Capítulo 2:

2.4K 333 128
                                    

Nota Irenne: Hey, solo quería avisarles que estaré actualizando todos los días, tengo la historia terminada y corregida, tal vez escriba un extra no lo se no eh decidido aun.

🐺

No pudo pensar más con la excitación recorriéndole la sangre, el deseo nublando su conciencia y el placer cegándolo mientras besaba, devoraba la pequeña boca de Giichi en el lugar más oscuro de la biblioteca.

La saliva se rebosaba por las comisuras de los labios de lo insaciable y necesitado que se devoraban las bocas.

Sumihiko tomo la mejilla húmeda y sonrojada del pequeño alfa, pudiendo observar el deseo y la excitación en sus pupilas dilatadas.

— Duele — murmuro Giichi — ¿Por qué duele, Sumihiko? — el niño se encogió, presionando sus manos en su entre pierna, la claridad golpea al omega como un tren.

¿Qué estaba haciendo? Era solo un niño, un niño inocente que no debía ser corrompido por su ambición de tenerlo cerca, por sus deseos más oscuros, debía dejarlo ir, por lo menos hasta que fuera lo suficiente mayor y supiera algo del mundo, solo quería ser un poco egoísta un tiempo más, solo un poco más lo quería a su lado.

No pudo más, sus convicciones se fracturaron al grado que no pudo evitar las gruesas y pesadas lágrimas, lloraba de pura frustración sexual, de ira contenida por el destino que los junto demasiado pronto, por su incapacidad de mantenerlo alejado, de los errores que había cometido hasta ahora, todo era una pequeña bomba de tiempo, que en algún momento tenía que explotar.

Empapado de lubricante, caliente como el carajo y llorando a mares se abrazó al pequeño frágil cuerpo del alfa.

— Lo siento, lo siento por todo Giichi — sus hipidos eran fuertes y quebradizos, mientras apretaba la espalda del alfa.

Sumihiko trago con dificultad — Te amo — beso su frente y acaricio sus mejillas con ternura, antes de salir huyendo, como se le había hecho costumbre cuando el deseo y la excitación se volvían insoportable, solo escucho al niño llamándolo a la lejanía.

Llego a casa azotando puertas, alterado y trastornado, importándole una mierda encerrarse en la habitación que compartía con Kanata, soltando su bolsa de la escuela, cayo arrodillado por la debilidad de su cuerpo, sus piernas se sentían húmedas y pegajosas del lubricante en exceso, temblándole todo el cuerpo en necesidad, se quitó el pantalón con manos temblorosas, despegando su bóxer que escurrían lubricante natural, se estremeció ante una corriente de aire.

Gateando hasta donde tenía escondido su consolador, hurgo con impaciencia entre sus cosas, soltando un gemido al tenerlo entre sus manos.

— Giichi — gimió ronco mientras lamia la extensión del juguete imaginando que era la polla dé su alfa, provocando un ronroneo de satisfacción.

Sus dedos rodearon le sensible ano que vibro, sintiendo el exquisito ardor y dolor al estirarse a causa de los dos dedos que introdujo sin ningún tipo de reparo.

Se arqueo y gimió al no ser suficiente, un tercer dedo escoció su interior, sintiendo momentáneamente una satisfacción casi insana, su cabeza cayo y su boca se abrió al sentir un cuarto dedo rozar en su interior, se sentía tan expuesto, humillado y traspasado, provocando que se excitara aún más, mientras su culo vibraba y apretaba en éxtasis y se corría en abundancia.

Sofocado se dejó vencer y caer al suelo de su habitación.

Necesitaba una solución, no podía seguir viviendo así.

Kanata observo a su hermano por decima vez esa mañana mientras se alistaba para la escuela, ya había sonado la alarma, ya lo había llamado varias veces y el omega no daba señales de querer despertar, a estas alturas ya le habría dado su escusa de siempre "Estoy despierto" y ni de coña estaría ni cerca de despertar, pero ni eso ahora, ¿Habría regresado a sus andadas? Desde que conoció a ese niño había tomado otra actitud, menos relajada y más productiva.

Como Algún día  ⌠GiTan⌡Where stories live. Discover now