¿En Verdad Eres Tu?

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- Es hora de irnos niña, nos espera un largo viaje.

- Volveré algún día?

- Tal ves cuando crezcas - dijo aquel hombre mirando al cielo-ahora despidete de este lugar.
 
Ya han pasado 10 años desde eso, el día que tuve que abandonar mi hogar el la tribu de los guerreros del sol para ir a la nación del fuego.

- Izumi, en comandante Zhao quiere verte de inmediato.

- Que es lo que quiere ahora ese asqueroso de Zhao - rodé los ojos, Zhao siempre esta acosandome.

- Vamos Izumi no digas eso, si el comandante se entera te puede ir muy mal - dijo mirándome con cara de reproche-

-  Misuhara, no seas aburrido, sabes que Zhao no me agrada - respondí riendo- a demás no hay nadie aquí y no creo que tú me delates con él.

- Solo trato de cuídate la espalda ridícula, ve a ver que quiere antes de que me metas en un problema.

Misuhara es un tipo grande, tiene unos hermosos ojos y una gran sonrisa, muy contagiosa a demás.   Tiene 5 años más que yo, dice que le recuerdo a su hermana menor que también tiene 15 años. Él decidió por su cuenta unirse a la armada, pero pronto se dio cuenta de él daño que causa la nación del fuego y quiere enmendar las cosas, quiere recuperar el equilibrio del mundo, Misuhara es un gran amigo siempre me ha cuidado la espalda, desde que fui obligada a unirme a la armada de fuego, él ha sido como un hermano.

Recorro todo el barco para llegar a la oficina del comandante Sao, esto realmente era tedioso él siempre buscaba la manera de aprovecharse de mi.

- Llega tarde señorita-dice con un tono burlon- pero no importa necesito un favor - se acerca a mi y pone sus manos en mis hombros.

- Comandante que es lo que necesita de mi - mientras quito sus manos de mi- le aconsejaría tener sus manos lejos de mi.
  
Zhao me da vuelta contra la pared y siento todo su cuerpo contra mi, se acerca lentamente a oído y me susurra - Ay mi querida Izumi, si fuera tu seria más cuidadosa - trato de afarme pero él me sujeta de las muñecas- vamos cariño, lo que tenía pensado para hoy no era esto, era una simple orden- dice susurrando nuevamente en mi oído para luego soltarme.

- Anda dime que es lo que quieres - mientras respiro pausadamente en un intento de no patearle su maldito trasero y calmarme.

- Señorita no haga esos gestos de disgusto - cerdo - su rostro es demasiado hermoso para eso- quisiera borrarle esa sonrisa pero no puedo arriesgarme, no ahora.

- Es todo lo que me tienes que decir? - digo neutra.

- He recibido noticias, al parecer el príncipe Zuko le ha encontrado el rastro al avatar- dice mirando por la ventana de espaldas a mi- Zuko confía en ti, quiero que averigües que es lo que sabe. Retirate a tus labores, pronto lo veremos.

Salí de ahí temblando no solo por  las acciones de Zhao, sino por que vería a Zuko nuevamente después de más 2 años, muchas cosas han cambiado desde su destierro,   nuestros destinos se separaron desde ese día.

Me dirigía a cubierta, para ayudar a mis compañeros con las tareas del día a día - heyyyyy planeta Tierra a Izumi, como te fue con el comandante psicótico-  dice alegre, pero al ver mi cara de pocos amigos me mira serio- oye enana sabes que puedes contar conmigo, incluso si eso significa traiciar a Zhao, el no debería tratarte así y lo sabes. Me dirás que hizo esta vez?

- Misu gracias por preocuparte por mi pero no quiero hablar de eso- le di una cálida sonrisa para tranquilizarlo- a demás estoy bien, soy una chica fuerte- dije golpeando los músculos de mis brazos y poniendo mi mejor cara de sujeto rudo-

- Ay tu no puedes estar seria más de dos segundos- dice riendo, para luego mirarme totalmente serio- no vuelvas a decime Misu ya soy un hombre.

-AJA  como digas Misu - dije riéndome, a veces podía ser tan infantil.

- Sección  Z  es su turno de comer, dirijanse al comedor.

Odio comer sola, Misuhara es de una sección diferente y yo no soy exactamente una persona muy sociable, mucho menos con los soldados de la armada, solo piensan en destruir a las demas naciones y eso me parece horrible. - Izumi así querés la zorra de Zhao- a lo que alguien completa - Siii el comandante siempre la está llamando- JAJAJAJA SII ES UNA ZORRA.

Me levante en silencio repitiendo para mi misma, controlate Izumi, controlate no puedes arriesgarte a ser tratada como traidora.
Fui a mi habitación, soy la unica mujer en este barco así que estoy sola en ella. Me desvesti, este uniforme es lo mas incomodo que puede existir, al menos puedo quitarme para dormir.
Mientras acomodaba mis pertenencias sentí como algo cayó al piso, era una pulsera con una llama, al verla sonreí alquella pulsera el símbolo de nuestra amistad que jamás se rompería o al menos eso pensábamos cuando éramos niños, que inocentes éramos. Guardo la pulcera en su lugar y me dispongo a dormir pero alguien entra a mi cuarto.

- Izumi, como estas? Me he enterado de lo que pasó en la cena.

- Misuhara no te preocupes por eso, sabes que no me importa lo que ellos digan -que mentirosa- a demás solo dicen eso por que creen que soy débil.

- Izu sabes que noto tus mentiras- vaya que me conoce- no te presionare, si no quieres  decirme  como te sientes no lo hagas - dice sentandose a mi lado en la cama-

- No quiero seguir atrapada aquí-digo mirando al piso-en este barco, en la armada de fuego, en esta vida-dije quebrandome-ya no puedo más... Ya no- el me abraza  fuertemente
Conteniendome-

- Tranquila, desahogate llorar de hará bien - el acaricia mi pelo mientras me sigue abrazando- no tienes que demostrar nada - seca mis lágrimas - porque  tu vales mucho. Ahora descansa mañana probablemente toquemos puerto, será un día largo - besa mi frente para luego irse.