Solo tú me haces feliz. TERMINADA.

#18 El regreso de Holly.

Narra Jade:

Instantáneamente cuando cerré la puerta, busqué corriendo escaleras arriba a mi hermano con cierto malestar en el estómago. Tal vez era porque no ingería ni agua desde ayer, solo al cepillar mis dientes. Después tendría tiempo para eso.

Steven. Abrí la puerta de un manotazo. Estaba sentado en su silla giratoria con los auriculares para la play station puestos.

¿Qué haces aquí, Jade? Debes tocar. Gritó él al verme, aún estaba algo asustado debido a mi comportamiento.

Me acerqué a él y desenchufé su partida tirando del cable.

¡Oh nooo! Tiró sus audífonos al igual que su joystick al suelo realmente enfadado. ¿Qué te pasa ahora? Cruzó sus brazos.

¿Tú le dijiste a los de mi escuela que se murieron nuestros padres? Lo señalé.

¿¡Qué?! ¡No! ¿Por qué haría eso? Negó con la cabeza, volviéndose a sentar apoyando sus codos en sus piernas y tirando su cabeza a sus manos. Yo bufé mirando hacia otro lado. Solo le conté a la abuela. Sacudió un poco su cabeza. Yo volví a mirarlo.

Ay, nuestra abuela, se llama Teressa. Es una gran abuela y fue una gran esposa para mí abuelo. Él murió debido a su edad. Sonreí débilmente al recordar como ella a veces venía con un gran tupper repleto de galletas recién horneadas y nos las daba a mi y a mi hermano a escondidas de nuestros padres.

Crucé mis brazos, acariciándolos con la punta de los dedos que quedaba afuera. Suspiré.

Supongo que ella lo habrá dicho. Steven usó un tono más débil, así que sospeché que estaba también recordando lo mismo que yo.

Me senté a su lado. Hay que hacer un montón de papeles, ¿no?

No lo sé. Yo soy mayor de edad así que no creo que nos separen. Sonrió, mirándome.

No lo harán. Afirmé y nos dimos la mano. Además Teressa esta sola, tal vez se puede quedar aquí, será poco tiempo porque está algo vieja per...

Y ya volvió la Jade que conozco... Me soltó la mano para luego rodar los ojos. Sonrió. Obvio va a venir. Asintió.

Bueno, iré a comer algo por ahí. Me levanté del asiento y salí del cuarto no sin antes saludarlo.

Estaba algo oscuro, pero no me importaba, era divertido a veces y necesitaba que algo me suba el estado de ánimo. Fui a una cafetería y pedí un café con un muffin. Tomé mi celular y empecé como siempre a buscar outfits en Pinterest.

Pagué y salí de allí, caminando por donde sea, mirando los árboles, o las nubes grises, o los callejones más oscuros.

Jade. Esa voz ya la tenía impregnada en el cerebro. Guardé mis manos en mis bolsillos y me volteé.

Señora Vega. Dije en un tono neutral. ¿Qué hace aquí?

Quiero pedirte si le puedes dar esto a mi familia... Se acercó a mi, yo de reflejo me alejé. Note como tenía tres cartas en sobres en sus manos.

¿Por qué debería hacerlo? Contra ataqué.

Porque tú a diferencia de mí, no eres un montruo. Tragué saliva mirándola de arriba abajo para luego clavar mi mirada en los sobres. Por favor... Habló pausado, rogándolo.

Me acerqué, saqué mis manos de los bolsillos y tomé los sobres deslizando mis dedos por el fino papel. Vi como era una para cada integrante familia. Una decía David, otra Trina, y otra Tori.