Nosotros somos los secuestradores

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Pov Toni:

Era de noche. Peaches dormía. Yo estaba encerrada en el baño escribiéndome con Betty, ella lo tenía todo controlado. Pero a diferencia de ellos yo solo era una, sería difícil dormir a Peaches y llevarla hasta Fox Forest.

Tenía el somnífero. Una inyección que contenía la cantidad exacta para dormir a Peaches por aproximadamente 4 horas. Betty tenía exactamente la misma cantidad al igual que Jug y Archie quienes deberían dormir a Penélope Blossom.

Entonces recibí una llamada de Betty, por suerte el teléfono estaba con el volumen apagado. Susurré al teléfono para que Peaches—la cual dormía dos habitaciones al lado— no despertara.

–Betty, ¿Que quieres? –dije yo.

–Hemos dormido también a Cheryl. –dijo ella tranquila.

–¡¿Que habéis hecho que?!

–Tranquilizate fieraa. –me dijo Betty. –Quiero que se lo expliques tú. Que te perdone a ti en persona. Tranquila, no la hemos atado ni nada.

–Agh, está bien. ¿Esta todo listo? –pregunté.

–Jug y Archie estan de camino a la cabaña con Penélope, Cheryl ya está en el coche y Heather... Bueno si se dejase de mover en la cama buscando a Cheryl sería más fácil inyectarle el somnífero.

Ahogué una risilla.

–De acuerdo, yo voy a dormir a Peaches. Nos vemos ahora. –dije, y colgué.

Era el momento. Me dirigí a la habitación para inyectarle el somnífero a Peaches pero entonces me la encontré de frente yendo al baño. Me asusté tanto que terminé golpeándola en la cabeza y dejándola inconsciente en el suelo. Luego la inyecté el somnífero.

Ahora que lo pienso, ese golpe ha estado bien. Le di otro mientras dormía y dije en voz baja: "Por Cheryl".

Cargar con el cuerpo de Peaches hasta el coche fue complicado, no lo voy a negar. Creo que he conseguido adelgazar por lo menos dos kilos llevando su peso. Una vez estuve en el coche conduje hasta Fox Forest.

Una vez allí, con ayuda de los demás la sacamos y pusimos en una de las tres sillas colocadas en la cabaña. Teníamos a Heather, Penelope y Peaches.

Nosotros éramos los secuestradores ahora.

Por otro lado, Cheryl dormía en la cama. El somnífero no había sido casi necesario con ella.

La removí un poco.

–Eh, Blossom.

–Umm... ¿Toni? –preguntó Ella abriendo los ojos. –¡Toni! ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡¿Donde estoy?! –parecia sorprendida más que enfadada. Miro a los demás y casi se desmaya otra vez al ver a las tres personas atadas. –Esto es un sueño... Un sueño... Piensa en otra cosa Cheryl... Malteada de cereza... ¡Si! ¡Eso es! ¡Malteada de cereza! Quiero soñar con eso.

–Blossom, –interrumpí a Cheryl (la cual parecía loca en ese momento. –Lamento decirte que no es un sueño. Pero si tanto quieres la malteada...

–¡Toni! –me gritó Betty. –Tienes una hora antes de que despierten. Explicaselo.

–¿Explicarme el qué? –preguntó Cheryl.

Suspiré. Iba a ser una noche muy larga. Me llevé a Cheryl fuera aunque podía sentir que los demás estarían llegando sus orejas a la puerta para oírnos.

–Blossom yo... Lo siento. –dije finalmente. –Lo siento por lo que dije. No te estaba utilizando, lo juro. Lo que sentí y siento por ti es inmenso, y jamás me perdonaré haberte hecho daño. Yo no quise decir esas mentiras, Peaches me obligó a colaborar, a salir con ella, o sino... Os mataría... a todos. Heather tambien colaboró, aunque no estuvo el día del secuestro, quería ayudar para salir contigo una vez estuvieras devastada por esto.

Las lágrimas brotaban de mis ojos. Odiaba llorar por cosas así. Respiré profundamente y continué.

–Nunca quise decir eso. Te amo, te amé y te amaré por siempre Cheryl Marjorie Blossom.

–Toni yo... –dijo Cheryl, hasta ser interrumpida por la puerta abriéndose.

–Chicas, están despiertas. –dijo Archie.

Entramos con algo de miedo a la cabaña. Allí, aquellas tres brujas nos miraban con confusión y odio.

–¡Tú! –gritó Heather. –¿Qué demonios haces aquí? ¡Tu le rompiste el corazón a mi novia!

–No hace falta que sigas mintiendo, Heather. –interrumpió Sweet Pea. –Lo sabemos, todo.

–¡Yo no hice nada imbécil! –la grité. –Fuisteis vosotras arpías.

–Toni. –me calmó Cheryl. –Heather, ¿Como te atreves a utilizarme así? Yo confiaba en ti, fuiste mi primer amor... –eso dolió. –Y pensé que estabas ahí para apoyarme, no para aprovechar mi ruptura con Toni provocada por vosotras dos. Y tú, Penélope. –dijo mirando a su madre quien la miraba sonriendo macabramente. –Mi propia madre me ha secuestrado ¿por qué?

–Eres una invertida de mierda Cheryl. –dijo esta. Quería golpearla. –Jamas serás capaz de amar a nadie –Cheryl lloraba. –Nunca serás feliz...

–¡Basta! –grité yo. –Vosotras arpías habéis arruinado nuestras vidas. Mi relación, mis amistades, mi familia... ¡Todo!

–¿Y qué vas a hacer con nosotras Toni? –preguntó Peaches sonriendo.

–Tú no hables zorra desgraciada. –dije.

–Toni, debes calmarte. –me dijo Fangs.

–¿Que me calme? –dije histérica. –Lo he perdido todo, Fangs. ¡Todo! ¡Por su culpa!

–Toni, vamos a fuera un rato ¿si? –dijo Jughead tomándome del brazo.

Fuimos afuera de la casa. Respiré hondo y miré a Jug, quien me miraba con una expresión seria.

–¿Qué demonios intentas demostrar? –me preguntó. –¿Quieres a Cheryl de vuelta, cierto? Pues deja de comportarte como una imbécil y de rebajarte a su nivel.

Aunque jamás lo admitiría en voz alta, sabía que Jughead tenía razón. No podía matarlas. Ni golpearlas. Solo podríamos llamar a la policía. Eso sería lo correcto.

Y lo hubiera sido sino hubiera oido entonces lo que esperé no fuera un disparo.

Pero claramente lo era. Jughead y yo entramos corriendo a la casa para encontrarnos con Heather muerta, en el suelo. Un disparo a la cabeza. Kevin sostenía una pistola, pero sus manos temblaban.

–¿Qué demonios ha pasado aquí? –pregunté yo.

–Ella se consiguió desatar y... –a Kevin le temblaba la voz. –Intentó atacar a Fangs. No sabía que hacer... La disparé sin querer... Lo juro...

–No podemos entregarlas a la policia, contarán lo que ha pasado. –dijo Archie.

–Gran deducción, amor. –dijo está vez Verónica. Las cosas estaban crudas para nosotros. No podíamos entregarlas y necesitábamos esconder el cuerpo de Heather.

–Tengo una idea. –dijo Betty. –Las llevaremos a un lugar apartado, se perfectamente donde. Allí las daremos comida y bebida hasta que pensemos un plan mejor.

–Betty tiene razón, –dijo Jughead. –ademas, alguien podría haber escuchado el disparo.

–Debemos llevarnoslas. –dije entonces. –A ver quién tiene experiencia en deshacerse de un cadáver.

Casi todos levantamos la mano.

Juro que no somos psicópatas.

Tengo varias ideas preparadas para esta historia🙃🙃 Voy a escribir unos cuantos capitulos para ir subiendolos poco a poco.

Pdta: ¿Cantantes favoritos? Quiero saber qué escuchan mis lectores!

J🐍

Si tan solo supieras (Choni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora