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Cuando desperté seguíamos abrazados, él me miraba atento.

- Qué me ves? Tengo algo en la cara o qué?

- Solo miraba lo hermosa que te ves dormida y que me has babeado -  dijo riendo mientras yo me ponía roja.

- Emm yo lo siento - dije divertida y avergonzada.

- No te preocupes - tomó mi pelo y secó con el.

- Que asqueroso eres Zuko, tendré que lavar mi pelo por tu culpa - hable para quejarme.

- Yo podría hacer eso - me sonrió pícaro y yo reí nerviosa.

- Ya quisieras - rodé los ojos.

Él se puso boca abajo y apoyo los codos en la cama sostenido su cabeza - qué te dijo Suki ayer? Te veías muy molesta- preguntó cambiando el tema.

-  Me amenazó - dije relajada - pero la puse en su lugar de inmediato - él rió fuerte.

- Ay Izumi eres tan dulce - mordió mi mejilla con suavidad - solo espero que esa chica no te haga enojar, porque verá el otro lado de ti, el que da miedo.

- Vamos no soy tan mala cuando me enojo - me senté en su espalda baja.

- Como que no? - alzó una ceja, no lo vi pero lo supuse por su tono de voz - Nadie aquí te conoce como yo - Te dio vuelta sin botarme y comenzó a haceme cosquillas.

- No, detente - hablaba entre risas - quién es el malo ahora?- seguí riendo y moviendome involuntariamente.

- Zuko es tu turno de hacer el té - habló Katara abriendo la puerta, viendome sentada sobre él y moviendome - Qué estan haciendo?

- No es lo que parece - me apresuré a decir, ambos estábamos rojos.

- Acaso ninguno sabe tocar la puerta? - Katara rió y yo me baje de rápidamente de él.

- Papá tenía razón, ustedes dos deberían casarse pronto - habló mientras se iba.

Nos levantamos y fuimos a donde se encontraban los demás, tomamos desayuno y nos divertimos, como si fuéramos solo un montón de adolescentes normales en unas tranquilas vacaciones en la playa. Lastima que nada es normal, estamos a puerta de una guerra, el cometa llegará pronto.

Estaba en el borde de la playa, mojando mis pies tratando de disfrutar el tranquilo momento. De pronto vi a Zuko corriendo detrás Angg, pero que está haciendo? Vi como los demás corrían a ver qué es lo que sucedía, dime qué no perdiste la cabeza otra vez.

- Qué es lo que te sucede - pregunté interponiendome entre él y Angg.

- Acaso has pedido la cabeza? - Habló Katara - pudiste lastimarlo.

- Qué si estoy loco?! El cometa de Zozin llegará en dos días - estaba muy enojado - y ustedes están aquí jugando en la playa como si nada.

- Zuko relájate, todos acordamos hacer una nueva invasión después de que pase el cometa - habló tranquilo Sokka - Angg aún tiene mucho que aprender.

- No podemos esperar a que pase el cometa - se veía muy preocupado y triste.

- Qué es lo que sucede - me acerqué a él y tomé su mano para darle apoyo.

- La nación del fuego planea utilizar el cometa para aplastar todas las ciudades libres que quedan, eso dijo mi padre en la última junta de guerra a la que asistí. Después de que pase el cometa no habrá nada que salvar - todos lo miramos con pánico, hay mucho que hacer y no hay tiempo - Me avergüenza decir que no dije nada para impedirlo.

- Por qué no me lo dijiste antes?! Ésto está mal, que voy a hacer - se veía muy afligido.

- Yo sabía que tú padre era cruel, pero jamás creí que pudiera hacer algo tan horrible - añadió Toph.

- Tranquilo Angg - Katara le trató de animar - lo enfrentaremos todos juntos ella lo abrazó, a lo que nos sumamos todos menos Zuko - Ser parte del equipo también significa ser parte de los abrazos - él se nos unió algo tímido.

- Bienvenido a la familia - susurré solo para él y sonrió. - Bien, tenemos que entrenar - rompí el silencio que se formó - está vez si derrotaremos al señor del fuego.

Dicho eso todos fuimos a entrenar, armamos una estrategia de ataque para derrotar al señor del fuego, que estaba siendo representado con una sandía, " el señor se la sandía". Toph y yo nos encargamos de ser el señor del fuego, ella lanzaba rocas en llamas mientras que yo hacía ataques más elaborados.

- Izumi ten más cuidado, no me dejas avanzar - me habló Angg acercándose.

- Yo no soy Izumi - dije totalmente seria - soy el señor  del fuego, tendrás que pelear con más ganas si quieres pasar.

Peleamos cuerpo a cuerpo con el avatar, con Angg. No está preparado para atacar al señor del fuego, físicamente es fuerte pero su mente no lo es. Todos observaban como peleábamos, el me atacaba moviendo el suelo bajó mis pies y todos los elementos, pero no era suficiente.

- Vamos, no solo lo intentes, derribame, ganame, tienes que hacerlo - él utilizó todos los elementales para inmovilizarme y llegar hasta la sandía pero cuando llegó hasta ella no hizo nada.

- No puedo matar al señor del fuego, no está bien. - dijo apagando el fuego que rodeaba a la sandía.

- Esto es en serio? - preguntó Sokka con fastidio, Angg solo nos miró y asintió - bien - añadió contando la sandía.

- Ya fue suficiente - dije acercándome a donde estaban todos - será mejor que vengas conmigo y Zuko, debes aprender el desvío de rayos, en nuestra pelea me diste muchos tiros fáciles.

Katara nos acompañó para asegurarse de que Angg estuviera bien, mientras que los demás continuaron entrenando en el mismo lugar.

- Izumi lanzame un  rayo - me pidió Zuko.

- Acaso has pedido la cabeza otra vez?! Ya te he dicho que no voy a lanzarte un rayo - pero que le pasa no voy a lanzarle un rayo, ni que estuviera loca.

- Es para mostrarle cómo es que se desvían y que la técnica funciona, ya lo he hecho antes, una vez contra mi padre - bueno si pudo con eso no creo que tenga problemas con uno que yo le lance.

- Está bien, aquí voy - respiré hondo y comencé a hacer la técnica lentamente para formar un rayo y lanzarlo, afortunadamente Zuko no tuvo problema en redirigirlo hacia mi, yo lo desvíe hacia arriba - bien hecho.

- Eso fue impresionante y muy aterrador - dijo con un tono extraño.

- El rayo es pura energía, no tiene ninguna clase de sentimientos involucrados, es frío y aterrador - respondí mientras me acercaba a Zuko.

- Debes tomar la vida de él señor del fuego antes de que él tome la tuya - hizo una pausa - mi padre no tendrá ninguna compasión contigo y teniendo al cometa de su lado no dudará en asesinarte - yo lo miré como diciendo no seas demasiado duro - por eso debes hacerlo tú primero - una vez él terminó de hablar Angg hizo una reverencia y se marchó. Katara iba a detenerlo.

- Dale algo de espacio, debe tener mucho en que pensar - ella aceptó se quedó con nosotros.

¿En Verdad Eres Tu?Where stories live. Discover now