Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
-¿Como te sientes, cariño?.
Gemma estaba adormilada, probablemente porque la anestesia no la había abandonado por completo. Sus padres estaban a un lado de la camilla y Harry del otro. El ojiverde sostenía su mano con fuerza, con su postura rígida, sus ojos hinchados y la mandíbula apretada.
La castaña no tenía ningún rasguño visible, pero su rostro en una mueca y las vendas en su cabeza dejaban muy claro que algo no estaba bien del todo. Ella lucia adolorida y eso no me gustaba en lo absoluto.
Después de saber que ella estaba bien, Harry no había parado de mencionar cuanto quería asesinar a mi padre y a Lincoln.
Yo también quería lo mismo.
La ira no me había dejado ni un solo segundo. Estaba preocupada por cada uno de los Styles y solo quería asegurarme que Gemma estuviera bien para ir a enfrentar a ese hijo de puta. No iba a permitir que nos siguieran jodiendo.
Me dolía saber que la hermana de mi chico estaba hospitalizada por culpa de mi padre. De mi propia sangre. No podía dejar de pensar que los Styles estaban pensandoselo dos veces sobre mantenerme cerca de ellos.
Yo lo consideraría.
Sabia lo importante que era la familia. Había crecido con la idea de que la sangre iba por delante de cualquier cosa, pero me daba cuenta que solo habían sido palabras huecas de mis padres.
Ellos no tenían un puto mínimo sentimiento por la sangre más que por ellos jodidos dos.
-Me duele un poco el estómago y la cabeza, pero puedo soportarlo.
Sonrei -. Se que sí.
Eran las ocho y media de la mañana y apenas nos habían dejado verla, después de asegurarse que no tenia heridas mas graves internas ni externas. Ella estaba a salvo, al parecer los hijos de puta que mi padre había mandado a hacerle daño sabían perfectamente como hacer su trabajo.
-Voy por algo a la cafetería -. Avise, en un intento de salir de allí y respirar todo el odio que tenia guardado.
Zayn se incorporó de inmediato -. Voy contigo.
Bese el hombro de Harry, quien ni siquiera me había mirado una vez más después del resultado de los exámenes de Gemma. No me importaba, de todas formas, lo entendía a la perfección. Ella era su hermana y le dolía verla de esa forma, le dolía casi tanto como a mi me dolió saber que Alessandro estaba muerto.
Salimos de la habitación con paso apresurado, y entonces deje que la furia me controlara. Mis ojos se llenaron de lágrimas de impotencia y no me detuve cuando golpeé con fuerza la pared junto a la habitación. Estaba furiosa. Triste. Cagada.
Queria golpear a mi padre. Quería hacerle pagar por toda la maldita mierda que estaba haciendo porque sabía que no éramos los unicos; el era un maldito asesino real, y yo había estado viviendo con el durante toda mi vida.
