Capítulo 11

2.5K 139 39
                                    

ⓘ Contenido Adulto

Maia

No pude separar mis labios de la cara de Harry en todo el trayecto hasta mi apartamento y aunque el tampoco podía tuvimos que hacerlo para abrir la puerta, "Te quiero," Habló contra mis labios mientras me tomaba en sus brazos y caminaba hacia mi habitación, "Dilo tu también," Susurró antes de dejarme caer en la cama.

"Te quiero," Repetí sus palabras y sonrió, cuando notó que mis ojos estaban clavados en sus labios se acercó a mi y nuevamente apretó su suave boca contra la mía. El beso era un tanto dulce e inocente, casi como si nos estuviéramos besando por primera vez, sin embargo, en cuánto abrí la boca su lengua comenzó a acariciar la mía. Su cuerpo que parecía un tanto relajado se tensó y comenzó a respirar de manera profunda. Sus brazos, que se encontraban a cada lado de mi cuerpo haciendo fuerza para mantenerse encima de mi, se flexionaron apretando todo su cuerpo contra el mío sin apartar su boca de la mía. Por un momento creí que íbamos en contra del reloj al darme cuenta que me desvistió por completo en segundos incontables.

Cuando no había ningún tipo de tela entre nosotros pude observar que sus ojos comenzaron a buscar algo en la habitación, "No estoy seguro de si quiero que haya un condón aquí en tu habitación o no," Solté una pequeña risita y negué con la cabeza.

"No hay," Sus brazos volvieron a estirarse, con la idea de irse en busca de ellos, sin embargo lo detuve, "No es necesario," Alzó ambas cejas y puse mis ojos en blanco, "Estoy tomando la píldora," Apresuré a que mis palabras salgan de mi boca y tiré de su cuerpo para volver a la misma posición de hace unos pocos segundos. Besó mis labios una vez más y se agarró a la cabecera de la cama con una de sus manos y con un rápido movimiento me penetró. Harry gimió contra mi boca provocando que yo ahogue el grito que estaba intentando salir de mi garganta, llevo la mano que se encontraba al lado de mi cabeza hasta mi rostro, tomándome por las mejillas y volviendo a besarme.

"Dime que volverás a estar conmigo," Mordí mi labio inferior entendiendo las palabras de Harry pero no pudiendo formular una respuesta ante las sensaciones que estaba teniendo, "Dilo," Asentí cerrando los ojos.

"Sabes que si Harry," Su mano izquierda seguía agarrada de la cabecera de la cama mientras que la derecha se escabullía de mi mejilla a mi nuca y continuaba penetrándome una y otra vez.

"Soy tuyo," Susurró gimiendo contra mi boca y sonreí ante sus dulces palabras, sentí que mis piernas comenzaban a temblar cuando los movimientos de Harry comenzaron a ser más decididos y firmes, apreté mis pies contra el colchón impulsando mi cuerpo hacia arriba en busca de las caderas de Harry, "No voy a aguantar mucho más," Abrí mi boca para decirle que yo tampoco en cuanto sentí el familiar nudo en mi estomago, sin embargo, aprovechó el momento para volver a besarme buscando mi lengua con la suya. Percibí algo de sudor arrastrarse por mi frente mientras que sentía en mi garganta las vibraciones que producían los gemidos de Harry contra mi boca.



Harry

Aún no me había dormido. No podía dejar de observar a Maia. Su rostro estaba pegado a mi torso desnudo y nuestros cuerpos aún estaban cubiertos en sudor, tapados por su suave y fina sábana blanca. Cada centímetro de su rostro me fascinaba, podía pasar horas, días observando sus largas pestañas, la forma en que casi rozan sus mejillas coloradas, en lo carnosos y, al mismo tiempo, dulces que son sus labios. Pasé la yema de mis dedos por su nariz hasta llegar a ellos, acariciando el inferior. Mis párpados estaban cansados, sin embargo parecía que mi mente no, era como si el haber estado con Maia nuevamente le hubiera entregado a mi cuerpo y mente un impulso de adrenalina. Observé hacia la ventana que se encontraba frente a la cama de Maia y pude ver que el sol comenzaba a aparecer. Negué con la cabeza al darme cuenta que no había pegado un ojo en todo este tiempo y que ya había pasado toda la madrugada. Apoyé mis labios en su frente. Estaba un poco asustado de que Maia despierte y sienta arrepentimiento, o aún peor, que yo me duerma para sólo despertarme y darme cuenta que todo fue una creación de mi imaginación. Su cuerpo se movió entre mis brazos y abrió, a medias, solo uno de sus ojos, "¿Que pasa?" Susurró con voz somnolienta y algo perdida, "¿No quieres dormir un poco más?" Se acomodó aún en mis brazos y sentí un calor recorrer todo mi cuerpo hasta llegar a mi corazón, creí que había vuelto a dormirse pero pude ver como, esta vez, abría ambos ojos, "¿Está todo bien?" Su tono era de preocupación y asentí rápidamente, intentando relajarla y hacer que duerma de nuevo, "Harry, tienes los ojos rojos."

Intentó incorporarse pero no la dejé, quería que se quede entre mis brazos todo el día si era posible, "No pude dormir mucho," Me sinceré, "Pero lo intentaré ahora, sigamos durmiendo," Rogué y Maia frunció el ceño.

"¿Te arrepientes?" Solté una pequeña risa al darme cuenta de que ella se preguntaba lo mismo que yo.

Negué con mi cabeza, "Todo lo contrario, sin embargo tengo miedo de que tú seas la que se arrepiente," Ella suspiró.

"No," Soltó una risa, "Creo que es lo único que quería hacer desde que llegaste," Iba a reírme junto a ella pero la observé con mi ceño fruncido, algo que provocó que ella deje de reír.

"¿Me estás queriendo decir que si hubiera tocado la puerta y no me hubiera inventado el discurso de querer tu amistad, la agonía de verte y no poder tocarte hubiera terminado en ese mismo instante?"

Esta vez fue ella quién frunció el ceño e intentó, por segunda vez, incorporarse, pero esta la dejé, "¿Inventado?" Tragué, "¿Me estás diciendo que inventaste eso? ¿No querías amistad?" Negué con la cabeza.

"Creí que después de todo no querrías estar conmigo de nuevo, entonces pensé que quizás diciéndote que sólo quería amistad podría seguir en tu vida aunque no fuera de la forma que quería," Maia cerró sus ojos.

"¿Sabes?" Rió volviendo a abrir sus ojos, "Si queremos que la relación funcione a partir de ahora deberíamos hablar con la verdad siempre," Bromeó y sonreí, pero no por la broma.

"¿Relación? ¿A partir de ahora?" Repetí sus palabras y ella volvió a la misma posición de antes, acostada entre mis brazos con su rostro pegado en mi cuerpo.

Se encogió de brazos moviendo su cuerpo junto al mío, "¿No es lo que quieres?" Sonreí y satisfecho al fin por sus palabras apoyé mi boca encima de sus labios.

Daylight [H.S]Where stories live. Discover now