42

609 30 2
                                    

Estacione la camioneta en el espacio disponible con un rápido movimiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estacione la camioneta en el espacio disponible con un rápido movimiento. Mis manos comenzaban a sudar otra vez, y tuve que respirar hondo varias veces para no ponerme a temblar. No podía actuar tan nerviosa delante de ninguno si no quería arruinar las cosas, lo sabía muy bien, pero no podía controlarlo.

Entreabri el bolso a mi lado para volver a verificar que la pistola estaba ahí, y brillaba por la luz del estacionamiento. Solo esperaba no tener que usarla. Estaba más que claro que era muy buena disparando, mi puntería era excelente y sabia manejar el arma, pero aún así seguía dandome algo de miedo llevarla a uso en un momento tenso.

Mis nervios no hicieron más que aumentar cuando Zayn me dejó en el departamento hace una hora. Sabía que habían muy pocas probabilidades de que algo pasara en la cena, pero tampoco quería confiarme demasiado. Ninguno podía hacerlo, y aunque sabía que cada uno estaba muy al pendiente de sus teléfonos por si las cosas se complicaban no pude evitar sentirme algo desamparada en toda la situación. Incluso cuando sabia que iba a estar Zayn adentro.

La verdad es que no sabíamos el motivo de la dichosa cena. Podía tratarse de una simple y estupida reunión entre la familia de Lincoln y la nuestra por tradición, o en verdad ser todo una trampa solo para jodernos. Si tenía que ser honesta no lo había pensado hasta que los chicos se mostraron preocupados por eso. Supongo que había sido un error mío no tener los ojos más abiertos, pero no podían culparme, ya tenia demasiado sobre mis hombros.

Ademas, si Jake y Devon estaban preocupados, sabiendo bien que -seguramente- estaban un paso por delante de todos, yo tendría que cuidarme muy bien las espaldas. Agradecía a todos los cielos que Zayn estuviera presente, porque si no terminaría desmayandome por los nervios.

Me bajé a paso lento y me encaminé hasta la puerta trasera de la casa sin hacer ningún tipo de ruido, en donde abrí sin esfuerzo y pasé a través de la cocina llena de cualquier tipo de comida. Siempre me habían aburrido las cenas y reuniones de mi padre, Alessandro solía salvarnos la mayoría de las veces y terminábamos huyendo en su auto. Podía decir que eran los momentos que más extraño con él. Esa sensación de libertad que sentíamos cada vez que recorríamos la ciudad sin ningun compromiso, ni rumbo.

Habiamos sido buenos hermanos. Nos habíamos apoyado hasta el último segundo. Nuestra relación fue mucho más que cuestión de ADN, éramos amigos protegiéndonos de todo lo malo. Habiamos sido los mejores amigos, y todo el que nos conocía sabía muy bien que ambos éramos la luz de los ojos del otro.

-¡Hasta que llegas!

Le di un repaso rápido a mi madre cuando la vi bajando las escaleras con esa clase que había intentado enseñarme a mí. El vestido rojo le quedaba sensacional. Tenia una abertura en la pierna, y un escote bastante grande en el pecho y la espalda. No podía negar que mi madre era preciosa, eso sí.

-Tu padre está furioso, sabes muy bien que odia cuando eres tan impuntual.

Rodé los ojos sin poder evitarlo -. Han pasado sólo quince minutos, mamá.

SUNFLOWER • h.s Donde viven las historias. Descúbrelo ahora