Si tan solo supieras (Choni)

Empiezan los ataques

Al día siguiente me desperté con una de las peores noticias posibles. Sweet Pea, uno de mis mejores amigos en el hospital por una puñalada.

Llegamos al hospital Cheryl y yo. Los demás habían venido antes en otros turnos. Sweet Pea tenía arañazos por su cara parecidos a los de Peaches y estaba conectado a una de esas máquinas que hacen "Pi, Pi, Pi".

Incluso en ese estado me brindó una sonrisa.

–¡Sweet Pea! ¿Qué te ha pasado? –pregunté yo.

–Fue... Penélope Blossom. –respondió este. –La buena noticia es que no era Heather. Ella sigue muerta. Pero Penélope entró a mi casa anoche y me intentó apuñalar, yo me defendí y recibí estos cortes. –apuntó a su cara. –Pero finalmente me apuñaló y huyó. Si Cheryl heredó su fuerza será mejor que no te metas con ella.

Yo reí levemente por su comentario.

–Te pondrás bien. –dije yo. –Espero que no te intente atacar aquí dentro.

–No lo hará. –Respondió Sweet Pea. –Basicamente porque me darán el alta diciendo que guarde reposo en unas horas.

–Eso me tranquiliza pero quizás deberías dormir con alguien más. En mi trailer no hay más espacio pero quizás puedas dormir con Fangs. Kevin Está a salvo, su padre tiene una pistola de cuando era Sheriff. Nosotros somos muchos en casa. El Pent House de Verónica tiene un montón de seguridad, Betty también tiene un arma que la quitó a Grundy y Archie... Bueno, Archie es Archie.

Nos despedimos de Sweet Pea y nos dirigimos a mí casa.

Estuvimos en silencio todo el viaje, Cheryl se agarraba a mi abdomen y se recostó sobre mi espalda. Aquello me dio algo de esperanza, sabía que no podía meterla prisa pero echaba de menos nuestra relación.

Una vez llegamos al trailer Cheryl se bajó de mi moto, entró al trailer y se sentó a leer un libro. No hablaba mucho durante estos días, comprendía que no debía ser fácil, pero ¿Qué podía hacer yo? ¿Dejarla tiempo a solas? ¿Disculparme aún más?

–Hey Cher. –me atreví a hablar. –¿Qué lees?

–Era de mi hermano Jason. –contestó ella tendiéndome el libro. –Le encantaban estas historias de aventuras. Cuando éramos pequeños siempre las leíamos juntos.

Sonrió al recordar a su hermano, pero enseguida su expresión se tornó a la misma de siempre. Melancolía.

–Tiene buena pinta. –dije examinando el libro. –Estoy segura de que tu hermano era un gran chico.

–Lo era. –respondió Cheryl. –Toni, yo... Perdona si no hablo mucho estos días o estoy muy triste es solo que... Tras ver la muerte tan de cerca recordé a Jason, a mí padre, a Nana Rose... Ellos, quitando a mi padre, eran muy importantes para mí. Y siento que ahora estoy sola... Que estoy en una habitación llena de gente gritando a pleno pulmón pero que nadie si quiera se da la vuelta para mirarme...

(Frase de Titanic xd)

–Cheryl no... –dije sentándome a su lado y rodeándola con mi brazo. –No estas sola, yo estoy contigo, todos los demás están contigo. Te quiero Cheryl, mas que a nada ni nadie en el mundo. Solo quiero que dejes de sufrir pero no sé cómo...

–Gracias Toni. –dijo ella acurrucándose en mi pecho. –De verdad, gracias.

–No tienes porque darlas. –dije yo. –Aunque creo que hay algo que te animaría. ¿Recuerdas aquella noche cuando despertaste y creías que todo era un sueño? No parabas de decir que querías soñar con malteada de cereza... ¿Te apetece una ahora?

Ella sonrió y asintió.

Salimos de casa hacia Pops. Una vez allí pedí una malteada de cereza para Cheryl y una de chocolate para mí.

Empezamos a hablar sobre Jason. Cheryl me contó mil historias sobre ella y su hermano cuando eran pequeños. Sus aventuras, sus peleas, cada vez que se metían en problemas.. Pero incluso las cosas más negativas Cheryl las recordaba con felicidad.

Dejé que se desahogara conmigo, que me dijera todo lo que pensaba sobre lo ocurrido, sobre su pasado...

Una vez salimos de Pops Cheryl se veía más feliz. Se notaba que se había quitado un gran peso de encima.

***

Eran las 10 de la noche, ya habíamos cenado, Cheryl y yo estábamos en mi habitación hablando cuando recibimos una llamada de Betty.

–Hey Betty, ¿Ocurre algo? –dije.

–¿Podeis venir al azul y oro? Jughead y yo hemos descubierto algunas cosas. –dijo Betty.

–Claro, iremos ahora mismo. –respndí. –Nos vemos ahora Betty.

–¿Qué ocurre? –preguntó Cheryl.

–Tienen noticias sobre tu madre, creo. –salimos del tráiler hacia el azul y oro ya que el búnker, nuestro antiguo refugio, había sido descubierto por Penélope.

Una vez llegamos allí entramos al pequeño estudio del periódico del colegio. Jughead y Betty tenían un gran corcho con fotos de todos relacionadas con hilos.

Aún no habían llegado los demás serpientes ni Kevin.

–Esperemos a que lleguen los demás para explicaros esto. –dijo Betty refiriéndose al corcho.

Asentimos y esperamos a que vinieran. No tardamos mucho en escuchar algunas motos viniendo hacia el instituto, minutos después ya estábamos todos.

–Tenemos noticias, aunque no se si considerarlas buenas o malas. –dijo Jughead.

–Cheryl, han visto a tu madre en las afueras de Riverdale. –dijo Betty. –Pero eso no es todo.

–Creemos que tiene a los espectros de su parte. –añadió Jughead. –la han visto con Penny Peabody y Malachi cerca del desguace.

No se cómo les llamáis vosotros Ghoulies o Espectros?

Todos estábamos en silencio. Penny y los espectros eran otra banda de Riverdale como los serpientes aunque mucho más peligrosos. Distribuían droga, y definitivamente eran mucho más agresivos. Habíamos tenido varias peleas con ellos anteriormente.

–Si eso es verdad debemos andarnos con ojo. – dijo Fangs. –Los Espectros son peligrosos.

–A mí me atacó Penelope, no los espectros. –dijo Sweet Pea. –Igual no han llegado a un pacto aún.

–Solo hay una manera de saberlo. –dijo Jughead. –Debemos mandar a algunos a investigar al desguace.

–Bien, yo iré. –se ofreció Archie.

–Voy contigo. –dijo Jughead. –¿Alguien más?

–Yo. –me ofrecí. Jughead asintió y empezamos a planear nuestra infiltración en el desguace.