23- Familie

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Max abrió la puerta de su departamento y dejó entrar a Mai.
No tenían planeado hacer nada hasta unas horas después así que se decidieron por ver una película.

Max se sentó en el sofá y agarró el control de la televisión para darle play a la película, pero el timbre lo interrumpió.
Mai miró desconcertada al holandés ya que no esperaban a nadie.

El chico abrió la puerta y se sorprendió. Detrás, estaban Sophie y Victoria, la mamá y la hermana del chico.
La argentina se sorprendió y su mente quedó en blanco.

Las dos mujeres saludaron a un Max sorprendido con un abrazo, y al ver a Mai, las sorprendidas fueron ellas.

- Tú debes ser Maitena - Dijo Sophie

A la chica no le salían las palabras así que se limitó a asentir.

- Estaba emocionada por conocerte - Dijo esta vez Victoria mientras la abrazaba

Mai le devolvió el abrazo con una sonrisa, aunque no entendía por qué sabían quien era ella.

- Max nos habló mucho sobre ti - Dijo Sophie al ver la cara de confusión de la chica

- Espero que hayan sido cosas buenas - Dijo Mai bromeando.

Sophie y Victoria rieron divertidas.

- Esto sí que es una sorpresa - Habló Max por primera vez

- Bueno, nosotras queríamos sorprenderte, pero al final ustedes nos sorprendieron - Dijo Victoria

Las mujeres no se habían imaginado que al llegar al apartamento de Max se iban a encontrar con la chica de la que tanto hablaba él.

Lo cierto era que Max les había comentado sobre Mai casualmente y Victoria había querido indagar más sobre ella, y así fue como Max les terminó contando todo.

Después de un rato de preguntas entre las tres mujeres, Max decidió llevarlas a merendar a algún lugar.

Al llegar, se sentaron y siguieron hablando animadamente.
Aunque en la mayor parte de la conversación no incluían a Max, el chico estaba feliz de ver que su mamá y su hermana se llevaban bien con Mai. 

- ¿Y tienes una melliza? - Preguntó Victoria sorprendida

- Si - Asintió riendo - Es la ingeniera de Vettel -

- ¿Tus padres están en Argentina? - Preguntó Sophie 

- Sólo mi mamá - Respondió Mai 

- ¿Y tu padre? - Volvió a preguntar Victoria 

A Mai no le gustaba hablar de su padre, sin embargo, esas dos mujeres que estaban sentadas frente a ella le daban la confianza suficiente para hablar del tema, así que les respondió con una sonrisa amable.

- No lo conozco. Solamente sé que se llamaba Martín, y que cuando conoció a mi mamá en Alemania tenía 22 años y ella 18, se escaparon juntos a Argentina, y dos años después, cuando quedó embarazada, la abandonó - Trató de ser lo más breve.

Max nunca la había escuchado hablar de su padre y tampoco se había animado a preguntarle. 

Al escuchar la historia, Sophie se dispuso a cambiar de tema, no quería hacer sentir mal a la chica ni entrometerse en sus asuntos.

A pesar de la pregunta un tanto incómoda, la pasaron bien, se divirtieron, y se rieron de anécdotas de cuando Max y Victoria eran chiquitos. Y cuando el holandés no las vió, Mai y Victoria le llenaron el celular con fotos que luego él decidiría no eliminarlas ya que le parecían tiernas. 

Volvieron al apartamento de Max y aunque Mai insistió en que las dos mujeres se quedaran ahí y no en un hotel, ellas se negaron.

Antes de que las dos mujeres se fueran, Sophie y Max se intercambiaron unas palabras en neerlandés que Mai no entendió. 

- Ik vind haar aardig - Dijo Sophie

- Ik nam aan - Contestó su hijo

- Verknal het alsjeblieft niet - Finalizó su madre y se despidió de ambos

Mai decidió irse a dormir y Max la siguió unos minutos después. Antes de dormirse se pusieron de acuerdo en el plan que llevarían a cabo al otro día con Vale y George.

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Ik vind haar ardig: Ella me cae bien.
Ik nam aan: Lo suponía.
Verknal het alsjeblieft niet: No lo arruines, por favor.

ZIELSVERWANTENWhere stories live. Discover now