27

868 43 5
                                    

Habían pasado dos semanas desde que llegamos a la cabaña

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Habían pasado dos semanas desde que llegamos a la cabaña.

La fiesta improvisada de G había sido todo un éxito; después de la discoteca seguimos la fiesta en la cabaña y bailamos y reímos hasta las seis y media de la mañana. No podía pedir absolutamente nada mejor.

El tema de mi padre había estado presente todo el tiempo, pero ellos se habían encargado de darme mis mejores momentos a pesar de todo eso. Harry, sin duda, estaba actuando como todo un príncipe azul, aunque yo sabía que eso no existía.

Jamás había creído en cuentos, pero si que sabía que existía la persona perfecta para cada uno; quería creer que Harry era mi persona perfecta. Estaba completa e indudablemente a los pies de el. Me gustaba cada sensación y cada segundo que pasaba a su lado.

No sabia como había sido capaz de vivir tanto tiempo sin su voz, sus ojos, sus caricias, sus palabras y su personalidad tan callada y tierna. Todo el me gustaba. Todo Harry me hacía sentir como en casa.

G, por otro lado, la estaba pasando en grande. Le habían encantado los regalos de los chicos y secretamente me había agradecido, consciente de que yo había metido la mano en cada regalo, incluso en el de Liam. La cadena le había fascinado casi más que cualquier otra cosa.

Después estaba el mio; dos entradas para ver a Shawn Mendes en concierto. Una para ella, y otra para quien sea que quisiera invitar, lo que ya yo sabía que iba a ser yo. Liam le había hecho una falsa escena de celos graciosa, y Louis se había golpeado suavemente por no haber pensado en eso antes.

Lo sé, era una buena amiga.

Finalmente, el regalo de Harry. Podía decir que me lo esperaba pero eso no era para nada cierto. El ojiverde se había lucido incluso más que cualquiera de nosotros. Incluso mas que Liam y yo.

Le había regalado un paquete completo para viajar a Europa, con hospedaje en el hotel Styles, vuelos pagos y tickets libres para visitar cualquier cosa que ella quisiera.

Lo mejor; era un paquete para diez personas.

G se había cuestionado sobre aceptar tal regalo, pero Harry se opuso completamente a que pasara algo como eso. No me sorprendía, después de todo, sabía que aquel regalo no haría ningún cambio tan drástico en su cuenta bancaria.

Ventajas de ser rico.

Mi mejor amiga había anunciado que seríamos sus acompañantes, y también me había preguntado en privado si estaba bien llevar a Devon con nosotros. Yo no le había dicho absolutamente nada que la ayudara a decidir.

Adoraba a ese chico con todo mi corazón, y estaría feliz de poder pasar tiempo con el de nuevo, pero yo no quería incomodar a nadie. Ni a ella, ni a Devon, y mucho menos a Harry, así que me excuse del cargo de esa propuesta diciéndole que por mi no había inconveniente, pero que no era responsable por lo que pudiera pensar Devon.

SUNFLOWER • h.s Where stories live. Discover now