Epílogo

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-¿Como dices que era?

-Dos rayitas positivo, una negativo.

Ambas miramos entonces la prueba que descansaba sobre el lavamanos. No sabía cuál de las dos estaba más nerviosa, si G, o yo. Nuestros jadeos exagerados llenaban la habitación del baño, y podía escuchar la charla de los chicos en la sala.

-¿Cuanto hay que esperar? - preguntó con impaciencia.

-No lo sé, Georgina, joder. ¿Cinco minutos?

-¿Tú crees?

-No lo sé.

En un rápido movimiento saque mi teléfono y teclee sobre el. Habiamos botado la caja ya y no se nos había ocurrido leer las indicaciones. Sensasional, Alessia. Simplemente sensacional.

-Dice que cinco, y si sale negativo, confirmamos con treinta.

Ella asintió. Habían pasado solo dos minutos, y ya parecía toda una jodida vida.

-Bien, ¿qué coño voy a hacer yo con un bebé?

-Bueno, tendrías que haber pensado en eso antes de dejar que te lo..

-¡Ya, cállate!

-Lo siento, pero es la verdad.

Nos quedamos en silencio, escuchando nuevamente los gritos de los chicos sobre el juego de la play. Si eran unos jodidos críos, ¿como podíamos pensar en ellos siendo padres?

La verdad es que era una estupidez, completamente.

Esperamos cinco minutos más para estar seguras, y nos volvimos a acercar a la prueba en silencio.

Dos rayas.

-Eso es malo.

-Joder.

-Si, joder - nos miramos serias - estoy embarazada.

-Estas embarazada.

Los siguientes minutos se resumieron en lágrimas, posibles ataques de ansiedad y muchas palabras de aliento. Ya todo estaba hecho, había que asumir las responsabilidades.

Además, ya eramos dos adultas, graduadas, con pareja, e independientes.

Salimos a paso lento, ninguna mencionó nada hasta que estuvimos de nuevo en la sala. Liam fue el primero en darse cuenta de nuestras caras, así que le puso pausa al juego y nos preguntó qué sucedía. No le respondimos.

Seguramente nuestros rostros eran los más terroríficos que alguna vez pudieran haber visto en ambas, pero es que no sabíamos cómo actuar. No sabíamos ni que decir.

-Uhm..- comencé.

G me observó aterrada.

Bien, no sabía que decir.

-Cielo, ¿estás bien?

-A ver, ¿puedes definir bien?

Unio las cejas - ¿Que pasa?, estas preocupandome.

-Y a mí - agregó Liam.

-Y a mí - soltaron los chicos en coro, Tiffany incluida.

G y yo nos volvimos a mirar serias.

-¿Vas a decirle?

-Pues..supongo que si.

-¿Decir qué? - preguntó Alessandro con voz fastidiada. Lo ignoramos.

-¿Supones?

-Bueno, ya, sí se lo diré.

-¡¿Van a hablar ya?! - Gritó Jeff - estaba apunto de patearle el trasero a Liam, chiquitas. Las quiero, pero tengo un ego que alimentar.

SUNFLOWER • h.s Where stories live. Discover now