EX DE VERDAD 3

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UN ENORME DRAGÓN

Cuando el peliazul volvió a la fiesta notó como su prometida se encontraba con un semblante triste, haciendo que su culpabilidad creciera, no era como si hubiera hecho algo con su ex, pero tal vez si se hubiera dado la oportunidad sí que la hubiera traicionado. Y aquellos pensamientos solo le hacían sentir peor, como el mayor farsante de la historia de la humanidad, un completa basura.

La chica cuando lo vio corrió a abrazarlo, para luego pedirle que se fuerana a casa, cosa que él acepto, así que se despidieron de todos y se marcharon.

Cuantas promesas se van con el tiempo

Hoy yo me ahogo en un mar de recuerdos

Hinata miraba desde la ventana de su departamento a las diminutas siluetas de desconocidas personas pasar, aunque ya eran altas horas de la noche. Había dejado dormida a su novia en la cama, pero él no podía pegar ojo, la imagen de Satsuki no la dejaba tranquilo, haciendo que recordara la primera vez que ella le había dado un regalo.

Estaban saliendo desde hacía medio año, y aunque él le había hecho los regalos respectivos del primer y tercer mes, ella se había mostrado reacia a ellos. Claro que no es que no se lo hubiera agradecido, utilizaba tanto la bufanda como los guantes que le había regalado, pero parecía que no le gustaban esas formalidades, así que no estaba seguro si era bueno darle aquel gorro, no quería molestarla. Pero claro, estaban a mediados de invierno, y su novia casi nunca llevaba uno, por lo que sus orejas siempre estaban rojas y él quería evitar eso.

—Hyuga—llamó la morocha, haciendo que este le prestara toda su atención.


—Esto es para que sepas que eres mío, solo mío—le dijo ella sonrojando totalmente al Hyuga. —Igual que yo soy tuya, es una promesa—dijo besándolo.

Posiblemente aquella había sido la única promesa que se habían hecho durante el tiempo que salieron juntos, pero parecía que no la habían podido cumplir, ya que ahora ellos habían tomado distintos caminos y solo quedaban los dulces recuerdos de su pasado juntos, algo que nunca desaparecería.

Yo construía un castillo de sueños

Que pronto se derrumbo

Cuando Satsuki llegó a su apartamento tuvo el recibimiento de su rubia mejor amiga, que revoloteaba preguntándole qué tal le había ido con el Hyuga, y aunque no tenía muchas ganas de contarle lo de la boba albina con la que le había encontrado, la verdad es que necesitaba desahogarse.

A medida que la azabache le explicaba a Naruko, el rostro de la chica iba adquiriendo un tono más serio y triste, ya que no se esperaba aquello.

Cuando te vi en aquel bosque encantado

Un duende dijo que tú eras mi príncipe azul

Pero notaba, que, aunque las cosas no habían salido como su amiga las había planeado, había un ligero tono de esperanza en su voz, lo que significaba que no se había rendido. Y, tratándose de ella, solo podía significar una cosa. Volvería a conquistar al Hyuga, total, por más que ella lo quisiera negar el Hyuga siempre había sido como un príncipe azul para la azabache, tan atento y dispuesto a sus caprichos.

Se alegró mucho cuando los sentimientos que tenía su amigo por el chico eran correspondidos. La verdad es que se había sorprendido como el chico había sido quien le había dicho como se sentía.

Historias cortas y Oneshots (Sasuhina) [✔]Where stories live. Discover now