• With You [Sesshomaru x Rin] •

19° | Parte 1| Una vez más

La noche había caído y un silencio sepulcral se hizo presente en la cabaña de Kaede y Rin, esta última andaba demasiado perdida y agobiada por todas las emociones que la invadian en ese momento y frustrada por no encontrar el collar de Kohaku.

—Oh vaya parece que no oíste nada de lo que dije—Habló Kaede sonriente.

—Ella suspiró avergonzada hasta percatarse de algo inusual y mirar a todos lados—Por cierto, ¿Dónde está la señorita Kagura? Se supone que duerme aquí con nosotras.—Habló un tanto preocupada, aún seguia herida y ya era muy tarde como para salir a pasear.

Y no, no le guardaba rencor por lo ocurrido con Sesshomaru, no quería quedar en malos términos con ella, sabía su desafortunada historia y lo menos que quería era ser un dolor de cabeza, pero de todas formas debía contarle la verdad.

—Ahora que lo mencionas, no ha vuelto desde la tarde, pero sabe cuidarse sola, descuida—Contestó recostandose sobre sus sabanas.—Descansemos.

Rin asintió desanimada, descansar era lo que dificilmente podria hacer esa noche.

•••

—Señorita Kagome, descuide, iré a esa aldea en su lugar.—Habló Rin sonriente, dejando sus labores de lado.

—Pero no tenemos a Kirara en estos momentos, tampoco quiero que vuelvas muy tarde, Sesshomaru me mataría.—Contestó Kagome con algo de humor, por ahora ella era la única que sabía de su relación.

—Rin rió por su comentario—No diga eso, recuerda que le dije que se lo compensaría por despertarme el día de mi encuentro con él. Asi que no se preocupe, conozco muy bien el camino.

La sacerdotisa no insistió más, se despidió de ella y Rin emprendió su recorrido que le tomaría alrededor de dos horas a pie.

En el transcurso del día ya no estaba soleado como en un inicio, las nubes indicaban que tarde o temprano llovería y eso le preocupó. Caminó más rápido sumergida en sus pensamientos hasta avistar una silueta conocida a lo lejos, paró de caminar cuando estuvo a pocos metros de ella.

—¿Kagura? No puedes estar aquí tus heridas aún no sanan.— Habló preocupada bajando su mirada a las vendas que traia la demonio.

—Ahorrate el sermón, muchacha.—Dijo acercandose lentamente hacia ella provocando confusión en Rin por su repentino cambio de actitud.

—¿Pasa algo?

Aquella confusión de Rin solo empeoró el temperamento de la demonio, que detestestaba la tipica "ingenuidad" que emanaba la humana.

—Aclarame de una vez, qué es lo que te traes con Sesshomaru. Y no me hagas esperar, no quieres colmar mi paciencia.—Entrecerró los ojos.

—Pero no hay necesidad de que te enfades, planeaba hablarlo contigo...ya que sé sobre tus sentimientos por Sesshomaru.—Admitió Rin bajando la mirada.

—Callate, no tienes el derecho de hablar acerca de lo que yo siento por él.—Gritó tomandola de los brazos para que hablara.

—M-Me lastimas Kagura...basta—Se quejó con cierto miedo, Kagura la ignoró pensando que solo exageraba, pero ella no se percataba que sus garras perforaban los brazos de Rin provocando que sangrara.

—¡Pero qué delicada! Como Sesshomaru puede fijarse en esta raza tan inferior.—Exclamó con mucha colera.

—¡Basta, no sigas! No tienes por qué hacerme sentir mal, yo nunca te he hecho daño...

—¿Ah no? ¿Entonces por qué interfieres entre nosotros?—Desvió su mirada— Si tan solo yo no hubiera muerto...

—¿D-De que hablas?—Preguntó Rin con los ojos muy abiertos.

—Así como lo oyes, antes de morir él fue a buscarme, curiosamente tú ni su servidor estaban a su lado, así que supongo que se fue sin avisar y los dejó, entre las dos... ese día me eligió a mi.

No, no es verdad, no quería seguir escuchandola, no queria volver a desconfiar en Sesshomaru, no cuando todo estaba bien entre ellos y dias atrás ambos se demostraron los sentimientos que se tienen por el otro. Esta vez no dejaria que las palabras de Kagura la lastimaran, ya no iba a tolerar seguir siendo tan frágil.

—K-Kagura, quizás tengas razón... quizas si no hubieras muerto... la preocupación que el amo Sesshomaru tenía por ti... se pudo haber convertido en algo más que solo preocupacion.

—Claro que si... así debia ser.-—Pronunció frunciendo el ceño y molesta por lo injusta que fue la vida con ella.

—Pero... lastimosamente para tí eso no pasó, perdona si lo que te diré te hace sufrir, pero... ya no puedes seguir aferrandote con algo que nunca pasó, debes afrontar como son las cosas ahora... y la cuestión es que yo soy la actual pareja de Sesshomaru.—Sintió lastima por Kagura, pero debia saberlo.

Ella cerró los ojos con mucha fuerza conteniendo su ira y maldiciendo su suerte. No queria aceptar esa realidad... ella podia cambiar ese destino, no necesariamente tiene que resignarse a vivir sin estar al lado del hombre que ama, tiene una segunda oportunidad para hacer un cambio.

—¡No, Callate!— Gritó furiosa sujetando a Rin con más fuerza, ella soltó otro quejido de dolor pero la demonio la ignoró —¡Yo aún puedo cambiar eso! Yo aún...—Gritó centímetros cerca de su rostro, pero bajó su mirada notando la marca en su cuello, la marca que proclamaba a Rin como la única mujer que le robó el corazón a Sesshomaru —U-Ustedes...

Rin la miró con cierto miedo ya que una extraña aura roja y negra se formaba alrededor de la demonio, quien mantuvo su rostro de sorpresa.

—K-Kagura...—Murmuró Rin en un hilo de voz para luego ser atravesada por el abanico de la demonio que estaba en el suelo.

Rin bajó la mirada horrorizada por lo que acababa de hacer, volvió su mirada a la demonio intentando preguntarle por qué... Por qué tenía que arrebatarle su vida de esta manera, por qué despues de todo los cuidados que le brindó...Por qué después de que estaba a punto de ser feliz al lado de Sesshomaru.

Por otro lado Kagura recobró sus 5 sentidos, la extraña aura fue la que tomó el control del abanico, pero esa aura eran los deseos que la dominaban en ese momento, que por la "Maldición" de la bruja Anzu, salieron a flote, las palabras que le dijo se repetian en su cabeza.

"Si dañas físicamente a otra persona por odio o rencor...te costará la vida"

—¡Basta, Ya callate!—Dijo soltando a Rin y colocando ambas manos sobre su cabeza, cayendo de rodillas sobre el pasto.

Alzó la mirada y vió el cuerpo desmayado de Rin, desangrandose cada vez más, Kagura extendió una mano, intentando acercarse.

—¿R-Rin?—Pronunció preocupada y con pocas fuerzas—Contesta...

Pero ella no respondia, era claro que una herida de tal magnitud un demonio lo soportaría, pero un humano no, perdió la cuenta de las veces que continuó insistiendo y rogando para que contestara, pero era inutil.

Y para mala suerte de Kagura, olvidó lo más importante, los demonios tienen buen olfato, en especial el Lord de las tierras del Oeste.

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Este capitulo ya lo tenia previsto desde un inicio, no saquemos conclusiones apresuradas. :'v💕