Solo tú me haces feliz. TERMINADA.

#9 La ruptura.

Narra Jade.

Mi estómago se retorcía; estaba tenso. Desde la extorsión de Holly Vega no pude pegar un maldito ojo en toda la noche, y eso que incluso intenté con píldoras.

Sí. Ustedes se preguntarán, y si no lo hicieron se joden porque lo contaré igual; en fin, desde pequeña he tenido problemas que siempre me sacaron el sueño.

Por lo tanto, mi hermano Steven se encargó  desde muy chico a robar pastillas para dormir del cuarto de mis padres, y pasarmelas a mi. Hasta el día de hoy, las tengo porque no solo es las roba, yo también me encargué de "ayudarme" a mi misma.

Pero ni con estas pastillas pude conciliar el sueño. Estaba angustiada, realmente angustiada. Por un lado quería agarrar a Tori de la camisa y contarle todo. Pero por eso otro tenía ese miedo constante de que ella encare a su madre y si se la lleve lejos.

Solo me quedé en la cama, con la cabeza en dirección al techo, tarareando la canción de "Pop Goes the Weasel", y con mi dedo índice girando en la punta de un mechón de mi cabello, básicamente mirando a la nada misma.

Pude notar el mismisimo cielo tornándose celeste por mi persiana. Estuve tanto tiempo mirando hacia la oscuridad, que al parpadear mis ojos ardían. Sacudí mi cabeza y abrí la puerta del cuarto, bajé las escaleras, pero a mitad de camino sentí un ruido.

Me quedé quieta.

¿Hay alguien, aquí? Susurré para mi misma, y busqué algo cerca mío, no sé, para golpear.

Una foto en un marco. Si, si, si, sí, no empiecen a juzgarme, no soy buena bajo presión. Me protegí de un terremoto con una almohada, no esperen nada de mí.

Bajé escalón por escalón, intentando no hacer ningún tipo de sonido. En eso, escuché un ruido crujiente a mis espaldas.

¡Aaah! Grité en modo de desahogo, levantando mi "arma", cerrando mis ojos. Al mismo tiempo escuché el grito de alguien más.

Abrí mis ojos por reflejo.

¿Jade?

¿Steven? Pregunté en un suspiro frustrado, dejando caer la foto. Maldición, ¿por qué no avisaste que vendrías hoy? Acomodé mi cabello y patee algo lejos los vidrios rotos del marco de la foto, sin darle importancia.

Jdieixnssmdns. Exclamó, yo fruncí el ceño y le pegué a la caja de cereales que estaba en su mano, haciendo que se caiga.

¿Ahora podrías tragar tus cereales y responderme? Hablé, él solo largó un gruñido y tragó fuertemente.

Me olvidé, no tengo la vida planeada, hermanita. Levantó la caja del suelo y metió toda su mano para luego. Agarró un puñado y se lo metió entero a la boca.

Solo rodé los ojos, cruzando mis brazos.

Bueno, ignorando el hecho de que eres menos educado que un puto simio, te soporto por ser mi inútil, y asqueroso hermano. Sonreí, él hizo lo mismo.

Gracias por el recibimiento entonces. Asintió y caminó hacia su cuarto.

Yo negué con la cabeza y fui al baño a pegarme una ducha rápida. Al salir, preparé mi bolso y me tiré al sofá.

Recordé lo que debía hacer y ese gusto amargo volvió a mí; no quería hacerlo. Esperé unos cinco minutos más al borde de la escalera, a ver si Steven se dignaba a llevarme a Hollywoos Arts, pero sopuse que iba a estar bastante cansado, así que salí silenciosamente.