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Para cuando llegamos a mi departamento la canción que estaba sonando al salir del estacionamiento terminaba

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Para cuando llegamos a mi departamento la canción que estaba sonando al salir del estacionamiento terminaba. No mentía al decir que estaba a solo dos calles.

Había decidido mudarme allí porque todo quedaba relativamente cerca, al menos todo lo que solía frecuentar; la universidad, y mi trabajo. Con suerte, el campo quedaba un poco más cerca.

Estacione el Jeep y nos bajamos de este en silencio. Ninguno había dicho nada más luego de aquel pequeño encuentro de palabras. Parecía haber sido suficiente aunque no hubiera algún contexto a las palabras.

Mis pasos eran torpes y lentos. Mi noche de repaso se había ido a la mierda por culpa de Devon, porque evidentemente no iba a dejar a Harry sin más después de que se peleó con mi ex novio por mi culpa.

Porque claro, Devon estaba celoso de Harry.

¿Cómo demonios era eso posible?.

No había tenido mas contacto con Harry del necesario, solo cuando ate su cabello en el partido, pero aquello me parecia sumamente absurdo. ¿Que demonios le ocurría a Devon?, jamás se había molestado de aquella forma, y no comprendía por qué sucedía dos años después de haber terminado.

Mi cabeza era un lío, tanto que no me percaté de que habíamos entrado a mi departamento. Deje las llaves sobre la mesa junto a perchero y así mismo, mi saco de algodón.

Observe a Harry examinar el pequeño lugar con detenimiento. Mis padres lo pagaban porque no me permitían hacerlo a mi. Me había cansado de discutir con ellos respecto al tema, pero no quería que se molestaran demasiado, así que había accedido a que ellos pagaran la renta siempre y cuando yo comprara mis cosas personales; comida, aseo, limpieza, y esas cosas.

Ellos aceptaron a regañadientes, pero era un trato justo después de todo.

-Sientante allá -. Señale el mueble en medio de la sala de estar. No era demasiado grande, pero me gustaba.

Los ventanales grandes dejaban ver la ciudad debajo de nuestras narices. Agradecía vivir en el último piso solo por eso. De noche lucia muchísimo más bonito que de día, por supuesto, y aquella noche en específico no era la excepción.

Harry se encaminó hasta el mueble y observó atento la vista delante de él. En realidad tenia que admitir que era preciosa.

Me dirigí hasta la cocina y rebusque en uno de los cajones la bolsa de cosas médicas. G me había obligado a hacerla cuando me mudé, y ahora lo estaba agradeciendo más que nunca.

No solia enfermarme y tampoco tener accidentes de ningún tipo, así que era la primera vez que lo abría en meses. Tome varios algodones y la pequeña botella de alcohol. Iba a dolerle, pero no podía dejar que las heridas se infectaran.

-¿Tu nariz dejó de sangrar?.

Le pregunte encaminandome hacia el mueble con paso lento. El departamento era abierto, por lo que casi todo estaba conectado al ambiente sin paredes, salvo por mi habitación.

SUNFLOWER • h.s Donde viven las historias. Descúbrelo ahora