Evadir.

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—Alice, ¿algún día responderás alguna de nuestras dudas? —preguntó Bella, quien había estado guardándose sus dudas sobre cierto chico.

Las hermanas Swan no tardaron mucho en acostumbrarse a la inusual presencia de la vampira, tal vez porque no era mucho el rato que pasaban juntas. No parecían cansarse de la animada y extravagante actitud de Alice, sin embargo, constantemente se frustraban por sus evasivas respuestas.

—Después de que ustedes respondan las mías.

—Hemos respondido cada pregunta que nos has hecho, incluso las extrañas. Apenas te conocemos.

—Si, es decir, ¿Quién te pregunta tu tipo de sangre a los cinco minutos de conocerte? —exclamó Adara con obviedad.

—No fueron cinco. —se excusó. —Pero está bien, les contestare algunas dudas, solo algunas. Me gusta el misterio.

—¿Dónde está Edward? —soltó Bella sin más, Adara rio por el poco disimulo de su hermana.

—No lo sé.

—No te creo, ¿Cómo no vas a saber dónde está tu hermano?

—No miento, el lunes saliendo de clase se fue, solo le avisó a "nuestros padres". —las comillas fueron más que exageradas, algo que no pudo evitar, no estaba acostumbrada a no llamarles por sus nombres.

—¿Por qué se fue?

Adara se golpeó la frente con la palma de la mano, sin duda no le importaba ni un poco disimular. Alice soltó una pequeña y encantadora carcajada, disfrutaba de la obviedad de la chica, Bella por su parte estaba desesperada, tanto que la emoción era palpable hasta el otro lado de la cafetería, donde un rubio vampiro trataba de mantener la compostura.

—Pensé que querrían saber de mí.

—Si, bueno, tú y tu familia son un enigma. —su vista viajó a la mesa de los Cullen, ninguno de los tres estaba mirando en su dirección.

—Oh, ¿significa que a ti también te interesa mi familia?

Adara no pudo evitar ponerse incomoda cuando Bella rio entre dientes. Ella era una buena actriz, pero, ¿su hermana? Era la peor de todas y siempre encontraba la manera de arrastrarla con ella.

—Deberías escucharla hablar entre sueños, nunca deja de hablar de unos lindos ojos dorados que cuidan de ella.

—Eso es interesante, cuéntame más.

—Bella, cierra la boca.

—Wow, es divertido el cambio de papeles. Como te decía, Adara ha tenido sueños parecidos toda la semana, algo que la cuida en el bosque y unos ojos que la atraen con fuerza, pero es todo lo que ve, un par de ojos dorados, si me lo preguntas muy parecidos a los de...

La vampira sonrió entusiasmada, no era necesario poseer los dones de Edward o Jasper para saber a quién se refería Bella y como se sentía Adara al respecto. A ese paso todo sería mucho más sencillo y su visión se cumpliría con rapidez.

—Basta, Bella. Alice tiene los ojos dorados, todos sus hermanos tienen los ojos tan peculiares.

Alice se removió incomoda, le agradaban las hermanas Swan, pero no quería que comenzaran a notar aquellas características que la diferenciaban a ella y a su familia del resto, mucho menos que empezaran a atar los cabos, no hasta estar segura de que valía la pena.

El timbre sonó anunciando el final de la hora del almuerzo, las Swan se despidieron de su nueva amiga y caminaron en dirección a su próxima clase sin hablar, ambas estaban demasiado sumidas en sus recuerdos.

Jaspe.Where stories live. Discover now