Extra 2:

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 Al entrar al departamento, Giichi sintió que respiraba una paz inaudita y casi mágica, suspirando ante la tranquilidad y el sutil aroma de su omega embarazado, se adentró con el corazón tronando de alegría por ver a Sumihiko cargando a su cachorro.

El último año lo habían intentado arduamente, una vez que Giichi se habían tenido unos años trabajando en el museo como astrónomo y Sumihiko había estudiado su otra carrera derivada de la medicina, ginecología y anatomía omega, aun operaba aunque solo en los casos de su campo, dejándolo con tiempo que disponer para llegar temprano a casa, dejando definitivamente la cirugía, teniendo en cuenta que en algunos años pensarían en tener hijos, lo mejor para su relación y esos bebés era que el omega contara con tiempo.

No había sido fácil, Sumuhiko estaba rayando en la edad saludable reproductiva, si hubieran esperado unos pocos años más, para el omega hubiera sido imposible.

Estuvieron a punto de rendirse y pensar en otras alternativas cuando la prueba dio positivo, Sumihiko no se lo podía creer, se negaba a creerlo, era imposible, lo había intentado tanto, que las esperanzas eran pocas y ahora ahí estaba, no fue hasta que vio el ultrasonido que acepto sus sentimientos, llorando durante toda la noche con su alfa abrazándolo con cariño dándole su apoyo.

Giichi desajusto su corbata y camino directo a su habitación, sabía que el omega estaría ahí durmiendo, era lo único que hacía últimamente al llegar de sus turnos en el hospital, se detuvo un momento en el marco de la puerta, apoyando su hombro para contemplar la vista.

El sol bañaba las sabanas de satín y sobre el rostro dormido de su omega, se veía magnifico, hermoso y deslumbrante, la camiseta interior se ajustaba a su cintura y a la pequeño abultado vientre, con uno de sus ajustados bóxer, mientras abrazaba su almohada en medio de un nido.

Giichi respiro profundo el sutil aroma de su omega antes de apoyar la rodilla sobre el colchón e inclinarse sobre Sumihiko, besando la mejilla del omega y acariciando la diminuta protuberancia con la palma completa, sintiendo a su cachorro moverse, aun no podía creer que ahí crecía su cachorro, uno de Giichi y de Sumihiko.

Sumihiko se sacudió abriendo los ojos adormilado, sonriéndole a su alfa, acariciando el brazo que lo rodeo por completo, mientras Giichi besaba el hombro descubierto.

— Llegaste — murmuro el omega con voz pastosa llena de sueño.

— Si — contesto el alfa besuqueando el cuello de Sumihiko.

— Basta Giichi, tenemos un compromiso con mi madre esta tarde — ahora el omega estaba más que alerta ante las manos insistentes de Giichi debajo de su ropa.

— Nos perdonara si llegamos unos minutos tarde — Sumihiko gimió ante los duros dedos sobre sus pezones sensibles.

— No, esta vez tenemos que llegar temprano, es nuestra tradición — Giichi se detuvo de pronto y alzo la cabeza para poder ver a su omega a al rostro.

— ¿Es hoy? — pregunto intrigado, desde que lo supo quiso saber y ver de qué se trataba, la familia Kamado era muy celosa sobre esa tradición en particular y no le dirían nada hasta el momento en que se efectuara.

Sumihiko rio suavemente ante el entusiasmo de su alfa — Si — peinando distraídamente los cabellos oscuros y largos de Giichi, observando su perfil aún más varonil, los años habían endurecido sus rasgos, suavizando sus ojos y expresión, era algo extraño que solo Giichi tenía.

— Tomare una ducha — murmuro antes de tratar de pararse, como buen alfa corrió a ayudarlo, recibiendo una mala mirada de Sumihiko.

— Solo estoy embarazado, no soy un invalido — le reprocho, pero se dejó levantar con suavidad, hasta que tuvo los pies sobre el suelo firme.

Como Algún día  ⌠GiTan⌡Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin