Sacrificios.

3.4K 351 9
                                    

A la mañana siguiente después de que Adara tomara una ducha, emprendieron camino al aeropuerto. El plan era sencillo, Emmett intercambiaría el lugar con Jasper para poder seguir con Adara y así ellos, junto con Bella y Edward irían a algún lugar seguro. O bueno, eso creían los vampiros, porque en cualquier momento las mellizas Swan escaparían... aun no sabían cómo, pero lo harían.

No fue sorpresa para ninguna de las dos ver el aeropuerto atestado de gente. Los vampiros caminaban tras las humanas observando en todas direcciones mientras se dejaban guiar hasta la terminal cuatro, donde el avión de los Cullen aterrizaría.

Se sentaron en unas sillas que Adara sintió inusualmente incomodas a esperar que el avión llegara. Ver el gran reloj solo la inquietaba más, parecía ir extremadamente lento. La mano de Jasper descansó sobre la suya, obligándole a detener sus movimientos nerviosos.

Diez minutos más tarde, cuando faltaba media hora para que el vuelo de los Cullen llegara, Bella dijo tener hambre.

—Yo igual. Vamos. —se levantó de la silla.

—Yo las acompañare.

—En realidad... preferiría que viniera Jasper con nosotras...

Adara maldijo internamente, le estaba costando muchísimo mantenerse tranquila, haberse alejado un poco de Jasper para poder preocuparse a gusto no beneficiaria a nadie, pero en serio lo necesitaba. Mas no puso replicas.

Ambos vampiros se miraron por un segundo, extrañados por la petición de Bella. Asintieron. Jasper tomó la mano de Adara nuevamente y mantuvo a Bella bastante cerca de ambos, lo suficiente para tomarla del brazo con solo estirar el suyo.

Bella era quien los guiaba, observando cada puesto de comida de la plaza. Adara vio el reloj con impaciencia, ¿Cuándo podrían escapar? Estando sujeta a Jasper ni siquiera correr era una opción.

—¿Te importaría? Será solo un momento. —preguntó señalando el sanitario. Adara reprimió su sonrisa, comprendiendo todo. Jasper asintió.

Adara reconoció al instante aquel sanitario, años atrás se había perdido en el aeropuerto por culpa de ese baño.

—Ada... ¿puedes venir a ayudarme con... algo?

Ahí no se esforzó en reprimirse, sonrió casi con burla y asintió. Volteo a ver a Jasper, esforzándose porque no se le cristalizaran los ojos, ¿Cómo había logrado caer enamorada tan rápidamente?

—Te quiero... y te aviso que voy a besarte.

Jasper asintió sonriendo, abrazando por la cintura a la humana. Adara se puso de puntitas, recargando sus brazos sobre los hombros del vampiro. Lo besó castamente, no debía levantar sospechas. Volvió a besarlo rápidamente. Se obligó a no sentirse mal, si Jasper percibía su tristeza no podría explicarle que era un beso de despedida.

—Eres un genio. —susurró en cuanto entró al baño, viendo la otra puerta de salida.

Ambas se echaron a correr a la salida frente a ellas. En cuanto estuvieron fuera de los baños se tomaron de las manos, Bella era la guía y Adara se aseguraba de que ni Alice ni Jasper las vieran. Doblaron en una esquina y para su suerte un elevador de los que bajaba tenía las puertas abiertas. Alcanzaron a entrar antes de que las puertas se cerraran, ignorando a los irritados pasajeros que tuvieron que amontonarse más para que las mellizas cupieran.

Salieron lo más tranquilas posible del elevador al ver a unos guardias de seguridad, ignoraron los murmullos furiosos a sus espaldas y caminaron hasta la salida. Bella seguía guiándolas mientras Adara observaba nerviosa a su alrededor, ¿Cuánto tiempo pasaría para que Jasper se diera cuenta que habían huido? ¿y si ya sabía? ¿hasta dónde alcanzarían a llegar?

Jaspe.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant