Cuidado con el trailer

37 5 0
                                    

-¿Tienes hambre?.-Elon me saluda cuando entro a su carro, tiene la calefacción puesta.-¿Cómo estás?. ¿Y tus gafas?.

-Se rompieron.-saco las gafas del bolsillo de la chaqueta.

-¿Cómo?.-aparta sus manos del volante y prende la luz para ver las gafas.-Ya vi, mañana hacemos una cita con el oftalmólogo.

-¿Seguro?.-tallo mi ceja al ver sus colores, no es posible que me diga que puedo venir y que posponemos las gafas para otro día.

-Ayer no podías ver el menú de los sándwiches.-dice él. ¿Cómo llegó a esa conclusión?, ayer solo estaba enojada e impaciente que no quería ver los colores de nadie más y esquivarlos pudo verse cómo forzar mi mirada.-¿Quieres Subway de cenar?.

-Si.-me apoyo en el respaldo de la silla y pongo el cinturón de seguridad.-¿Te gustó tanto?.

-Estuve toda la tarde ocupado que no comí bien.-dice él.-Quiero llevarme varios sándwiches y congelarlos, un amigo que trabaja en el sector de comida me dijo que los vegetales usados en Subway son frescos desde hace años.-comenta pero no lo cree del todo.

-Podemos intentar hacer nuestros propios sándwiches.

-Eso sería mejor ¿no lo crees?.

Bueno, ya tengo con que ocuparme mañana.

....

Despierto la mañana siguiente con dolor de cabeza y es por haberme dormido tan tarde intentando terminar la pintura.

Me cambio en jeans y una blusa blanca de manga alarga. Paso del cuarto a las escaleras y veo la gorra del campamento.

Abajo en la cocina veo una figura y volteo los ojos. Sujeto un sartén y me arrojo hacia él pero me detiene con su magnifica fuerza. Busco tirarlo con mis piernas y logra superarme con la fuerza.

-Escúchame.

-Cállate y déjate que te pegue.

Intento sacudirme pero sus manos toman mis muñecas haciéndome soltar el sartén.

-Por favor Gabrielle.

-¡Cállate!.-hago más fuerza.

-¿Quieres saber qué ese dolor en tu vientre que te tiene tan agitada que hay veces que no puedes dormir? ¿Quieres saber que es esa inquietud que tu cuerpo siento cómo si tuvieras que estar en otro lado?.-me mira a los ojos con cada palabra. No puedo hacer nada contra él pero sigo usando fuerza. No miente, sus colores no mienten.-Por favor.-suplica.

-Vete Michael.

Suelta mis manos y me empuja hacia atrás.

-Te están llamando, te piden ayuda. Es por lo que sientes que debes estar en otro lado.-dice, miro el color obscuro rodeándolo y está serio sobre eso. Trago saliva por sus palabras.-Sé que lo ves.-corre hacia mí y no parece detenerse, mis brazos van alrededor de mi cuerpo.

Michael me lleva a un faro, miro a mi alrededor y él está a mi lado con sus brazos cruzados.

-No quiero esto.

-Cumple esto y termina las pinturas, te voy a regresar tus píldoras.-dice él. Abro mis ojos en sorpresa y él está mirando fijamente hacia el faro.

No bromea, camino hacia el faro entre rocas y el olor a mariscos es muy prominente. El ruido de gaviotas irrumpe el sonido del mar. Abro la puerta del faro y un fuerte olor a sangre viene a mí nariz, veo el lugar con sabanas y cabezas de pescados crudos por todos lados.

Subo por las escaleras y en un cuarto veo a un señor con un radio, su cabeza está contra la pared blanca pintada de roja por su sangre. Respiro hondo y me acerco a él para ver que trae su radio.

ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora