —dijo mirando a Kiba y Naruto que lo miraron con pesar. —Ahora sí, el plato principal. Déjenlas entrar.

Y con aquellas dos palabras el destino del Uchiha se vio sentenciado.

Cuando aquel grupo de féminas entró a la habitación los cuatro chicos salieron. Sasuke se quedó helado al ver como todas ellas corrían hacia él, como si fuera la última gota de agua en el desierto. Maldijo en su mente a Neji, aquel castigo era inhumano.

Pronto comenzó el desfile de caricias y otras cosas nada propias de una señorita, pero Sasuke trataba de resistir, eran molestas, él no estaba interesado en ninguna de ellas, solo quería a su Hime, pero cuando empezaron los besos ya no pudo más, estaba por perder la cordura, todo aquel roce le molestaba.

Mientras afuera los chicos solo esperaran que en cualquier momento la cordura del chico se rompiera.

—Yo creo que Neji perfectamente podría haber sido mafioso—dijo Naruto mientras un escalofrío lo recorría y Kiba asentía.

—¿Creéis que aguantará? —preguntó Shino, pero los otros dos negaron, todos sabían lo mucho que al azabache le molestaban las chicas.

—Silencio—dijo el castaño. —No quiero perderme el momento en que pida clemencia—dio con una tétrica sonrisa.

Y, sin que pasase más tiempo el grito no se hizo esperar.

—¡Firmaré! —bramó el Uchiha.

Rápidamente todos entraron para que con toda la ayuda del equipo de judo y ellos mismos consiguieran despegar a todas las chicas del morocho, que se encontraba en unas horribles condiciones, con moretones, arañazos y marcas de pintalabios por todas partes. Incluso le habían arrancado trozos de su ropa, esas chicas definitivamente estaban locas.

Incluso Neji creyó que esta vez se había pasado, el Uchiha estaba realmente horrible.

—Desátame—dijo molesto el pelinegro.

El Hyuga le puso delante el papel y el chico lo firmó sin más reparo, para luego romperlo en pedazos dejando helados a los demás.

—¡¿Quieres que hagamos que las chicas vuelvan a entran?! —dijo el castaño pero esta vez fue Sasuke el que sonrió.

—Sabes, cuando esas maniáticas me estaban toqueteando recordé lo que mi hermano dijo una vez—dijo con un brillo feroz en los ojos. —Que, cualquier contrato que se firmaba bajo coacción quedaba invalidado—dijo mirándolo altivamente. —Así que si me amenazas no sirve de nada. Pero, te diré algo más—dijo Sasuke haciendo que Neji lo fulminara con la mirada. —Ya he hecho más de lo que me prohibiste con tu querida prima—finalizó para luego salir de allí y dejar a todos fríos.

—¡Maldito Uchiha! —fue lo último que escuchó el pelinegro.

Pero no quiso perder más tiempo allí, quería que su Hime le límpiese esos asquerosos toques que le había proporcionado aquellas chicas. Y lo iba a hacer toda la noche.

Notas de la autora: Aquí os traigo esto one-shot, donde el lindo de Neji es superprotector con su querida prima, pero es que de verdad que me lo imagino haciendo algo así.