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La semana había sido sumamente dura

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La semana había sido sumamente dura. Por un lado tenía a Pedro tratando de convencerme de preguntarle a Elisa para salir en el videoclip y por otra parte tenía la presión de que Elisa a penas y estaba en casa, y que literalmente no dormía aquí.

Yo seguía durmiendo en el sofá y ella seguía huyendo de mi.

Necesitaba que me perdonara ya, porque no podría seguir soportando no tenerla, no hablarle, no ver series con ella... Yo necesitaba que ella volviese a ser conmigo cómo era antes.

— Ginés no estás concentrado —dijo Borja, la canción era entre los dos, pero realmente no podía concentrarme en mi parte.
— sí, perdón... Hoy no es mi día —me rasqué el cuello, él sonrió y caminó hasta mi.
— no te preocupes, aunque si te soy sincero creo que esa distracción tiene 20 años, cabello castaño y mide como 1.65cm —sonrió— ve a casa y haz lo que tengas que hacer, pero recupera a esa chica para que podamos seguir con esto Ginés —asentí y tomé mi chaqueta antes de salir corriendo a mi auto para luego conducir a casa.

Solo esperaba que estuviera ahí, porque no quería tener que buscarla por media ciudad otra vez.

Abrí la puerta y caminé dentro, Elisa estaba sentaba en el sofá con el móvil en las manos. Me miró y volvió a poner su vista en su pantalla. Suspiré hondo y saqué mi guitarra de su funda para colgarmela luego y comenzar a tocar.

Despiértame, como si no hubiese otra vez
Como si el tiempo se esfumase al vuelo
Y llévame, donde el alcohol cura la sed
Donde se nos hace corto el cielo —acompañé a mis dedos con mi voz obteniendo la atención de la castaña que en seguida me miró.— Perdona'o, por todos los peca'os del pasa'o
Por el ruido a la vecina de al la'o
Por ese primer piti a pachas que nos deja toca'os
Porque nos hace falta un paso para haberlo logra'o
Y si algún día me ves corriendo, y no sabes quién soy —pude notar una pequeña sonrisa en Elisa que aunque trataba de ocultarla se le escapaba.— Sólo mírame, con mis sonrisas y mis ojeras de siempre
Con esta cara de niñato impaciente
Con los modales que no tendré jamás
Mírame, con mi coraza de falso prepotente
Y el cosquilleo de cuando estás enfrente
Con las historias que tengo que contar.

Volver a lo de antes, olvidar septiembre
Pensar que aún no es tarde pa' empezar a entenderme
Sentirme tu excusa pa' volver
Hacer que me esperes pa' un café

Por cada cara a cara en mi personalidad
Porque me hacen falta dos hielos pa' decir la verdad
Porque sé que no es culpa mí, pero a mí me da igual
Si tengo que cargar con ellos por ti, vamos sin más
Y si algún día me ves corriendo, y no sabes quién soy
Y si algún día me ves huyendo, y no sé a dónde voy —yo seguía cantando mientras que Elisa me miraba sin moverse del sillón. Mis dedos tocaban los acordes de mi propia canción sin error alguno, y sin detenerme hasta que llegó el final de la canción y finalmente dejé de cantar.

— Gin... —la interrumpí.
— Escucha, yo sé que fui un imbécil, un idiota, un gilipollas —enumeré con mis dedos— un pendejo, un estúpido, un baboso —usé sus propias palabras haciéndola reir— pero te juro que estoy arrepentido, no pienso ninguna de las palabras que dije Elisa, eres una chica más que increíble, y en verdad en verdad quiero que volvamos a lo de antes, que volvamos a reírnos, que volvamos a ser nosotros dos sin mayor problema. —Elisa se puso de pie y se acercó a mi.
— de acuerdo —dijo sonriente, me quité la guitarra dejándola en el sillón y la atraje hasta mi en un solo movimiento, ella me abrazó también haciéndome sonreír de inmediato— jamás vuelvas a pensar que yo haría algo para echarte de casa, yo no quiero que te vayas, me agradas demasiado Ginés —susurró.

Sus palabras hacían hecho que el infesto de mariposas dentro de mi se alborotaran, y ahora mismo estaba muriendo mientras que pretendía que nada había pasado.

— nunca volveré a dudar de ti —contesté, ella se separó y me miró a la cara.
— ahora, noté que no has dormido en la habitación, ¿Qué pasa? ¿No te gustó? —negué.
— ni siquiera he entrado, te prometí que la conocería contigo y estaba esperando a que quisieras mostrarmela tú misma, Elisa —ella sonrió enternecida.
— eres una ternurita Ginés —hizo puchero y me tomó de la mano— ven, vamos a conocer nuestra habitación por 1 mes y medio —eso era mucho tiempo, no sabía que tan listo estaba para compartir un mes y medio cama con ella sobre todo ahora que verla me confundía demasiado.

Abrió la puerta y me dejó pasar. Las paredes eran blancas y tenían cuadros y cosas por todas ellas, algunos dibujos, sus placas de YouTube, un inmenso librero y por supuesto en una esquina un micrófono como en un "mini studio"

— es preciosa —dije admirando todo, se notaba su profesionalidad porque estaba impecable, pero el área donde supongo es donde graba era aún mas limpio, más organizada.
— no tengo estrellitas en el techo, pero podemos poner algunas si gustas —dijo alzando los hombros— ahora en cuanto al tema cama, vamos a dormir juntos pero Ginés... Nada va a pasar entre nosotros, bien? —advirtió, asentí con una risa... Ahora mismo no haría nada para dañarla o incomodarla así que debía controlarme bastante bien.
— Bien —dije como respuesta— ahora que hemos vuelto a ser nosotros, y que estás en pijama —apunté a su pequeño short y su gran camiseta de dibujos animados— ¿Te parece si me doy una ducha, me pongo pijama y nos recostamos a ver Friends? —pregunté, ella sonrió ampliamente y asintió.
— y pensar que hace unos meses eras tú el que se negaba a ver Friends y ahora eres el que lo pide —rió.
— es una buena serie, no me había dado el tiempo de verla, gracias por traerla a mi vida —respondí...

Es verdad, amaba la serie... Pero creo que era más porque la veía con ella, y ver Friends me conectaba con ella y yo amaba verla reírse y el ambiente que de creaba cuando la veíamos... Así que agradecía a Friends por eso.

Contrato - Walls (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Where stories live. Discover now