13

587 73 81
                                    

Luego de aquella incomoda charla entre mis amigos y Elisa me había quedado completamente confundido

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Luego de aquella incomoda charla entre mis amigos y Elisa me había quedado completamente confundido.

Llevaba una semana evitando a Elisa, no solamente porque verla me confundía más si no porque además... Temia que las sospechas de mis amigos fueran reales y que en verdad le estuviera agarrando cariño a Elisa.

Así que me pasé la semana escabulliendome entre mi habitación y la cocina cuando ella estaba en la suya, o yendo a casa de amigos pero evitándola a toda costa.

Ahora, por ejemplo volvía de la casa de Barder dónde me había quedado a dormir y luego me había quedado toda la tarde. Supuse que Elisa no estaría en la sala considerando que usualmente a esta hora ella se ponía a grabar.

Abrí la puerta silenciosamente topandome con una mirada enfadada dentro de parte de una chica 10 centímetros más bajita que yo con ojos verdes y cabello alborotado.

— ¿dónde carajo estabas? —preguntó molesta, suspiré. Tal y como Felix, mi otro amigo, me había aconsejado traté de buscar en ella un defecto.

Cualquier cosa, un lunar en la cara, alguna cicatriz, un ojo chueco... Nada. Todo en ella encajaba perfectamente al menos en mi cabeza.

— En casa de Borja, el chico del otro día... —respondí, ella asintió y cambió su semblante a uno menos reprochante.
— ah, bien —se relajó un toque y sonrió.
— Ahora si me lo permites, iré a mi habitación —dije tratando de evadirla pero me detuvo su voz.
— Nunca supe cómo quedó adornada tu habitación, no sé si está organizada bien o no —dijo pensativa, me giré a mirarla y sonreí.
— ¿Quieres entrar a verla? —pregunté, ella asintió repetidas veces y se encaminó pero la detuve con mi mano— solo una condición.
— no voy a tener sexo contigo Ginés, hazte a la idea de una vez —rodó los ojos, solté una risa
— No es eso —la miré mal, entendía que supusiera que era eso, la verdad es que había sido muy insistente con el asunto.
— bien, dale, suéltalo
— Yo quiero ver tu habitación también, otro día si así lo quieres, pero quiero conocer el lugar donde ocurre la magia de tus vídeos —soltó una risa y asintió.
— vale, pero debes darme tiempo de limpiarla, porque no te dejaré conocerla con desorden —asentí.
— ahora sí, conoce la cueva de Ginés —la tomé de la mano y entramos a mi habitación.

La verdad es que tampoco era algo del otro mundo. Había una ventana, casi todo era blanco y negro a excepción de algunos detalles azules, mi cama era grande y estaba ordenada. No me gustaba la suciedad ni el desorden, me sacaba de mis casillas.

— Wow, es increíble —dijo ella mirando a su al rededor, pasaba sus dedos por los muebles, conociéndola como era con el tema de la limpieza sabía que estaba buscando polvo en sus dedos.
— Es simple pero me gusta —me crucé de brazos— ahora...
— ¿Me estás corriendo de mi propia casa? —preguntó sonriente sentándose en la cama y cruzando su pierna.

Dios, mi cerebro comenzaba a poner tantas imágenes que la involucraban a ella, a mi y a esa cama en que estaba ahora sentada. Debía calmarme.

— por supuesto que no, te puedes quedar —dije y me senté a su lado.
— ¿Cuál de esas guitarras es tu favorita? La que mas te gusta —apuntó mis tres guitarras colgadas de la pared.

Sonreí, me gustaba que otra vez estuviesemos interesandonos en la vida del otro... Me hacía sentir especial y me gustaba tener su atención.

— la acústica color madera clara del final —respondí sin pensar mucho cosa que la sorprendió.
— ¿Por qué? —me miró de nuevo a mi.
— fue mi primer guitarra y lleva conmigo un montón de años —suspiré— le tengo cariño especial y la cuido mejor de lo que me cuido yo —alcé los hombros.

Ella sonrió enternecida y siguió mirando desde su lugar.

Me levanté de la cama y cerré las cortinas haciendo así que la única luz que nos iluminaba fuese la del foco de la habitación.

— recuestate —pedí, Elisa me miró mal y negó.
— Ginés te dije que...
— solo hazlo te prometo que no te voy a tocar siquiera, quiero mostrarte algo —dije sonriente.
— te juro por dios que si te sacas la polla amanecerás sin ella —advirtió y se recostó tal y como le había pedido.

Apagué la luz y corrí para tumbarme a su lado mirando al techo en donde había toda una galaxia de plástico que brillaba en la oscuridad.

— Me tomó dos días pegar todas las estrellas y los planetas, pero quedó bien, no lo crees? —pregunté, la poca luz de la habitación apenas y me permitía verla. Pero era suficiente para notar su silueta en la obscuridad dándome permiso de admirarla desde mi lugar... Sí que me estaba gustando un poco más de lo que me gustaría que me gustase.
— Me encanta, cuando era niña mis padres me habían puesto de esas estrellas en mi habitación, me pasaba horas mirándolas antes de dormir, siempre me han relajado mucho —confesó.

Me di la valentía para tomar su mano y entrelazar nuestros dedos sintiendo como esta acción me provocaba ciertas sensaciones en el estómago. Mariposas creo que les llaman.

— Puedes venir a dormir aquí cuando quieras Elisa... —susurré, ella me miró y sonrió.
— que lindo gesto, gracias Ginés —respondió con la voz amable que tenía siempre.

Su cara volvió al techo y siguió mirando mi pequeño planetario de techo, yo me quedé viéndola a ella.

No podías odiar a alguien como ella por mucho tiempo, era imposible. Era demasiado bonita, por dentro y por fuera. Era linda conmigo, se preocupaba por mi, constantemente me buscaba para hablar y aunque seguía siendo un misterio en cuando vida pasada... De a poco se iba abriendo conmigo lo cual me encantaba.

Realmente esperaba que pudiéramos ser amigos luego de que el contrato terminase... Porque sería una pena que ella se alejara de mi tan pronto pasara el tiempo estimado que debíamos pasar juntos.

Me estaba encariñando mucho con ella, la estaba comenzando a ver con otros ojos distintos... La estaba viendo con los mismos ojos con los que la miré aquella vez en los premios.

Contrato - Walls (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Where stories live. Discover now