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Tiempo

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Tiempo.

El jodido tiempo.

Ese que era relativo.

Habían pasado exactamente quince días desde la reunión en la casa Styles. G y Devon habían estado junto a mi en cada segundo que podían en la universidad.

Según ellos, porque todavía me encontraba algo delicada psicológicamente como para afrontar todo yo sola.

Tonterías.

La ira me tenía con los ojos más abiertos que nunca. Estaba más cuerda que jamás en toda mi vida, y quería venganza. Quería que Lincoln se pudriera en la cárcel y, a mi pesar, tendría que arrastrar a mi padre con el.

Ira. Asco. Decepción.

Sentia tantas cosas negativas hacia mí padre que ni siquiera podía actuar bien delante de él. No podía fingir que no había sido parte de la muerte de su hijo.

Hacia una semana que le habia pedido su laptop en algún intento de conseguir algo en ella. Entre a su oficina a escondidas para investigar algo, y para mí desgracia lo hice. Habían correos entre el y Lincoln en la papelera digital, y la mayoría eran sobre sustos y otras cosas ilegales sobre sus malditas sucursales.

El me pilló.

Me consiguió en la oficina y yo me excuse con facilidad diciendo que la mía se había estropeado y que necesitaba la de el. Por supuesto, el antes me la pidió, y borró cualquier rastro existente sobre el tema.

Así que a regañadientes me la había llevado a casa, y tras comentarle el problema a Louis decidimos entregársela a un amigo de el que sabía como hackear cualquier tipo de cosas.

Si, algo ilegal para conseguir algo ilegal. Era justo, ¿no?.

Todavía no podía creérmelo por completo. Mi padre era un hijo de puta, siempre lo supe, y aunque no solía actuar como el mejor padre todo el tiempo, tenia buenos recuerdos de el.

Joder, qué era el que había nombrado como mi héroe, era mucho más complicado que lo demás. Y si, la cosa es que sentia como que alguien se había alejado también, así como Alessandro.

Y por un momento pensé que la muerte era mejor que la traición.

Porque, el dolor que me producía hablar sobre Alessandro era incomparable, pero el hecho de saber que mi propio padre nos había traicionado de una manera tan retorcida me dejaba casi sin alma.

-Bueno, gracias al cielo falta solo una semana de cárcel.

Sonrei de lado -. Si, supongo que las vocaciones serán interesantes.

-¿Iras a la cabaña?.

Suspire sonoramente -. ¿Tu crees que yo estoy para eso, G?.

-A ver, Alex, todos estamos afectados por el tema pero no puedes seguir en el mismo lugar toda tu vida. Si decidimos hacer esto es para seguir adelante tranquilos.

SUNFLOWER • h.s Donde viven las historias. Descúbrelo ahora