40- Uitleg

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Malena esperaba en el aeropuerto a Max, era la madrugada y hacía mucho frío, pero a la chica no le importaba ya que quería que su hermana estuviera bien.

Al ver al holandés se acercó y lo saludó mientras se dirigían al auto.

- Hace frío, tengo sueño y me dio hambre - Le dijo Malena - Me vas a deber la vida si esto sale bien - 

- Lo sé - Se rió Max - Eres la mejor cuñada del mundo - 

- Soy la única que tienes - Le respondió Malena haciendo reír más al chico 

- ¿Qué está haciendo? - Preguntó Max haciendo referencia a Mai 

- Son las tres de la mañana Max Emilian, ¿Qué crees que está haciendo? - Le respondió la chica sarcasticamente - Está durmiendo - 

- A veces eres igual de insoportable que tu hermana - Volvió a hablar el holandés mientras reía - ¿Está bien? -

- Eso creo - Respondió Male - No está enojada, o no lo demostró al menos - 

Max asintió y el resto del camino permaneció en silencio. Esperaba poder arreglar las cosas con su novia sin arruinar nada.

Al llegar, Malena lo dirigió hacia el cuarto de su hermana y lo dejó sólo. Max entró y vio a Mai durmiendo plácidamente, se acercó a ella y le empezó a dejar caricias en su pelo haciendo que se despierte.

- ¿Max? - Habló Mai un poco dormida aún 

- Hola - Le sonrió el chico 

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó ella

- Vine a hablar - Contestó Max - Puedo explicar lo que pasó -

- ¿Puedes? - Le dijo Mai haciendo que él asintiera

- Lo cierto es que Dilara si fue a la casa de mi madre - Dijo Max 

- ¿Qué? - Dijo Mai interrumpiendolo

- Pero no la dejé quedarse - Aclaró rápidamente él - Le aclaré las cosas de vuelta y aunque se resistió, finalmente se fue. Supongo que lo de la entrevista lo hizo para arruinar lo nuestro - 

- ¿Y la foto? - Preguntó Mai al borde de las lágrimas 

- Es vieja - Contestó él 

Mai se quedó callada, pero la expresión en su cara se volvió más seria que antes, haciendo que Max se alertara.

- ¿Estás enojada? - Preguntó él 

- No - Negó Mai suspirando

- ¿Qué pasa entonces? - Volvió a decir Max

- Es que no lo entiendes. Las cosas no se van a solucionar hablando entre nosotros - Dijo Mai - Nosotros no somos el problema, es ella. Que mientras tenga la oportunidad va a tratar de separarnos y yo no sé si pueda seguir soportando eso - 

Max abrazó a su chica cuando vio que aparecían un par de lágrimas en sus ojos, él la entendía y lo que menos quería era que sufriera.

- Tranquila - Le dijo acariciando su pelo - Te prometo que voy a hacer algo al respecto. Ella tiene que entender de una vez que no me va a poder alejar de ti nunca - 

Mai asintió y se acercó para darle un beso. Aunque habían sido pocos días los que habían estado separados, lo había extrañado muchísimo.

- Estás helado - Se quejó Mai cuando se separó 

- Hace mucho frío aquí - Se rió él 

- Vamos a dormir, es tarde y debes estar cansado del vuelo - Habló la argentina 

Max asintió y luego de cambiarse se metió a la cama con ella. Mai se apoyó sobre su pecho y lo miró sonriente. 

Te amo - Dijo Max en un intento de español haciendo que Mai sonriera más y lo besara 

Te amo - Dijo ella para finalmente acurrucarse más en contra de Max y dormirse.

ZIELSVERWANTENWhere stories live. Discover now