26

558 70 10
                                    

Mis ojos lentamente se fueron abriendo, la luz de la habitación me calaba un poquito pero no era nada a lo que no me pudiera acostumbrar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mis ojos lentamente se fueron abriendo, la luz de la habitación me calaba un poquito pero no era nada a lo que no me pudiera acostumbrar.

Sentía el peso de una mano en mi cintura y tan pronto intenté girarme recordé de quién se trataba y una sonrisa se dibujo en mi rostro de inmediato. Era Ginés.

Anoche habíamos pasado una noche más que maravillosa, él era todo lo que había necesitado y no sabía que necesitaba, había sido tierno, lindo, fue un experto el hijo de puta. Me encantaba todo lo que había pasado.

Me sorprendió que esta vez fuese yo la que despertara primero, me giré bajo si brazo para quedar de frente topándome con el angelical rostro de Ginés que parecía relajado y profundo. Con mis manos acaricié su pecho subiendo las manos hasta sus mejillas delineando con mis dedos sus labios y haciendo figurillas en sus cachetes.

Me encantaba tenerlo así de cerca, podía ver aún más todas las facciones de su cara, podía notar sus labios preciosos, sus pestañas doradas, su precioso cabello y su perfilada nariz.

Capaz que parecía acosadora, entendía porque él se había quedado viéndome a mi, era algo bonito admirar a tu pareja dormir, bonito aunque un poco creepy.

Sentí que tenía hambre, y como no... Sí anoche no habíamos cenado nada, nos habíamos quedado los dos disfrutando de la noche sin más. Ni siquiera me acordaba de comer en ese momento.

Tomé mi teléfono y sin salir de la cama pedí delivery para ambos y volví a mi posición anterior acariciando el rostro de Ginés esperando a que esta despertara.

Sentía que todo dentro de mi había cambiado de manera rápida, había pasado de odiarlo y no tolerarlo a quererle como a pocas personas he querido, pero es que había demostrado que cambió, y confiaba en que luego de nuestra "ruptura" podríamos pasar un poco separados para luego volver y ya está. La gente no tendría porqué enterarse de que esto fue un contrato, ahora sí podríamos ser una pareja normal que no es monitoreada y mandada por alguien más.

Muchos días, pensaba en lo que hubiese pasado si yo no le hablaba a él en aquella premiación, si no me acercaba a él... Capaz que nunca iríamos a bailar, y jamás habríamos comenzado esto.

Era probable que yo hubiese vuelto con Valentín y Ginés habría podido seguir si camino libre con muchas mujeres y capaz que conocería alguna y se podría de novio con ella... Pero las cosas pasan por algo, no?

Agradecía a los astros o las mierdas de que sean que nos hayan puesto en el mismo camino, había sido algo sin duda interesante de vivir.

— hey, buenos días —escuché la voz rasposa y matutina de mi acompañante haciendo que regresará al mundo real fuera de mi cerebro y sonriera.
— buenos días dormilón —murmuré y le di un piquito, nada muy intenso porque no me había lavado la boca y no quería un beso así.

Ginés me apretó más contra él y pude sentir sus dedos en mi piel desnuda, me encantaba esa sensación cálida que tenía su piel.

— anoche fue bastante lindo, ¿No? —soltó, asentí y le dejé un beso en la mandíbula y luego otro en el cuello.
— fue increíble, fuiste increíble —reí un poco y me estiré— pero ahora mismo muero de hambre, y tengo que vestirme para recoger la comida cuando esta llegue. —sonreí y me aparté un poco de él aunque sus manos parecían no querer dejarme ir.

Solté una risa al verlo como niño pequeño tratando de que no me fuese de su lado. Era un crío, pero amaba ese crío.

— Quédate acá conmigo, mi amor, no quiero que te vayas, quiero que vivamos en esta cama por siempre —soltó como haciendo berrinche mientras se abrazaba a su almohada.
— primero, que asco vivir aquí toda la vida, sería muy sucio y dios, no —sentí un escalofrío, la suciedad en serio que me ponía un toque loca— segundo, moririamos de hambre cariño, y sería horrible morir de hambre —acaricié su mano— y tercero, honestamente quien coño quiere vivir en una cama? —reí.

Él soltó una risa y se cubrió con la cobija hasta la cara.

Me puse la ropa interior y la camisa de Ginés. Me levanté de la cama y caminé hacia mi closet para ponerme unos shorts.

Miré mi celular, la comida estaba cerca de llegar así que me di prisa y me fui al baño a enjuagar mi boca para quitar un poco el olor matutino.

Me acerqué a Ginés y le dejé un beso en la frente antes de salir del cuarto finalmente en dirección al lobby. En verdad tenía mucha hambre.

Miré al repartidor detenerse en la puerta, me acerqué a recibir la comida y agradecí para luego subir corriendo hasta mi apartamento de nuevo.

Al abrir la puerta me topé con un Ginés saliendo de la habitación con un short y sin camisa, tenía el cabello despeinado y la cara de recién levantado, de veía divino.

— ven acá, la comida está lista —dije con una sonrisa dejando la comida en la barra y admirando de nuevo el torso desnudo de mi chico.
— no eres muy discreta cuando te quedas mirando a la gente, no? —soltó una risa. Era mi puto novio, podía echarme los tacos de ojo que quisiera con él, no?
— Disculpa, creí que estaba mirando a mi novio —respondí con una sonrisa y alcé los hombros.

Él se acercó a mí y pasó sus manos por mi cintura y me pegó a él.

— mi camisa te queda brutal, te ves demasiado sexy —murmuró, lo miré a la cara con esos ojos brillantes que me encantaban.

Me di el permiso de besarle los labios con un poco más de tiempo que los anteriores besos que nos habíamos dado.

Mis manos se aferraron a su cabello mientras que acariciaba su nuca, y sentía como él trazaba pequeños caminos desde mis hombros hasta el final de mi espaldas...

Estos momentos no tenían precio. 

Contrato - Walls (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Where stories live. Discover now