9

566 63 118
                                    

La semana se me había ido tan rápido que casi no la había sentido, los streams seguían teniendo un montón de éxito y mi canal iba en aumento, aunque era imposible detener los comentarios en referencia a qué hiciera un vídeo con Ginés

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La semana se me había ido tan rápido que casi no la había sentido, los streams seguían teniendo un montón de éxito y mi canal iba en aumento, aunque era imposible detener los comentarios en referencia a qué hiciera un vídeo con Ginés.

Eso no iba a suceder y era por tres razones.

1.- Ginés jamás aceptaría
2.- Sería súper incómodo
3.- se podría notar que entre nosotros no había una gota de química.

Lo cual era peligroso, así que yo de momento seguía ignorando esos comentarios y haciendo de cuenta que no existían.

— Buenos días —dijo el rubio saliendo de su habitación. Le eché una mirada desde el sillón.

Como todos los días no llevaba camiseta, aunque ahora al fin llevaba un chándal puesto en la parte de abajo. Sonreí un poco y me mordí el labio discretamente mirando de nuevo al teléfono.

No iba a negar lo innegable, Ginés era un chico extremadamente sexy, muy atractivo. Tenía el abdomen exactamente en el punto de marcado que me gustaba, ni muy marcado ni muy flojo. Además de que tenía las pistolas de las caderas completamente marcadas, lo cual simplemente me hacía imaginar un montón de cosas. Si no fuera tan puto ligón seguramente sedería, pero no quería ser una noche más de su cama.

Tampoco esperaba ser su novia en serio, pero él no salía con chicas más de una vez... Y se jactaba de tener un montón de chicas esperando una segunda cita. Yo no sería una de esas.

— buenos días —dije de vuelta bloqueando el teléfono— pasado mañana mi amiga Sibel vendrá a grabar un vídeo de cocina así que... No sé si querrás irte de aquí mientras grabamos o quedarte y fingir que eres mi novio...
— ¿No lo sabe? —preguntó con el cereal en mano acercándose a mi.
— ¿Lo del contrato? —pregunté de vuelta, él asintió— no, no se lo he dicho.
— ¿Por qué? —cuestionó, estaban siendo muchas preguntas.
— Porque no pensé que fuese algo que ella debería de saber, además es un poco vergonzoso, ¿no lo crees? —reí, él alzó los hombros.
— No, yo se lo conté a mis amigos —abrí la boca un poco ofendida
— debiste avisarme antes de hacerlo, que vergüenza Ginés —apreté las cejas y me crucé de brazos.
— ¿Te da vergüenza ser mi novia? —se acercó más a mi poniendo su mano sobre mi rodilla.
— No, me da vergüenza ser tu novia por contrato y no serlo en serio —respondí, alzó las cejas.
— ¿Estás diciendo que quisieras ser mi novia en serio? —negué y rodé los ojos
— No, idiota —reí— pero es un poco vergonzoso contar que hicimos esto por obtener más éxito, digo...
— Na, a mis amigos les da igual, entienden que así es como se mueve el mercado, son técnicas para avanzar y son completamente válidas. —alzó los hombros.
— bueno, el punto es que Sibel vendrá pasado mañana, ¿Te quedarás en casa o te irás? —pregunté de vuelta tratando de retomar el tema inicial.
— me quedo, pero deberás tratarme bien como tu novio en serio o le diré la verdad —me miró, reí
— que se supone que quieres decir con eso? —pregunté, alzó la ceja y se mordió el labio— no va a pasar —me levanté con intenciones de ir a mi habitación pero en un inesperado jalón me tomó de las caderas sentándome sobre su regazo quedando a solo milímetros de su cara.

Mi respiración salió a dar una vuelta mientras que mi corazón comenzaba a latir como si estuviera corriendo un maratón, las manos de Ginés seguían en mis caderas, aunque no duraron mucho ahí porque poco después movió una de ellas a mi culo y la otra la subió por mi espalda por debajo de la camisa de modo que tocaba mi piel directamente.

Pasé saliva y lo miré a los ojos, esto se estaba saliendo de control.

— estás segura? —preguntó en un susurro metiendo su cabeza en mi cuello dejando algunos besos ahí haciendo que yo echara mi cabeza hacia un lado para dejarle el paso libre.

Me apretó el culo y jugó con el broche de mi sostén, estaba perdiendo los estribos y el control de la situación. No podía permitirlo, si lo hacía me estaría dando de topes contra la pared mañana.

— no, Ginés —dije a penas apretando los ojos, mi boca decía no, mi cuerpo decía "Ya no hay pedo, déjate ir como gorda en tobogán" y es que el hijo de puta sabía cómo mierda calentar a una chica.

Besaba en los lugares correctos, acariciaba con sus dedos de modo que me hacía querer que no dejara de hacerlo nunca.

— No? —murmuró sin alejar su cara de mi cuello haciendo que su aliento caliente chocara contra mi piel haciéndome apretar las piernas tratando de contenerme— sabes que lo quieres tanto como yo Elisa, tu cuerpo me lo dice, reacciona a mi como todas las demás lo hacen —volvió a besarme del otro lado del cuello.

Pero esa última frase que había dicho había ayudado a que mi cuerpo volviera en si mismo y el cerebro recuperara el control que había sido tomado por la calentura del momento.

Puse mis manos en su pecho y lo alejé de mi mientras lo miraba a la cara fijamente a los ojos.

— Yo no soy como todas las demás que te cogías cada fin de semana —murmuré cerca de su boca— que te quede bien claro Ginés —me levanté, me acomodé el short y la camiseta y me encaminé a mi habitación como lo había planeado desde un principio.

Mi respiración seguía alterada y definitivamente tendría que darme una ducha para bajarme esta calentura que se había quedado en mi...

Lo escuché bufar y hacer un gritito frustrado, seguramente le había dejado una erección y claro que me sentía un pelín culpable. Pero era su culpa, si no me hubiese metido en la misma bolsa que a las demás ahora mismo estaríamos poniéndole sobre el sillón, pero decidió mostrar como todo un onvre que me veía como una chica más que se llevaría a su cama y borraría de su lista de "aún no me la follo" y no permitiría que eso pasara.

Contrato - Walls (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Where stories live. Discover now