⟲ 𝙛 𝙤 𝙧 𝙜 𝙚 𝙩 ⟳ 𝕜𝕒𝕣𝕞𝕒𝕝𝕒𝕟𝕕 𝕪 𝕥𝕦

𝚡𝚡𝚡𝚡Ꭵ𝚟.𝚌 𝚊 𝚙 𝚒 𝚝 𝚞 𝚕 𝚘

Auron se quedó estático al ver a su amiga en la entrada de su casa. Notó como se tomaba el brazo derecho por detrás de la espalda, como sus ojos no lo miraban fijamente por más de dos segundos, y como mantuvo distancia al verlo; estaba conteniéndose.

— ¿Te vas a quedar aquí? — Dijo aún incrédulo. Ella suspiró y asintió.

— Creo que es hora de arreglar ciertos asuntos ¿No crees? —

Auron asintió y la dejó pasar. Se quedó parado en la puerta mientras que ella bajaba las escaleras. Sintió una fuerte mirada en su nuca y se giró hacia el bosque, notó un pequeño punto oscuro entre los árboles, afinó su vista y trató de ver mejor si era un zombie o una persona, porque si era lo último, iba a reportarlo a la policía.

— ¡Eh, tú! — Exclamó. Ante los ojos de Auron la sombra se había movido—. Es que hay que ver que guarra es la gente. — Mantuvo su vista unos segundos más y se volteó cerrando sus puertas. Sacó su móvil del pantalón y marcó el número de la policía karmaliana— ¿Aló, policía? —

El incómodo silencio que reinaba en la habitación le hacía pensar a la pelinegra que había sido una corazonada equivocada la que había tenido al ver la casa de Auron. Tomó un trago de una de las botellas de agua que el castaño había servido y miró el lugar, sin duda su contrario había hecho un buen trabajo mejorándolo.

— ¿Y cómo has estado? — Preguntó por fin el castaño. ___ empezó a sentir levemente con la cabeza y a enroscar la tapa en la botella. —

— He estado bien. — Cruzó sus piernas y brazos—. He salido con Luzu estos días para ayudarlo con lo de la alcaldía, también he estado concentrada en otros proyectos míos. — Concluyó. Auron la miró con duda. Desde su punto de vista, los gestos de su amiga no coordinaban con lo que decía. Trató de mirarla con ojos de amigo y no de psicólogo, eso sería para después. — ¿Tú cómo has estado? —

— Bueno... Ocupado más que todo, por alguna razón estos días he estado recibiendo muchos pacientes, pero creo que lo he llevado bien. Frederick ha estado bien. —

Ambos notaban lo rígido y vacío que eran lo que decían.

— Mira, sé que las cosas entre nosotros han estado complicadas por lo que pasó. Quisiera hablar de eso. —

— No es como si pudiéramos hablar de otra cosa ¿No? — Dijo a modo de broma ___—

— No, supongo que no. — Auron mostró una pequeña sonrisa. Todo parecía ir bien. —Sé que lo que elegí hacer esa mañana estuvo mal, es decir, casi te matan, por milagro sobreviviste. —

— Correcto. — Afirmó la pelinegra. Auron iba a hablar, pero ella lo interrumpió—. Sin embargo. — Suspiró con pesadez—. Supongo que tengo que agradecerte por haber hecho el trato. — Auron la miró vagamente sorprendido; para él, el trato había salvado de cierta forma a su amiga, lo que lamentaba era las consecuencias de ese acuerdo—. Impediste un posible asesinato. —

El pelinegro sonrió levemente.

— Estos días han sido un poco diferentes para mí. — Continuó la pelinegra. Recordó efímeramente lo sucedido con Nieves—. Sonará estúpidamente cliché, pero he estado reflexionando sobre algunas cosas. Y prefiero recuperar tu amistad que seguir peleados—

Auron no borró su sonrisa, pero tampoco la amplió. Una actitud de redención por parte de __ no era algo que esperaba, ni él ni su yo psicólogo. Observó nuevamente las manos de ella, su mano derecha agarraba con fuerza la otra, buscando contener una opinión que aún no había sido pronunciada por los labios de la pelinegra. Por ahora, decidió no intervenir tanto, más tarde sería mejor.