¿En Verdad Eres Tu?

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-Tú no irás y es mi última palabra - me habló Hakoda muy molesto.

-Por supuesto que iré - hablé desafiante - ninguno conoce esa ciudad como yo, me necesitan.

- No, Sokka y Katara me han contado lo que te ha sucedido, los heridos no van a la guerra.- me miraba con el ceño fruncido - Qué no entiendes qud lo hago por tu bien?

-Lo sé, pero no puedo quedarme aquí mientras todos arriesgan sus vidas, soy parte de esto - respondí más calmada - Soy un soldado después de todo, no ir no es una opción, lucharé hasta el final por lo correcto.

-Supongo que si te digo que no vayas irás de todas formas, prometeme que tendrás cuidado - djio masajeando sus sienes.

Esa mañana habían llegado los aliados que nos ayudarían en la invasión, algunos maestros tierra, incluido Harú y su padre, algunos maestros pantano, por qué diablos no llevan pantalones, bueno eso no es asunto mío, también venia un inventor  amigo de Sokka y obviamente los guerreros de la tribu agua del Sur. Era un grupo muy variado y pequeño, pero con ellos será suficiente, Hakoda los reunió a todos y dio a conocer el plan de ataque. Es hora de irnos.

- Izumi - me llamo Sokka a donde estaba su padre y su hermana. - Nosotros hemos estado discutiendo - me pedirán que me quede pensé para mi misma - Queremos darte esto- Sokka me entregó un paquete cerrado.

- Creemos que eres parte de la familia, ábrelo - esta vez habló Katara me entregaron un uniforme de los guerreros de la tribu del agua, incluyendo la capucha de lobo.

-Yo... No tengo palabras- estaba atónita, me sentía muy agradecida - Muchas gracias por esto en verdad - una lágrimas de felicidad cayó.

-Eres una guerrera y debes luchar con el uniforme acorde a eso- hablo Hakoda - mientras lleves ese uniforme nos llevaras a todos contigo. - los abrace y ellos me correspondieron.

Me puse mi uniforme, se sentía tan propio de mi, amarré la funda de mi espada a mi cintura y guarde mis explosivos, ya estaba lista para cualquier cosa. Una vez estuve lista la odisea empezó, nos subimos a las embarcaciones de la tribu del agua y salimos rumbo a la capital de la nación del fuego. El primer obstáculo fue la gran puerta de Azulon, pero lo superamos fácilmente, resulta que el plan era pasar por de bajo de la puerta en submarinos, una idea fantástica.

-Esta cosa es genial - dije con asombro.

-Eso dices tú por que no vas vomitando.

-Animo Toph ya queda poco para que subamos a tomar aire- dije sonando su espalda.

Luego de unos minutos subimos a tomar aire y Toph se sintió mejor. Cuando estamos por volver a bajar vi a Angg besar a Katara, me alegra que esos dos al fin se den cuenta que se quieren, pensé para mis adentros y entré para ayudar a Toph. El viaje hasta la ciudad continuó, estaba nerviosa, no puedo ocupar mi fuego independiente del eclipse.

-Es hora de bajar todos a su posición - anuncio Hakoda, tomé mi lugar junto con los demás guerreros.

Cuando bajamos Angg fue en su nuevo planeador directamente a buscar a Ozai, mientras que nosotros nos encargamos de sitiar la ciudad. El eclipse aun no comienza y los maestros fueron aprovechan su ventaja, los maestros tierra atacan desde unos tanques mientras que yo y los guerreros vamos defendiendo   a pie.

-Hay que inutilizar estas torretas - señaló Sokka.

-Yo me encargo - dije subiendo hasta donde estaban, Hakoda mi siguió.

-Tú ve esa, yo me encargo de esta - entré a la torreta, lancé los explosivos y corte lo que están usando para lanzarnos cosas, mientras estaba en eso escuché una explosión en la otra torreta y Hakoda salió mal herido, corrí para ayudarle. - déjame aquí, tu baja.

- Ni creas que te dejaré - lo ayude a levantarse y lo apoyé en mi hombro izquierdo, asi pudimos bajar. Una vez abajo Katara logró sanarlo un poco, pero aún seguía delicado, no podría continuar guiando.

- Yo guiare en tu lugar - habló firme Sokka, las tropas siguieron avanzando, Katara y yo ayudamos a Hakoda. Mientras la invasión seguía avanzando. Angg volvió.

- Angg que sucedió, por qué has vuelto tan rápido? Estás bien? - le interrogó Katara.

-Estoy bien pero Ozai no está, cuando entre al palacio no había nadie, sabían que veníamos. - en eso que hablamos llegó Toph quien dijo que habían túneles de bajo de la ciudad.

- Vayan, Katara y yo nos quedaremos a guiar la invasión y cuidar a Hakoda.

Durante el eclipse me sentí muy extraña, es horrible sentir como tú poder se desvanece. Durante el sol negro hicimos lo posible para llegar a los pies del palacio, una vez estuvimos ahí todo estaba vacío, esto está mal. Los rayos del soy volvieron y con ellos maestros fuego, todo fue una trampa, no tenía más opción que combatir fuego contra fuego, pelee usados mis habilidades de maestra fuego, pero me estaba cansado muy rápido.

-Tenemos que irnos ya- Gritó Toph quién venía sobre Appa - sabían que veníamos, a los submarinos.

Unos enormes globos aerostáticos aparecieron en el cielo, derribe algunos con mi fuego, pero eran demasiados.

-Se dirigen a los submarinos, nos están acorralado -dije sacándome el casco.

Hakoda se puso en pie por si mismos- váyanse en Appa, llevence a los más jóvenes, son nuestra única esperanza- dijo alejándose de sus hijos.

- Y que hay de ti padre?- preguntó Sokka ingenuamente.

- Lo tomarán prisionero, junto con los demás guerreros-  Angg iba va ponerse en contra, pero no lo dejé hablar- Suban rápido, se están acercando- dije derribando a uno de los globos cercanos.

- Esto no es justo- susurró Angg- por qué nos tememos que rendir ante la violencia? Les he fallado a todos otra vez- dijo con un tono más fuerte.

- Angg esto no es el final y no fallaste, nunca estuvimos tan cerca de la victoria y todo gracias a ti - dijo Katara dándole ánimos- nos has dado una nueva esperanza- él la abrazo y lloró de rabia.

- Bien todos arriba- dije subido a la cabeza de Appa, esté comenzó a volar- LES PROMETO QUE LOS SACAREMOS PRONTO- grité mientras nos alejamos.

Luego de llevar un par de horas volado Toph habló- A dónde demonios vamos?- todos me miraron- llevamos horas volando.

-Ehhh -dije nerviosa- No lo sé, solo me estaba alejando de la nación del fuego.

- Cómo qué no sabes a dónde vamos?! - exclamó Toph.

- Vayamos al templo del aire del este- sugirió Angg ya de mejor ánimo- ahí estaremos seguros.

- Entonces templo del aire allá vamos- dije sonriendo.