Llamadas.

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—Les he pedido algo de comida, esta en el saloncito.

La voz de Alice la hizo incorporarse casi de un salto. Al despertarse se había quedado viendo el suelo sin pensar en nada que no fuera la zapatilla deportiva que estaba tirada, se sentía sumamente agotada y somnolienta que ni siquiera se había dado cuenta de que no estaba sola, no hasta que escuchó a Alice levantando levemente la voz para ganar su atención.

Adara se levantó de la cama tallándose los ojos con cuidado, viendo la habitación de hotel, estaba tan oscura que supuso que era de noche y no cosa de las gruesas cortinas. Antes de salir de la habitación les sonrió a ambas chicas. Localizó a Jasper sentado inmóvil en la mesa que había en una esquina, tenia la vista clavada en el televisor, pero Adara estaba segura de que no prestaba atención. Como si algo hubiera conectado en su cabeza, el rubio se acercó con una velocidad inhumana a Adara, la abrazó fuerte pero cuidadosamente, acariciándole el cabello.

—Ven, debes comer algo. —le susurró mientras la llevaba a la mesita de centro, donde dos bandejas de comida reposaban.

Adara tomó una de ellas inspeccionándola, Jasper le sonrió y asintió, adivinando que la humana se asegurara que fuera comida apta para su dieta. Jasper tomó asiento en el sillón frente a la mesita, mientras que Adara se sentó en el suelo, recargándose levemente en una de las piernas de Jasper. Unos segundos después, Bella se sentó a su lado para comer, con mucho menos animo que Adara, quien estaba realmente hambrienta por lo que toda su atención viajaba a la comida y a sentir los fríos dedos de Jasper acariciar su cabello. Incluso cuando Bella comenzó a hacer preguntas preocupada porque Edward no había llamado, Adara siguió comiendo con calma. Lo único que logró que desviara su atención de la comida fue el cambio en el tono de voz de Jasper y el hecho de que había dejado de acariciarle el cabello.

—¡Escúchame! Nuestra familia es fuerte y nuestro único temor es perderlas.

Adara levantó la vista, Alice tenía una expresión de angustia y Jasper se mostraba serio, aligerando el ambiente y tratando de calmar a Bella.

Después de aquella situación Bella había pasado todo el día vagando por las habitaciones, la incertidumbre la estaba matando y Adara estaba segura que sus mareos y dolores de cabeza eran por seguir con la mirada a su hermana.

Cuando Alice y Bella decidieron ir a la habitación, Jasper levantó del suelo a Adara, recostándola a su lado.

—Lamento haberte ignorado...

—No lo hagas. —le interrumpió. —Gracias a eso estas aquí.

—No podría dejarte sola, no sé qué haría si...—Adara tragó saliva nerviosamente, pensando en que tan altas eran las posibilidades de morir. —Lo mataré, no permitiré que te haga nada, ni a Bella, ¿entendiste? Te mantendré a salvo.

—¿Cómo se mata a un vampiro?

—¿En serio, eso es lo único a lo que pusiste atención? —sonrió de esa forma que tanto amaba la humana, sin embargo, no fue suficiente para distraerla y hacerle olvidar su pregunta. —Dividiéndolo en pedazos y quemándolos. No es algo muy lindo de ver y es bastante difícil, pero podremos hacernos cargo.

—Ya lo has hecho. —dijo en un tono entre duda y afirmación.

—No estoy orgulloso de ello, pero admito que ahora me resultará de ayuda la experiencia.

Ninguno dijo nada más, pasaron el resto de la tarde recostados, a ratos Adara se quedaba dormida con la esperanza de desaparecer el dolor de cabeza, cosa que no iba muy bien.

Cuando despertó de lo que fue más o menos su quinta siesta fallida, fue por Jasper, quien la alejó de él para caminar a con Alice, quien se acercaba a ellos con la mirada perdida, Jasper la tomó por las muñecas y la hizo sentarse en el sillón, al lado de la humana. Bella estaba recargada en la división de ambas habitaciones.

Jaspe.Where stories live. Discover now