Capítulo 16

2.2K 128 27
                                    

Maia

"¿Un coche?" Me sentía abrumada.

Harry estaba parado frente a mi, en realidad no parado, apoyado en un coche nuevo, negro y con sus vidrios algo oscuros, sonriendo. El coche era precioso, era todo lo que quería en estos momentos, pero venía ahorrando hace algunos meses con la idea de comprarlo, antes de Harry debía pagar todas las compras, los impuestos y mantener mis necesidades hasta el próximo salario, lo cuál me dejaba con no demasiado dinero para ahorrar, "¿No te gusta?" Su tono era preocupado y cerré mis ojos.

"Si Harry, me encanta," Su sonrisa volvió a su cara, "Pero debió costarte demasiado, ¿Como lo compraste?" El se incorporó, acercándose a mí.

Hace unas horas le había propuesto ir a cenar unas pizzas en mi lugar preferido, que se encontraba frente al Central Park, sin embargo no me hubiera imaginado que llegaría con esta 'sorpresa'. "Eso no importa," Negué con la cabeza y el puso sus ojos en blanco, "Barny me ha dado el dinero de la pelea," Susurró algo cabreado, como si no lo quisiera decir.

"Deberías entrenarme a mi si con una paga puedes comprarte un coche," Bromeé pero Harry no rió, fruncí mi ceño y apoyé mi mano en su mejilla.

"¿Pasa algo?"

Harry se encogió de brazos, "Quería regalártelo, te esfuerzas demasiado en tu empleo y me parecía injusto que por tirar puñetazos una sola noche yo pueda comprarme un coche y tú no," Ya había escuchado esas palabras, las había escuchado salir de mi propia boca.

Negué rápidamente con la cabeza, sintiéndome completamente culpable del malentendido, "Harry, jamás quise decir eso," El frunció su ceño, "Es decir, puede que sea algo frustrante para mi, pero no me parece injusto, es decir, estás haciendo lo que te gusta, de la misma manera que yo, sería ilógico si me cabreara por algo así, porque también debería enfadarme con un médico, que seguramente gane más dinero que yo, pero sigue siendo alguien que está haciendo lo que le gusta, si a ti te gusta pelear, entonces disfruta," Hoy sus ojos brillaban más de lo normal, "Disfruta de pelear y del dinero que te da hacerlo," Apoyé mis labios en su nariz por unos segundos, "Además estaba cabreada cuando lo dije, probablemente quería que te sientas mal y no aceptes la propuesta, porque yo era la que estaba asustada." El sonrió negando con la cabeza.

"Eres lo peor," Susurró a escasos milímetros de mis labios y me reí, sellando nuestras bocas finalmente, "De todas maneras," Continuó cuando se separó de mi, aunque me tomó de la cintura pegando nuestros cuerpo, "Quiero que sea tuyo." Sonreí.

Parecíamos sacados de una película, la gente pasaba por nuestro alrededor de manera rápida, una costumbre de las calles de Nueva York, mientras nosotros estábamos completamente quietos, entre los brazos del otro, besándonos, "Puede ser de los dos," Susurré sonriéndo y el rió negando con la cabeza.

"¿Quieres probarlo? Yo ya lo traje hasta aquí," Asentí sin poder disimular mi emoción, veía a Mandy conducir su coche y a Mitchell, a veces, conducir el coche que tomaba prestado de su primo y sólo quería estar en su lugar, poder manejar un coche ahora en pleno invierno con la calefacción encendida.

"Espera," Susurré una vez arriba del coche y con las puertas cerradas, "La pizzería se encuentra en la siguiente manzana," Me reí y Harry sonrió mientras trababa su cinto.

"No hay una ley que nos prohíba hacer sólo una manzana en coche." Asentí de manera seria dándole la razón a Harry ganándome una risa de su parte.

Si tuviera que describir como me sentía en este preciso momento, era feliz. Todo el año que estuve sin Harry fue bastante duro, me costó demasiado superar la situación, ni siquiera logré hacerlo con éxito. Extrañaba cada momento que pasaba a su lado y cuando volvió sentí que por fin era capaz de recuperar todo eso. No pude despegar mis ojos de él en toda la noche. Ni siquiera ahora que nos encontrábamos acostados en la cama viendo alguna película a la cuál no le estaba prestando atención, "¿Ocurre algo?" Susurró Harry como si no fuéramos las únicas personas que estuvieran en el apartamento.

Negué con la cabeza, "No," El sonrió, besando mi frente, "¿Sabes? Tengo algo de plata ahorrada, la que se suponía que era para un coche," El alzó ambas cejas y yo sonreí.

"¿Y que quieres hacer con eso?" Me encogí de hombros.

"Podríamos rentar otro apartamento," Harry se movió en la cama, apagando el televisor y poniéndose frente a mi, dejándonos casi en una oscuridad absoluta si no fuera por la tenue luz que entraba desde las ventanas a causa de la luna, "Es sólo que," Me moví algo incómoda por la intensa mirada de sus ojos, por un momento sentí que lo que había dicho era una completa ridiculez, sin embargo, respiré hondo y continué con mi idea, sin importar que pensaría Harry, "Cuando renté este apartamento lo hice con la idea de que viviría sola, por un largo tiempo, además de que cuando lo hice estaba bastante triste por no estar contigo," Susurré la última parte, dejando que la yema de mis dedos acaricien los tatuajes de su torso, "Pensé que quizás podríamos rentar otro apartamento, ya sabes, los dos juntos." Levanté la mirada de su cuerpo, asustada por lo que encontraría, sin embargo me encontré con su sonrisa.

"Creo que me agrada la idea," Estiré mis manos hasta su cabello y acaricié sus hondas, "Pero dame algo de tiempo," Asentí levemente algo decepcionada, "Quiero poder ahorrar dinero yo también,"

Fruncí el ceño, "Con mi ahorros alcanza para muchos meses de renta de cualquier apartamento."

El chasqueó su lengua, "Ese es el problema, no quiero cualquier apartamento," Me reí, "Quiero que tengas el mejor apartamento." Puse mis ojos en blanco.

"No es necesario Harry, mientras sea nuestro apartamento es más que suficiente," El negó con la cabeza y abrí mi boca para continuar, pero me lo impidió, a base de cosquillas, "Harry." Advertí con el poco aire que pude juntar mientras comenzaba a reírme involuntariamente. Se posicionó encima de mi mientras continuaba con su tortura hacia mi y pude observar que también comenzó a reír. Sus labios se pegaron a los míos y sus cosquillas cesaron cuando su lengua abrió paso en mi boca y su mano se apoyó detrás de mi cintura, levantándome del colchón y pegándome a su pelvis, "Te quiero, Harry, siempre lo haré." Prometí sonriéndo pero me preocupé un tanto cuando vi lo que parecía temor atravesar sus ojos.

Daylight [H.S]Where stories live. Discover now