15. ¿Qué me ocurre?

4.8K 408 346
                                    

════ •⊰❂⊱• ════
Summer Hill

A regañadientes me abrocho las sandalias azul cielo que guardé en el fondo del armario y creí que no volvería a usar en un tiempo.

—Odio esto —mascullo, mientras Cori me observa con orgullo.

Me pongo en pie para observar el resultado final frente al espejo del recibidor y no está tan mal. Luzco un traje de color crema y puesto que la americana se detiene en mi cintura, la abrocho dejando un pequeño escote que considero decente para una entrevista, usando esta misma a modo de blusa.

Mi rostro tampoco luce tan horrible, pensé que después de haber trasnochado revisando todos los manuales que me prestó Cori tendría unas ojeras del demonio.
Bueno, sí tengo ojeras, pero nada que el maquillaje no haya podido disimular.

—Voy a llorar —mi amiga finge limpiarse una lágrima—. Estás tan guapa... y vas a trabajar conmigo. Creo que es el día más feliz de mi vida.

—Aún no me han contratado.

— ¡Ah! —exclama, ignorando la realidad— Ya sé con qué quedaría perfecto el conjunto.

—Sorpréndeme.

En ese instante, Cori sube las escaleras hacia su habitación con una agilidad digna de campeonato, a pesar de llevar unos stilettos de 12 cm y mientras aguardo pacientemente por su regreso, Daryl se aparece por el umbral del pasillo perfectamente arreglado.
Silba cuando me ve y pego una vuelta coqueta haciendo una reverencia de princesa mal hecha. Mi amigo ríe y se acerca tendiéndome un café.

—Si fuese hetero, no me lo pensaba —bromea.

—No sabes lo que me emociona ese comentario viniendo de mi ex amor platónico.

—¿Ex? Auch.

— No te hagas, sabes que si algún día se te cruza un cable y te apetece probar el néctar femenino...—señalo disimuladamente— Me ofrezco como primer tributo.

—Qué descarada —niega con la cabeza, claramente divertido, a su modo.

Cori interrumpe nuestra atípica conversación y cuando veo lo que sostiene en la mano se me escapa un jadeo.

—Cori... No —murmuro.

—Sí, pero si no lo cuidas con tu vida, despídete para siempre de esos 50 mil dólares.

Toma con el dedo índice y el pulgar el pequeño bolso de Louis Vuitton de la colección de Jeff Koons, y en concreto, el tamaño pequeño de Vangogh.

Sé a ciencia cierta que ha usado este bolso tres veces en su vida y que, además, estuvo ahorrando dos meses para poder comprarlo, lo que hace que me emocioné un poco.

—Sabes que soy un desastre, ¿estás segura?

—Pues aprende a no serlo y no me incites a pensármelo dos veces.

Parece que estamos todos listos para salir, pero Coraima nos detiene corriendo de vuelta a la cocina repentinamente.

—¡Tengo que tomarme la pastilla o los cólicos acabarán conmigo!

DUPLO [+18]✔️  [I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora