Si tan solo supieras (Choni)

Reggie desata la cólera de Cheryl

El siguiente día fue lo peor para Cheryl. LO PEOR.

Y es que ¿recordáis la amenaza de Reggie? La de que sacaria a Cheryl del armario si no volvía con él. Bueno, el muy cabrón tuvo huevos de cumplirla y al día siguiente Cheryl era el tema de conversación de cada maldita persona.

Por suerte, Verónica y Archie no la dieron la espalda y la gente tampoco se lo tomó muy mal, pero la influencia del gorila de Reggie y sus simios hicieron que los abusos verbales a Cheryl aumentaran. Y me dolía verla mal.

Cheryl había pasado la noche en mi casa, yo saqué unas mantas y dormí en el suelo para dejarla mi cama a ella, al poco tiempo noté que ya estaba dormida.

No fue lo más cómodo del mundo pero al menos pude asegurarme de que Cheryl estuviera a gusto.

¿Desde cuando me he empezado a preocupar por Cheryl?

Continuando con el tema de Reggie, yo ya estaba acostumbrada a los insultos y otras cosas pero Cheryl... Ella habia sido la popular siempre y ahora por culpa de ese malparido la trataban como a una esclava de la antigua Grecia.

Intenté defenderla en varias ocasiones pero solo me lleve aún más insultos. En fin.

He decidido algo.

Los adolescentes son idiotas. Sobretodo los tíos.

Al salir del instituto Cheryl estaba sentada en las escaleras, apartada de los demás, siendo de nuevo foco de las burlas del séquito de Mantle.

Me acerqué a ella y la tendí mi mano. No dije nada. Ella la acepto y me siguió. Montamos en mi moto, yo la di mi casco y la llevé a Pops. Al menos esperé encontrar mayor tranquilidad allí.

Nos sentamos en un reservado en silencio, pedimos nuestros menus y cruzamos miradas. Me encantaban los ojos de Cheryl... Quiero decir la hamburguesa de Pops.

–Cher... –ella levantó la mirada. –¿Estás bien?

–Sí... Yo solo... No es nada. –dijo ella. Cheryl sabe hacer muchas cosas, pero no sabe mentir.

–Vale ahora la verdad.

–¡Vale, no estoy bien! ¿contenta? –dijo Cheryl mirándome a los ojos. He de admitir que intimidaba bastante.

–Obvio no estoy contenta. –dije tomando una de sus manos. –Siento que haya ocurrido eso con Mantle, pero al menos tienes a Verónica y a Archie.

Ella asintió no muy convencida.

–Tambien me tienes a mi ¿ok? y yo no te voy a abandonar. –Me pareció ver un amago de sonrisa en su rostro.

–Pero mi madre...

–No te preocupes por eso ahora. Ven, se de un lugar que te hará sentir mejor. –dije levantándome de la mesa aún sujetando su mano. Dejé unos cuantos billetes por la comida y salimos hacia mi moto.

Conduje hasta la montaña cerca de Riverdale, un lugar donde siempre podía sentirme yo misma, solo escuchando el canto de los pájaros y viendo algún que otro avión pasar.

Desde allí se podía ver todo Riverdale y parte de Greendale. Bosques, el cartel de Pops, el instituto, el South Side, El parque de caravanas SunnySide...

Llevé a Cheryl hasta un viejo banco que construí hace tiempo junto a Jughead, en el aún había una vieja marca tallada con una navaja.

"T+P"

Suspiré. Toni y Peaches. Aunque habían pasado años aún seguía extrañando nuestra relación. Pero ya lo había superado... O eso creo.

Lo malo es que Cheryl se dio cuenta de mi expresión al ver la marca.

–¿Quien es P? –preguntó ¿celosa?

–Peaches. –respondí. –Mi ex.

–Oh. –dijo está vez avergonzada. –No lo sabía... Lo siento.

–No, no pasa nada enserio. –dije yo mirando al paisaje que se plantaba delante nuestro. –Fue hace un par de años.

–¿Quieres hablar de ello? –preguntó.

–De acuerdo. –cedí no muy convencida. –Verás, Peaches y yo nos conocimos hace dos años en el White Wyrim. Yo estaba sirviendo en la barra y empezamos a hablar... Más tarde quedamos, nos dimos los números de teléfono... en fin, lo típico.
Unos días después, tras unas cuatro, cinco citas empezamos a salir... Todo iba bien, éramos como la pareja de moda por el SouthSide pero todo tiene un final y cuando ya llevábamos cuatro meses todo empezó a cambiar, se volvió muy tóxico. Peaches no me dejaba salir con los demás serpientes, me dejaba de hablar si hablaba con otra chica, y lo que colmó el vaso fue que la descubriera mirando mi teléfono... Al cumplir los cinco meses nos separamos. Peaches se mudó a Greendale, no la volví a ver, desde entonces han pasado dos años.

Suspiré. Me había quitado un peso enorme de encima. Cheryl no dijo nada, solo puso su mano encima de la mía. Sentí un impulso de besarla por alguna razón... Pero sentía que era demasiado rápido y pronto, así que me limité a abrazarme a ella. Ella me correspondió el abrazo. He de decirlo, me encantaban sus abrazos.

Nos quedamos así abrazadas un buen rato. Ya eran las seis de la tarde y al no tener tarea que hacer decidimos ir a hacer alguna otra cosa. Aún no sé si fue buena idea pero decidí llevarla al White Wyrim...

Muchas gracias por el apoyo y los comentarios!!! De verdad me motivan un montón para escribir❤️