Jaspe.

Probablemente.

—¿Dónde demonios estabas, Adara? —se acercó su padre en cuanto la vio entrar.

Un suspiro de alivio salió de sus labios al ver a su hermana sentada en la camilla, sana y salva, sin un solo rastro de herida. Se acercó a ella y acarició su cabello juguetonamente, igual que cuando la quería molestar. Bella entendió que era una forma sutil de demostrarle su cariño.

—Eso no importa, lo que si importa es que Bella no fue aplastada. —dijo con un exagerado tono de ánimo.

—Lo lamento mucho, Bella, yo...—el chico detrás de ellas fue interrumpido cuando Charlie cerró la cortina haciendo notar su poca paciencia.

—Dos Swan en un día, eh. —dijo en forma de saludo mientras entraba a la habitación.

—Doctor Cullen. —saludó el jefe de policía. Luego se acercó al oído de su hija para susurrarle. —¿Dos? Me debes una explicación.

Adara trató de sonreír lo más inocente posible, ganándose una mirada reprobatoria de su padre. No tenia mucho que explicar, no había pasado gran cosa en realidad, solo se asustó por su hermana -quien debería tener toda la atención en este momento- y había tenido un pequeño desmayo, nada serio según el médico. O eso supuso porque no esperó diagnóstico. Aunque no la detuvo de su escape, si hubiera algo grave con ella estaba segura de que el doctor Cullen no la dejaría huir, así como así.

—Bueno, jefe, sería todo, solo es necesario que firme algunos documentos... por cada una.

Adara maldijo en un susurro tan bajo que solo el vampiro la escuchó. ¿Era en serio? Ella no necesitaba ningún documento, estaba bien, nada le había pasado. De hecho, si Jasper no la hubiera llevado al hospital nadie se habría dado cuenta de su desmayo, debió de haberse quedado en la escuela esperando a que despertara.

—Él se fue. —le informó el doctor, suponiendo en que pensaba aquella chica. —No le gustan mucho los hospitales.

Asintió lo más tranquila que pudo, no podía culpar a ninguno de los dos, Jasper probablemente solo seguían un protocolo o instrucción lógica, mientras que el doctor solo hacia su trabajo como era debido. Sonrió levemente y salió de la habitación en busca de su familia. Cuando la dura mirada de Charlie se posó sobre ella comenzó a hablar, no lo dejaría iniciar la conversación con un regaño.

—No fue nada, estoy muy bien, ¿sí? —la mirada de su padre no se ablandó, aun quería explicaciones. —Yo iba saliendo del edificio cuando Bella ya me esperaba en el estacionamiento, estaba muy lejos del accidente cuando pasó por lo que no pude ver que Bella estaba bien, entré en pánico y me desmayé, pero estoy bien, el doctor Cullen me revisó y no encontró algo digno de comentar.

Por fin Charlie se tranquilizó, sonaba bastante lógica la explicación de su hija y ante sus ojos, ella lucia perfectamente, si el doctor Cullen no hubiera dicho nada, él no se habría dado cuenta que algo le había pasado a su hija mayor.

—Una cosa más, ¿Cómo llegaste aquí?

—Eh... un compañero me trajo.

—¿Por qué no te llevó a la ambulancia?

—Estaba ocupada.

—¿Qué compañero?

—No es importante.

—No pregunté su relevancia.

—Tampoco su nombre.

—¿Quién era?

—Jasper Hale. —susurró.

La conversación, o, mejor dicho, el interrogatorio, había fluido tan rápidamente que Adara apenas y había respirado, cuando su padre relajó la postura supo que aquello había terminado.