Capítulo 28

1.9K 108 14
                                    

Harry

Lo último que quería era perder a Maia. Quizás era preocupante, quizás era amor, pero estaba completamente dispuesto a dejarlo todo, a entregarlo todo, a perder todo, con tal de tener a Maia siempre a mi lado. Aún no dejaba de escuchar las palabras que salieron de su boca ayer por la noche. ¿Mi pasado, la historia de Nina, sería una razón para que se aleje? Estaba seguro de que no, no era demasiado grave lo que había pasado, es decir, estoy seguro de que cualquiera pudo haber hecho cosas aún peores, sin ir más lejos, mi padre. Mi padre era un claro ejemplo de todo lo que no quería ser, y por suerte no lo estaba siendo, sin embargo mi pasado podía tener una pizca de él. Todo sería mejor si Kyle no hubiera aparecido en la imagen. El pasado quedaría donde debe estar: en el pasado. Las sensaciones de ansiedad, de miedo a perder a Maia, de culpa ante lo que pasó no hubieran vuelto si Kyle nunca hubiera aparecido. Quería buscarlo, encontrarlo, amenazarlo, destrozarlo. Sin embargo, exactamente eso, sería volver al pasado. Volver a cometer los errores de los cuales estoy tratando de liberarme, repetirlo no ayudaría a la situación, la empeoraría. Solté el cigarrillo de mi boca, dejándolo caer en el suelo mientras subía la ventanilla del coche nuevamente.. En nuestro apartamento estaba Maia y en el antiguo apartamento estaba mi madre. Yo me encontraba en la calle, entre medio de ambos. Necesitaba tiempo para pensar y aproveché a detener el coche, antes de llegar al viejo apartamento. Comenzaríamos a trasladar varias de las cosas de Maia, y de las mías, de un apartamento a otro, algo me transmitía mucha tranquilidad. El nuevo apartamento era y se sentía de los dos. Sentía que podía llamarlo hogar, sabiendo que me pertenecía y que dentro de él también se encontraba Maia. Froté las palmas de mi mano y abrí el cierre de mi mochila, buscando dentro de ella otro pequeño cierre en donde se encontraba un papel arrugado y un tanto amarillo por el pasar de los años. Lo llevé conmigo a todos lados, prometiéndome mostrárselo a la persona que más amaría en el mundo pero nunca tuve el coraje de enseñárselo a Maia. Sin embargo, sentía que por algo había sido, y había sido así porque lo necesitaba en este preciso momento. Porque había llegado el momento de contarle todo lo que había sucedido con Nina, porque necesitaba saber que no le importaría, que me amaba por lo que soy ahora y que también podía dejar mi pasado en el pasado, junto a mi. Quizás si le mostraba las palabras que había escrito en este papel cuando decidí irme de mi casa, cuando decidí escapar de Inglaterra, entendería que lo único que necesitaba para cambiar era la relación que hoy tengo con ella, y que al encontrarla pude cambiar. Desarmé el papel entre mis dedos, con delicadeza sabiendo que podía romperlo mientras me acomodaba en el asiento del coche.


Sigo los caminos borrosos por los cuales me ha empujado la vida, he caminado por senderos de muerte que huelen a sufrimiento y a mentiras. Abandonado en calles sin nombres y callejones sin salidas, he sentido mi alma salir del cuerpo mientras captaba la tristeza con la que me miran. No tengo idea cual es mi destino, solo sé que quiero ser de alguien, de una persona especial para nunca sentir nuevamente esta soledad. Encontrar dos brazos que me sostengan fuerte,
que siempre me quieran abrazar. Alguien que se arrastre en mis pensamientos, cuando en la noche trate de dormir. Sentir el calor de alguien pegado a mi piel, cuando por las noches haga frío. Quiero encontrar los colores perdidos, para dejar esta vida de tono gris. De una vez por todas encontrar dos brazos que me sostengan fuerte, que no me dejen ir.


Mi móvil vibró repentinamente y me sobresalté, arrugando una vez más el papel, "¿Maia? ¿Está todo bien?" Fruncí el ceño teniendo en cuenta que me había ido del apartamento hace tan sólo minutos.

Dejé el papel dentro de mi mochila y esperé la respuesta de Maia mientras encendía el motor del coche nuevamente, "Si," Exclamó, "Es sólo que me olvidé de pedirte que busques las llaves que se encuentran en el correo del edificio, son las de emergencia, pero ahora que el apartamento estará vacío las necesitamos para entregárselas a los próximos inquilinos," Asentí rápidamente aunque sabía que no podía verme.

"De acuerdo, estoy por llegar," Mentí, me faltaban varias manzanas pero no tardaría demasiado, "Será lo primero que haga." Maia me agradeció y luego de intercambiar unos te quiero finalicé la llamada. Como había supuesto, llegué al anterior apartamento de Maia en solo minutos. Mi madre nos había dicho que podía comenzar a empaquetar varias de nuestras cosas para realizar aún más rápido el traslado. Me bajé del coche y en cuestión de segundos mi humor cambió por completo, yendo de la punta de la sensibilidad hacia la otra punta: la ira. Kyle estaba justo en frente de la puerta del edificio. "¿Que mierda haces aquí?" Solté abruptamente sin importarme la gente del alrededor.

"No pretendía ver tu cara, sino la de Maia," Solté aire por mi nariz e intenté no cabrearme aún más, no quería llegar al punto de pelearme con él nuevamente, en plena luz del día, "Voy a contarle lo que hiciste, todo lo que sucedió, hasta aquí has llegado, Harry,"

Me reí negando con la cabeza, "No está Maia, y ya deja de intentarlo o me aseguraré de que la próxima vez que la veas no te reconzca el rostro," Bajó rápidamente las escaleras y llevé mis hombros hacia atrás, dispuesto a golpearlo si se atrevía a tocarme.

"Voy a contarle, Harry, debe saber lo que pasó con mi hermana," Resoplé.

"¿Por qué mierda debe saberlo?" Exclamé, soltando mis manos en el aire.

"Porque le arruinaste la vida a mi hermana."

Negué con la cabeza, "No fue mi culpa."

"Si, si que fue tu culpa," Continuaba negando con la cabeza, intentando que sus palabras no se escabulleran en mi mente, "Y me aseguraré de decírselo." Volteó para volver a la puerta del edificio pero se detuvo cuando volví a hablar.

"Ni Maia ni yo vivimos en este apartamento a partir de ahora," Tragué fuertemente, "No te lo tomes como una amenaza, sino como un consejo, no intentes hablar con ella."

Su risa provocó que mi sangre se calentara, al punto de sentirla hervir, "Pues entonces la llamaré, ¿Crees que no me atenderá?" No le respondí, no había nada para responder.

Observé como volteaba y comenzaba a alejarse de mi, no dudé ni siquiera un segundo cuando me subí nuevamente al coche. Llamé a mi madre para avisarle que volvería luego, intentando finalizar la llamada lo más rápido posible, marcando el número de Maia. Ocupado. El corazón me latía tan fuerte que comenzaba a escucharlo en mis oídos. Continuaba llamandola, aunque tampoco era mi idea contarle todo a través del móvil, sería una locura. Tampoco podía decirle que no atienda a Kyle, conociéndola sólo crearía sospechas, incentivándola a que lo atienda. Este era el momento. Esta era la señal para que le cuente todo lo sucedido en mi pasado, lo que verdaderamente ocurrió con Nina. Me causaba ansiedad escuchar el pitido que producía el móvil, dándome a entender que estaba en otra llamada. Tanto Maia como mi madre me odiarían si supieran que excedí la velocidad en todo momento, que no respeté más de un semáforo, sin embargo, gracias a ello me encontraba nuevamente frente al edificio que contenía nuestro apartamento.

"¿Maia?" Exclamé una vez que subí los pisos por escalera, corriendo, creyéndome más rápido que el ascensor, "¿Maia?" Volví a preguntar y escuché un susurro en la cocina. Corrí hacia ella y pude verla de espaldas a mi, quitó el móvil de su oído, apoyándolo en la mesa, cuando volteó pude ver lágrimas acumulandose en sus ojos, me preparé para lo peor.

Sin embargo, de reojo, pude observar la palabra 'mamá' brillar en la pantalla de su móvil, "Creo que mi papá no es mi papá."

Daylight [H.S]Where stories live. Discover now