Capítulo 5:

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Azoto la puerta de su habitación al entrar, no quería que su madre, ni nadie lo interrumpiera, dejando el paquete sobre la cama, observándolo sentado desde el suelo, a una distancia segura, necesitaría primero juntar toda su valentía para poder abrirlo, sería muy vergonzoso, demasiado.

No supo cuánto tiempo estuvo observando el paquete, debatiéndose si abrirlo o no, pero cuando Kanata toco la puerta, salto sobre saltado, aferrándose a la caja a medio abrir, casi se le sale el corazón por la garganta de la impresión.

— Sumihiko, ¿Cuánto tiempo vas a estar ahí? — aterrado de que su hermano entrara y lo encontrara con algo tan indecente, escondió el paquete entre sus cosas, más tarde lo vería cuando haya reunido el suficiente valor.

Abrió la puerta despacio avergonzado, Kanata frunció el ceño ¿Qué le abría picado a su hermano? Se comportaba muy extraño, se encogió de hombros, era Sumihiko todo en él era raro.

— Esta noche me quedare con Touko, su celo se adelantó — Sumihiro se ruborizo, no necesitaba esa información, lo hacía sentir envidia y resentimiento, unos sentimientos que no quería sentir por su hermano, ni su novia, su omega gimoteo por su alfa.

En un momento Katana estaba en la habitación y al otro ya no estaba, sí que sabía lo que era pasar un celo con un omega.

¡Oh vamos Sumihiko! No sientas envidia de otro omega, ya llegará tu momento y será mucho más especial que cualquiera de ellos.

Era lo que pensaba el omega mientras cenaba en silencio con sus padres, su madre seguía acosándolo por información sobre el paquete, ni en un millón de años le diría que era.

— Buenas noches — murmuro desde la puerta después de tomar una ducha a sus padres.

Sumihiko se acostó en su cama, aun indeciso, aun sin saber su era correcto desempaquetar "eso", se lo pensó por momento, encontrando la excusa perfecta, no tendría otra oportunidad así en un futuro cercano, su hermano regresaría en dos días, era el mejor momento para utilizar y probar "eso", hasta le avergonzaba llamarlo por su nombre.

Decidido se sacó las sabanas de encima y a paso firme fue a sus cosas en su pequeño armario, trago observando la caja en el suelo, era ahora o nunca.

Con un arranque de valor, desgarro la caja, partiéndola en dos, sus ojos se agrandaron en sorpresa al ver el tamaño del consolador, ¡Era demasiado grande! ¿Él había pedido eso? era hasta hilarante, solo esperaba que el de Giichi algún día se desarrollara igual.

Con manos temblorosas examino el aparato, tenía un nudo simulado, tenía ventosa para mejor comodidad, era duro, pero suave, de un tierno color rosa, podía vibrar si era lo que quería, todo en uno.

Respiro profundo, exhalando el aire, tratando de tranquilizar sus nervios, haría esto con toda la dignidad que tenía.

La ventosa chupo el aire en el suelo en medio de la habitación, era vergonzoso como el carajo verlo ahí, tan erguido y simulando estar duro.

Sumihiko se desnudó por completo, sería más cómodo de esa forma, .... ¿Cómo se hacía? ¡Joder! Estaba tan asustado, avergonzado y temeroso que se le había olvidado hasta que hacer, respiro profundo, contaría hasta 100 si eso lo calmaba.

¡Oh si! Primero tenía que encender un poco las cosas, ¿Cómo hacerlo? Sumihiko termino exprimiéndose la cabeza, estaba confundido y recordó lo que le hacían sentir aquellos sueños extraños de su anterior vida, aquello tan excitante y volátiles sentimientos.

Recordó cómo se sentían aquellas callosas manos acariciando su piel, su cuerpo se estremeció al recordar, eran tan cálidas y se esforzaban por hacerlo sentir bien, su polla se irguió y sus pezones se endurecieron.

Como Algún día  ⌠GiTan⌡Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz