5. Duplo.

4.2K 437 88
                                    

════ •⊰❂⊱• ════

Ian Davis

— Nate, debemos vernos—comento a través del teléfono antes de colgar para no dar lugar a réplica.

Nos vemos todos los días, trabajamos juntos, pero él sabe a qué me refiero ahora mismo.

 Estoy por mi abordar mi deportivo cuando el repiqueteo de unos tacones a mis espaldas llama mi atención. La maldita impertinente camina desentendida, mientras ríe despreocupada y feliz, observando su móvil e ignorando mi presencia en el proceso. 

Mis ojos no parecen querer desviar su trayectoria y continuo estudiando su ligero contoneo hasta que se detiene frente al vehículo horrendo y destartalado en el que supongo que habrá venido. Rebusca en su bolso lo que deduzco que serán las llaves y antes de poder darme cuenta ya estoy caminando en su dirección.

Desde luego parece muy absorta en la mierda que hace porque no parece percibir mi presencia, cuando me coloco tras ella, absorbiendo su estúpido aroma a frutos del bosque, hasta que no trata de abrir la puerta de su trasto y yo la vuelvo a cerrar con brusquedad, sobresaltándola.

— Coño, que susto...— las palabras mueren en su boca abruptamente cuando voltea encontrándome más cerca de lo que ambos esperábamos y su expresión aturdida cambia en fracción de segundos a una enfurecida— ¡Cuidado. Es un vehículo antiguo, no puedes cerrar la puerta con esa fuerza!

— ¿Cuánto quieres?— voy al punto.

Trata de retroceder un paso cuando su rostro se encuentra a escasos centímetros de mi barbilla pero a lo que ella hace llamar vehículo se lo impide. Aún así no muestra su incomodidad y levanta la cabeza completamente orgullosa, lo cual solo incrementa mis ganas de estrangularla. Es una jodida osada.

— ¿Cuánto quiero?—cruza los brazos sobre su pecho y mantengo mis pupilas en su lugar, sin querer deslizar la mirada en dirección al diminuto escote que se está pronunciando.

— Para desaparecer de mi vista y rechazar la oferta de mis madres — me enderezo estudiándola—. ¿Cuánto quieres?

—Mhmm— finge meditarlo mientras yo, no se porqué cojones, no puedo evitar distraerme reparando el fino rostro que queda enmarcado por un maldito cabello negro con un distintivo mechón completamente blanco.

Soy un hombre claro y directo, así que no negaré que la impertinente tiene unos cuantos polvos. Su jodida cabellera azabache, larga y ondulada pero desenfadada junto a ese pelluzgón de cabello blanco que cae por el lado derecho de su cara, le dan un aspecto singular.

No tengo muy claro si es intencional o si se debe a la poliosis pero realmente me cuesta admitir que parece haber sido dispuesto para favorecer su rostro. Los ojos negros en los que sería prácticamente imposible distinguir la pupila no le restan para nada y los labios carnosos, entreabiertos y con un ligero tinte rosado envían una corriente intensa a la parte baja de mi abdomen. 

El calor asciende por mi cuerpo cuando reparo en su maldita y esbelta silueta, poniéndome más nervioso de lo que estoy porque me produce una mezcla de entre rabia y curiosidad que solo me estorba ahora mismo en mi misión directa que es: ignorarla por completo a la par que la repudio en el proceso.

—¿10 millones de dólares, por ejemplo?

Asiento aun distraído con mis cavilaciones hasta que la cifra me devuelve a la realidad.

— Wow, ha sido demasiado fácil, debería haber pedido m...

—¡No voy a darte putos 10 millones de dólares, ¿te faltó oxígeno al nacer o qué mierda?!

DUPLO [+18]✔️  [I]Where stories live. Discover now