Si tan solo supieras (Choni)

Despierta... ¡Despierta!

Había pasado otro día, Cheryl aún no despertaba. Intentaba convencerme de que era normal, pero verla ahí en la cama, sin moverse, sin abrir sus preciosos ojos, había momentos en los que parecía estar muerta.

La habían nutrido e hidratado mediante sueros, yo no había salido del hospital más que para comprar sandwiches para comer.

–Cheryl, no quiero presionarte. Ni si quiera se si estás oyéndome y me siento idiota hablando sola. Pero por favor, tienes que despertar. Te echo de menos.

No era la primera vez que la hablaba sin recibir ninguna contestación. Cheryl seguía durmiendo sin expresión alguna.

Pero no perdí la esperanza. Pasaron horas, ya eran las siete de la tarde entonces la máquina a la que estaba conectada Cheryl comenzó a pitar más de lo normal.

¡Pi, pi, pi, pi, pi!

Salí corriendo a buscar a un doctor que acudió enseguida a la habitación pero para cuando entramos Cheryl estaba sentada en la camilla mirándonos.

–¡Cheryl! –corrí a sus brazos y la abracé intentando no estrujarla demasiado. –Oh dios te he echado tanto de menos...

–Un reencuentro precioso señorita Topaz. –Casi olvidaba que el doctor seguía ahi. –¿Como se encuentra señorita Blossom?

–Bien, me duele algo el abdomen al moverme pero me encuentro bien.

–Eso es por los puntos de sutura, no se preocupe. –dijo el doctor. –Tendrá que permanecer aquí unos días en observación antes de que la podamos dar el alta.

–¿Cuantos días seran, doctor? Es que el juicio es dentro de dos días y su presencia nos ayudaría...

–La salud es más importante. –dijo el doctor. –Sin embargo, si la paciente mejora podrá salir de aquí mañana mismo por la noche.

–Bien, gracias doctor. –dijo Cheryl. Este asintió y salió cerrando la puerta. –Toni, te amo. Te amo demasiado y gracias por estar a mi lado.

–Te lo prometí, hermosa. –dije sonriendo. Me acerqué hasta estar a unos centímetros de sus labios, entonces ella cortó la distancia entre nosotras. Comenzamos a besarnos, no era un beso apasionado, era tierno, sincero. Un beso de amor.

–Echaba de menos tus labios. –dije jadeante al separarnos. Ella me miraba sonriente. –¿Por qué me miras así?

–Porque eres hermosa. –dijo ella. Y nos volvimos a besar.

***

Llamé a todos los demás para que vinieran a visitar a Cheryl. Hubo besos, abrazos, un momento increíble. 

Creo que incluso Archie lloró. No le digan que dije eso.

Una vez se fueron Cheryl y yo nos quedamos de nuevo a solas. ¿Pueden adivinar lo que pasó, no?

No, no es sexo. Pero fueron besos apasionados, palabras bonitas, declaraciones cursis, risas y sonrisas, sobretodo muchas sonrisas.

Y sé que me repito mucho, pero amo su sonrisa.

Cheryl parecía mucho más feliz, comimos los dulces que trajeron nuestros amigos juntas y disfrutamos como niñas. Era todo tan perfecto...

Al caer la noche yo di de comer a Cheryl, por primera vez comida sólida, pero comida de hospital. Que la verdad está asquerosa. Así que en cuanto tuve tiempo bajé a comprar un sándwich para mi pelirroja.

–Si todo sale bien, está será mi última noche aqui. –dijo Cheryl. –Tengo ganas de volver a dormir contigo.

–Y yo. –dije sonriendola.

–¿Y si duermes conmigo hoy? –me preguntó. Miré la cama. No cabriamos las dos allí.

–La cama es muy pequeña.

–Abrazame entonces. –propuso la pelirroja. No tuvo que decirlo dos veces. Cheryl situó su cabeza en mi pecho y así dormimos aquella noche. No fue lo más cómodo, pero si lo más bonito.

J🐍