CAPITULO 13

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CAPITULO 13.

— ¿Estuviste en casa de Naruto?

Sasuke ante aquella pregunta miró por sobre el hombro a Sakura quien acababa de entrar al comedor de la casa que aún se mantenía oscuro por las cortinas que seguían bloqueando la luz del sol que acababa de asomarse — Lo hice.

— ¿Y luego? —Preguntó Haruno, sin moverse de la posición que había adoptado, con la mitad de su cuerpo apoyado en la pared del pasillo que separaba la estancia de las habitaciones.

— ¿Hay algún problema? —Cortó el interrogatorio Sasuke olvidándose del café humeante delante de él.

Sakura comenzó a caminar hacia su dirección, con esa mirada extraña fija en sus ojos que no parecían pronosticar nada bueno, pero ella se mantuvo impasible mientras tomaba lugar a su lado en la mesa del comedor.

—Hinata llamó para saber cómo estabas —Dijo Sakura recargando el mentón sobre una de sus manos.

Sasuke notó la inspección que su esposa hacia sobre él, pero no comentó nada al respecto. El hecho de que la esposa de su amante se diera la molestia de mostrar preocupación hacia él, quien se marchó sin ninguna muestra de agradecimiento hacia su cortesía, lo desencajó un poco.

—No escuché que el teléfono sonara —Comentó Sasuke analizando a Haruno detalladamente ahora que la tenía más cerca. El pijama desarreglado y el rostro descansado de su esposa le daban indicios de que esta no había pasado la noche en vela como creía que había estado haciendo en el hospital.

Vio como Sakura estiraba la mano para coger la taza de café olvidada para darle un sorbo, con sus ojos verdes fijos en él.

Ahora que lo pensaba, no había escuchado a su esposa llegar en la mañana, ni tampoco había sentido su chakra cuando volvió a altas horas de la noche después de haber escapado de la casa de Naruto y dado un par de vueltas por la aldea buscando distraer su mente.

—Es porque no llamó esta mañana —Respondió su esposa sin dejar de beber ese líquido amargo que ella por lo general solía endulzar hasta decir basta— Lo hizo ayer, alrededor de las diez y media de la noche.

Sasuke sintió su pulso acelerarse un poco e inmediatamente captó el detalle que le dio la explicación que estaba buscando en ese momento— No te correspondía el turno de noche.

Notó como Sakura tensaba los dedos sobre el café que seguía bebiendo como si fuera propio — No. Me quedé aquí.

—Ocultando tu chakra —Agregó Sasuke sin disimular la molestia en su voz.

—Lo hice porque quería sorprenderte —Se defendió sin dudar la chica dejando la taza sobre la mesa— Quería tener un momento a solas contigo, Sasuke-kun.

Había algo en el rostro de Sakura que le impedía creer en las palabras de su esposa, por muy sinceras que estas sonaran. Sabía que era demasiado pronto para hacer una acusación, pero estaba seguro de que esa mujer, quien había sido su compañera de equipo y con quien había logrado forzar un lazo, lo estaba poniendo a prueba y lejos de sentirse arrinconado como solía sentirse delante de ella cuando Sakura aparentaba saber más de lo que debería lo tomó como un reto el cual no iba a perder.

Tenía que admitir que Sakura lo había hecho bien en esa ocasión. Hacer a un lado a Sarada y fingir ausencia para ver si su esposo aprovecharía la oportunidad de estar solo para comprobar las sospechas que traía sobre él, había sido una buena estrategia, salvo por un pequeño detalle que Sakura pareció no contemplar. Sasuke no permitiría jamás que su amante pusiera un pie en esa casa.

I N C O R R E C T OWhere stories live. Discover now