Prólogo

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Según el Edén, los bebés son una bendición. El Averno pone en duda dicha afirmación. Los entes de Lucifer creen que las pequeñas criaturitas llegan ansiosas por cometer su primer acto maligno tan pronto tienen la posibilidad, rompiendo los tímpanos de todo aquel a su alrededor con ese llanto insufrible que tanto los caracteriza.

Las malas lenguas de este omnipresente sistema divino e infernal sostienen que, si bien ningún humano puede comenzar a sumar experiencia y Escalones en sus respectivas tablas hasta que alcancen la edad de cinco años, esos primeros lloriqueos insistentes luego son recompensados con puntos en el Averno de forma aleatoria y distribuida.

Cuando las agujas marcaron las tres de la mañana el 6 de noviembre de 2003, el llanto de la bebé Azariah fue fiel a su estilo, casi inexistente. Es más, el personal médico creyó que había nacido muerta. Pero el llanto de Howard el 17 de abril de 2004 anunció un trágico desenlace al nacimiento. Oh, Lucifer estaba anhelando castigarlo por ello... El malcriado niño de mamá lloró hasta el cansancio y arruinó el buen humor de todos en la sala. Su hermana mayor quiso que lo metieran por donde lo habían sacado de tanto gritar y patalear.

Pero, en contra de todo pronóstico, eso fue lo único que el hijo del medio de la familia Saint tuvo para darnos en su tabla del Averno. Cuando cumplió sus cinco años y el sistema le descargó el torrente de información cognitiva que debía procesar, se convirtió en lo que sus padres querían que fuera, aquel niño perfecto.

Y, a fin de cuentas, ¿quién soy yo, un moderador de los puntajes de las acciones de los humanos, para criticar las elecciones personales de cada uno? Las tablas están hechas para que cada quien elija su camino a gusto.

¿Quieres moldearte como el próximo Mahatma Gandhi o Madre Teresa? Adelante, un sinfín de niveles para desbloquear te esperan para que alcances tu equilibrio interior. ¿Quieres convertirte en un asesino serial y quitarle el puesto a los más odiados? Pues claro que puedes, siempre que tu nivel te lo permita. Al final, aquello es lo único que importa. Ser uno u otro.

Las decisiones son importantes. Nos hacen quienes somos y esa es la gracia de todo el sistema. Tú tienes acciones básicas con las que moverte y serás recompensado en su debida medida. Si eres lo suficiente experimentado, subirás de Escalón y podrás desbloquear una acción que antes te era imposible realizar.

No puedes morir sin saber si perteneces a los Escalones del Averno o del Edén. Si tienes dudas es probable que termines en el Limbo, porque cuando tus órganos dejen de funcionar y tu cuerpo se apague por completo, tu alma vagará por toda la eternidad sin rumbo.

Todo un videojuego, ¿eh?

Lo mejor es ver cómo los humanos enloquecen con cada logro y evolucionan de formas tan inesperadas que incluso sorprenden hasta al más incrédulo. Esos son los pequeños placeres que te da la vida cuando eres un hijo de puta como yo, ¿verdad? Tras haber sido capturado por mis crímenes, fui encerrado como empleado del Sistema para determinar el camino de aquellos que todavía pueden vivir este gran juego que es la vida.

Algunos dicen que esta tarea eterna que se me ha asignado es un castigo, pero puedo asegurarles que es mucho más entretenido de lo que parece. Incluso hay rumores de que cuando uno fallece, también se convierte en moderador con la ayuda de la participación celestial. Imagínate que te haces viejito, mueres solo y luego te despiertas en una especie de juzgado interdimensional entre las nubes, donde se te asigna un grupo de gente para monitorear y otorgarle los puntos a todas esas acciones que en tu vida veías como imposibles de concretar.

Es como ver una película de magnitudes colosales que nunca termina. ¿Lo mejor de todo? Ahora mismo vienen dos dramas dignos de una telenovela mexicana que estoy seguro me harán reír como para caer muerto. Bueno, miento. Lo mejor de todo es que la población no sabe que esto es un invento humano. ¿Imaginan lo irritante que sería para ellos enterarse de que en realidad hay un titiritero que maneja sus acciones y controla sus personalidades? Sí, exacto. Muy irritable. Guerra, sudor y lágrimas: el combo completo.

Éticamente hablando, te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora