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-Alex.
Los ojos de G fueron a parar al dueño de la voz detrás de mí. Es Devon.
No habiamos hablado desde el partido de americano y eso hacía ya una semana completa, así que no comprendía que era lo que quería después de tanto tiempo.
-¿Necesitas algo? -. Pregunte desinteresada, dándome la vuelta.
G no tenía expresión. No estaba molesta, pero tampoco lucía tranquila. Devon y ella eran buenos amigos, no como los chicos, pero lo eran, y en realidad yo no tenia problema con eso en lo absoluto.
-¿Podemos hablar? -. Sus ojos no miraron los míos en ningún momento. Parecía avergonzado. Lucia nervioso.
-Claro. Yo voy a llamar a Jeff, A. Tengo que preguntarle si va a la parrilla de los chicos.
Asentí sin mirarla.
Escuche sus pasos alejándose, y entonces la puerta de la casa de mis padres fue abierta y cerrada. Lo que me indicaba que ya había entrado. Me crucé de brazos con evidente molestia y lo observé atenta.
-¿Como sabías que estaba aquí?.
-Bueno, en realidad no lo sabía -. Confeso -. Supongo que sí no te encontraba iba a preguntarle a tus padres sobre su departamento secreto.
Su intento de broma no me causó gracia. Permanecí seria.
No estaba tan enfadada. En realidad con el tiempo se me había pasado casi por completo, pero no quería que el pensara que todo había estado bien, porque su estupida actitud había estado de sobra en toda la situacion.
No comprendía lo que sucedía con el. Devon jamás había sido agresivo, no al menos sin motivos.
Además, aún recordaba perfectamente lo que me había contado Harry. Todo lo que dijo. Cada palabra seguía en mi cabeza.
Y claro que lo preguntaría antes de discutirlo, porque aunque confiaba un poco en Harry, Devon había estado conmigo durante dos años y no podía creerlo por completo.
-Lo lamento, Alex.
-¿Exactamente que lamentas?.
-Yo..-. Suspiro -. Supongo que el idiota de rulos te..
