Capítulo 46

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Maia

"Solo dime que no lo estuviste investigando a propósito," Harry rió aunque no estaba bromeando.

Cole se terminó yendo luego de que Harry lo amenazara, debo admitir que me sorprendió y agradecí el hecho de que no lo golpeara, ni siquiera parecía tener la idea en su cabeza, "No, Maia," Se puso serio y me senté en el sofá, creí que el también lo haría pero se mantuvo de pie, "No fue a propósito, el primer día que fui al Departamento de Policías tuve que realizar una tarea que implicaba leer los arrestos que quedaron en nada debido a la quita de cargos," Por un momento sentí que estaba hablando con una persona completamente distinta, no parecía Harry, "¿De verdad eso es lo primero que vas a decir?" Tragué fuertemente, "Vengo hasta aquí, para avisarte de que la persona que tenías aquí mismo, dentro de tu apartamento, fue arrestado por agresión sexual y lo primero que haces es, ¿Preguntarme si lo estuve investigando a propósito?" Cerré los ojos soltando un suspiro, "¿Quieres que me vaya así lo llamas y le pides disculpas por el alborto?" Escupió de una forma sarcástica.

"Sabes que no haría eso," Me encogí de brazos y lo observé negar con la cabeza.

"Sinceramente, no lo sé," Lo peor de todo es que Harry no estaba cabreado, sino que parecía decepcionado, "Creía saber que no aceptarías citas de manera tan rápida," Abrió sus manos en el aire, "Y mira."

"Lo siento," Susurré y bajé la cabeza, me sentía algo avergonzada, Harry llevaba toda la razón.

Harry soltó una risa por lo bajo, obligándome a levantar mi mirada nuevamente, "Es injusto," Fruncí el ceño, "Tú sabes que yo te perdonaría cualquier cosa que hagas," Levanté las piernas, subiéndolas al sofá, abrazándome a mi misma, "Y eso es injusto," Suspiró, "Porque yo estoy aquí, intentando cambiar por ti, mientras tu te la pasas de cita en cita con Cole," Abrí la boca para quejarme.

"No me la pasé de cita en cita," Resoplé imitando sus palabras, "Sólo fueron dos veces y en realidad lo hice porque su padre conoce al mío desde que éramos pequeños, nunca lo hice con otra intención más que amistad supongo," Harry alzó ambas cejas y me di cuenta de que no me creía.

Sabía que iba a dudar, y estaba en todo su derecho, pero las dos citas que tuve con Cole no fueron más que cenar y tener una conversación inocente, y la cita de hoy que ni siquiera llegó a quitarse el abrigo antes de que Harry aparezca aquí, "¿Lo besaste?" Su pregunta me tomó por sorpresa.

Negué con la cabeza, "No, Harry," Entrecerró sus ojos, "No voy a mentirte, Cole lo intentó pero lo detuve, no era mi idea," Apretó su mandíbula y me levanté del sofá, "Lo siento, ¿De acuerdo?"

"De acuerdo," Asintió el y sonreí.

Di un paso hacia delante pero el retrocedió, fruncí el ceño, "¿No aceptas mis disculpas?" Pregunté algo confundida y observé a Harry asentir.

"Si, a diferencia de ti yo si aceptaré tus disculpas y si me detuve a escuchar tus explicaciones," Harry estaba siendo completa y totalmente sincero, además de llevar la totalidad de la razón, sin embargo debía admitir que su actitud me estaba tomando por sorpresa, "Pero tu deberías esforzarte de la misma forma que yo lo estoy haciendo, ¿No crees?" Su pregunta fue algo retórica y bajé la mirada, estaba teniendo emociones encontradas, quería cabrearme y decirle que no era lo mismo, pero al mismo tiempo estaba sintiendo esa sensación de cuando eres pequeño y tus padres te regañan, "Me acosté con la prima de Alex antes de que volvamos a estar juntos, me pides que me esfuerce y mientras lo hago, ¿Tu te diviertes con Cole?" Lo observé negar con la cabeza, "Lo lamento Maia, pero las cosas no funcionan así."



Harry

Creo que nadie podía entender lo que me estaba costando no correr al apartamento de Maia una vez más. Como me estaba quitando el sueño el hecho de saber que ahora mismo podría estar durmiendo junto a ella, sintiendo el calor de su cuerpo en medio de esta tormenta. Sin embargo sabía que no podía ceder tan fácil, dejé las peleas, dejé hábitos, tuve que escuchar a Alex pedirme que no la agobie, tuve que lidiar con que nuestros amigos tomen partido y escuchar a mi primo repetir que la había cagado, ¿Todo para que Maia se divierta con Cole mientras a mí me la ponía difícil? Resoplé, incorporándome de la cama, estiré mis brazos escuchando como crujían mis huesos. Volteé mi rostro observando el reloj que se encontraba en una de las mesitas de noche. Era plena madrugada. Y cómo los últimos tres días, desde que había hablado con Maia, no pude pegar un ojo. Me quedaban unas pocas horas de sueño para levantarme y tener que ir al Departamento. Busqué con las palmas de mis manos abiertas mi móvil, que estaba seguro se encontraba en algún lugar de la cama. Pude ver su pantalla brillar, mostrándome la barra de notificaciones vacías, algo que me sorprendía ya que Maia había intentado comunicarse conmigo más de una vez por día. Suspiré, soltando una pequeña risa al darme cuenta de cómo habían cambiado las cosas. La lluvia caía sin cesar, y sólo me recordaba a la noche en que había estado en el apartamento de Maia, podía parecer una locura, pero era como si el clima estuviera acompañando mis sentimientos, desde el día que me negué ante Maia, no había dejado de llover. Sentí golpes en la puerta y me sobresalté. Más rápido que una chispa me levanté de la cama y me pregunté si debía buscar algún palo antes de abrir la puerta. Las luces del apartamento estaban apagadas, todas ellas. Bajé la mirada, dándome cuenta de que sólo llevaba un par de calzoncillos. Resoplé y me encogí de hombros, no sería la primer persona que muere llevando sólo calzoncillos. 

Abrí la puerta y me encontré con Maia, completamente empapada. Sus tenis, sus jeans y su chaqueta parecían haber sido arrojadas en el mar antes de estar en el cuerpo de Maia. Su cabello estaba igual que cuando salía de la ducha, tenía varios mechones pegados en su rostro, el cuál también estaba mojado haciéndome dudar sobre si las gotas de agua en ambas mejillas eran producto de la lluvia o si había estado llorando, aunque creo que la rojez de sus ojos la condenaban, "Sorpresa," Susurró e intenté mantenerme serio, lo logré por unos cuantos segundos, aunque finalmente solté una risa.

"Estás empapada," Incliné mi rostro y ella negó, tragando fuertemente mientras observaba un escalofrío recorrer su cuerpo.

"De acuerdo," Comenzó.

Abrí la puerta en su totalidad, "No hace falta que hables, vamos, entra," Pero Maia se negó rápidamente, frunciendo su ceño y cruzando sus brazos a la altura de su pecho, haciéndome recordar a la niña de coletas y camiseta rosa de la película animada Monsters, Inc.

"Vine practicando lo que te diría durante toda la caminata desde mi apartamento." Alcé ambas cejas.

"¿Viniste caminando desde tu apartamento?" Exclamé y su confianza se desvaneció, bajando su mirada mientras asentía, "Maia," Susurré pero ella comenzó a hablar.

"Ya me olvidé de todo," Resopló y pude ver como su mirada se detenía en mi torso, era la primera vez que me sentía nervioso y avergonzado bajo su mirada, "Sé que me equivoqué Harry, lo comprendo, te exigí demasiado, ni siquiera pude devolverte lo que yo misma te estaba pidiendo a ti," Suspiré, la dejaría hablar, aprovecharía uno de los únicos momentos en los que no era yo quién debía admitir la culpa y lamentarse, "Pero no hay otra persona en mi futuro," Froté mis manos, sabía que sólo le tomaría segundos en ablandarme el corazón, "¿Quieres pelear? Pelea, ¿Quieres ser policía? Sé policía, ¿Quieres otro empleo? Busca otro empleo, ¿Quieres irte de Nueva York? Me voy contigo, ¿Quieres hijos? Te daré mil hijos," No pude evitar reírme ante su última declaración, "Sólo ámame de vuelta, escógeme de vuelta."

Daylight [H.S]Where stories live. Discover now